Capítulo 30

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— ¡No debes entrar a mi cuarto sin permiso! — Repetí, más a la defensiva, al no saber qué responder.

— Pero Bandita, dime qué tienes en la lengua.

— Nada ¿Okay? Ahora lárgate de aquí. — Señalé la puerta.

— Si no tenías nada en la lengüita... ¿Por qué te estabas poniendo esto? — Preguntó recogiendo el frasco de antiséptico del suelo.

— ¡Dame eso! — Intenté quitárselo, pero ella fue rápida, y corrió hacia mi cama, apretando el frasco contra su pecho. — ¡Cherryyyy! — Comienzo a perseguirla por mi habitación para quitarle el antiséptico, pero ella es demasiado rápida y escurridiza. — ¡Cherry, dámelo! ¡No estoy para juegos!

— ¡Dime qué tienes en la lengua!

— ¡Que noooo! ¡Qué estresante eres!

— Te lo daré si me dices. — Se detuvo, al otro lado de mi cama. Bela es indiferente ante nuestra pelea, sólo nos observa con su cara natural de aburrimiento.

— No te puedo decir.

— ¿Es un secreto?

— Sí... Es un secreto, por eso no puedo decirte.

— Entonces yo le diré a Gee que tienes un secreto... Y le enseñaré esto. — Dijo agitando el frasquito en su mano. Definitivamente, Cherry es diabólica.

— Cherry... ¿Qué tengo que hacer para que me des ese frasco y no le digas a nadie mi secreto?

— Mmm... ¿Tienes paletas?

— S-Sólo me quedan dos... Son las últimas.

Y aquí es cuando me doy cuenta de que tampoco podré comerlas con el piercing recién hecho...  ¡Joder! Ya no me está gustando esto de tener la lengua perforada.

— Entonces dámelas. — Demandó.

— ¿Y no dirás nada?

Negó con la cabeza.

— Prometido. — Agregó.

— Okay... ¿Entiendes lo que significa una promesa?

— Que por nada del mundo debes romper una; mi papi me lo dijo.

— Bien... — Fui hasta mi mochila para buscar las dichosas paletas. — Y adicional, no vuelvas a entrar así a mi cuarto.

— ¡Gracias! — Exclamó contenta cuando se las entregué y me devolvió el antiséptico.

— ¿Le darás una a tu hermana?

— ¡Claro que no! — Salió corriendo de mi habitación.

— Dios... — Me recosté en mi cama junto a Bela. — ¿Cómo has podido soportar a esas niñas todos estos años? ¡Ambas vienen del mismísimo infierno!

Por culpa de ese incidente, pasaría el resto del día asustada, temiendo que Cherry abriera la boca y me delatara. Por suerte... Eso nunca pasó.

Día dos: Nadie me ha descubierto. Bamos vien.


...


Me tuve que levantar temprano el sábado; triste en verdad. Pero prometí que ayudaría a Frank a decorar nuestro patio, lo cual fue tedioso sólo por el hecho de que, a pesar de que estamos finalizando noviembre, todavía teníamos la decoración de Halloween en la casa, y ahora es que nos dignamos a quitarla, aunque conociendo a Frank, estoy segura de que la habría dejado allí hasta que llegue el día de poner las decoraciones navideñas.

Daddy's New Boyfriend; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora