»Propuestas Sorpresivas.

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Los rayos del sol son contenidos por la cortina, pero eso no evita que unos cuantos se colen y me den en la punta de los pies. El calor es sumamente agradable. Muevo los dedos de arriba abajo para disfrutar el calor y al menos entretenerme un poco. Siento los ojos sumamente pesados, no eh pegado ojo en toda la noche, ¿Por qué? Bueno, eso es obvio. Katy y Kiara se están preparándose para salir, pues ambas irán a ordenar el apartamento donde los padres de Katya se hospedaran. Insisten en que las acompañen.

¿Enserio no quieres venir? - Por milésima vez, vuelvo a negarme - Estoy cansada Kiara, pero estaré bien lo prometo - finjo mi mejor sonrisa, antes de girarme y darles la espalda. Estoy segura de que siguen sin creerme. Los pasos se alejan y se escucha el estruendo de la puerta al cerrarse. No intento moverme de mi posición; aunque no lo compruebe se que han decidido irse y es mejor que no las haya acompañado; no quiero arruinar su buen humor, con mi humor de perros. Los ojos se me cierran de apoco, creo que están decididos en dormir pero los recuerdos me niegan a cerrar los ojos ¡No puedo! Simplemente no puedo olvidar los ojos de Zayn mirándome. ¿Y si me reconoció? No, estoy segura de que no lo ha hecho. Pero ¿Para que han venido acá? "No creo que a buscarte mamacita" murmura mi estúpida conciencia, como siempre cuando no la necesito "¿Olvidaste que tienen concierto en esta ciudad?" ¡Es cierto! Pero… aun no son las fechas… ¿O sí? Eso no lo ha mencionado el taxista.

Agito la cabeza; no sé por qué no puedo dejar de darle vueltas al asunto ¿Qué me interesa si ellos han venido o no? No es asunto mío "Te preocupa más de lo que piensas ¿No es así?" como deseo aplastar a esa vocecita chillante. ¡Por supuesto que no me preocupa! "Claro que si" ¡Dios basta! Me niego a seguirle escuchando. Necesito tener una distracción. No puedo quedarme así por ningún motivo; no quiero seguir escuchando esa vocecita fastidiosa y mucho menos pensar en esos cinco. Un rostro cambia mi visión, ¡Se quién puede ayudarme! Salto de la cama, me coloco los converse, ni siquiera me molesto en cambiar mi atuendo, pues aun llevo la ropa de ayer puesta. Me ato el cabello en un moño alto, con unos cuando mechones fuera y me encamino hacia los dormitorios de los chicos.

Unos que otros me miran raros, murmurando o guiñándome un ojo. Los ignoro por completo, no tengo tiempo para lidiar con patanes. Cuando llego a la puerta indicada -17B- las piernas me flaquean repentinamente ¿Y si no me quiere ver? ¿Y si me corre? ¿Y si…? "¡Tan solo toca y ya!" Y obedezco. Mis nudillos chocan en la madera y aguardo. Su rostro se asoma, me es inevitable sonreír, aun con lo apesumbrada que estoy - ¿Anne? ¿Pero qué haces aquí? - Me pregunta frunciendo el entrecejo contrariado - ¿Puedo? - pregunto señalando el cuarto. El asiente abriéndome paso. ¡Wow! Para ser cuarto de hombres está muy bien ordenado. Oigo como cierra la puerta y me giro a él. Me ofrece asiento en la que supongo es su cama; la individual y él toma asiento conmigo.

Yo… necesitaba… hablar contigo - susurro mientras jugueteo con mis manos sin verle - Sobre lo que paso el otro día, yo, quiero discu… - Kennan me frena - No, no tienes que disculparte, soy yo, fui un estúpido, un canalla al tratarte así, yo no tenía por qué hablarte de tal manera, enserio… Lo lamento Anne -sus ojos me miran suplicantes, anhelando mi perdón -No tengo nada que perdonarte Kennan, además, sabes que ese no es el tema que quiero tratar contigo… - vuelve a su posición defensiva, enderezándose en el colchón. Me sudan las manos de lo nerviosa que estoy - Necesito saber qué fue lo que paso, aclararlo, no… no podemos seguir así - tartamudeo, hasta la lengua se me ha dormido - Olvídalo ya Anne, no fue nada - me dice alejándose.

¡¿Qué no fue nada?! ¡Por favor Kennan! ¡No puedes decirme que no fue nada cuando estuvimos a punto de besarnos! - suelto exaltada aun sentada al borde de la cama. Él no se mueve de su lugar - ¡¿Por qué Kennan?! ¡¿Por qué?! ¿Qué es lo que pasa? - murmuro a un volumen de voz más bajo, no quiero volver a salir peleada con él. Sigue sin contestar - ¡Ya dímelo de una buena vez Kennan! ¡¿Cuál es tu problema?! - grito con los dientes apretados para amortiguar el reclamo. El chico de orbes verdes entonces se lanza contra mí, haciéndome retroceder - ¡¿Qué que me pasa?! ¡¿Qué cuál es mi problema?! Por una mierda Anne ¡Tú eres mi problema! ¡¿Qué no te das cuenta?! - las venas del cuello se le saltan, así como unas cuantas de los brazos los cuales me sostienen con fuerza mientras me zarandea.

Tiemblo involuntariamente - ¿Yo? ¿Por qué? - la voz apenas y sale de mi garganta - ¿Por qué? Por qué me gustas Anne… - sus palabras me taladran los oídos hasta llegar al cerebro. Trago saliva y me niego a creer lo que acabo de escuchar - No - trato de retroceder un poco más, pero sus manos me siguen tomando de las muñecas - Me gustas demasiado - su mano me suelta y corre hasta mi nuca tomándola con fuerza y halándome hacia el - Kennan no - lo empujo como puedo. No debe suceder ¡No puede suceder! Busco alguna salida, pero es inútil y más aún cuando sus ojos atrapan los míos en vuelo. Las piernas me tiemblan y agradezco aun estar sentada - Por favor… no lo hagas - le ruego tragando en seco - ¿Por qué no? - su aliento choca en mi rostro y mis ojos se cierran ante el estremecimiento que me causa.

Me obligo a controlarme y con gran esfuerzo abrir los ojos - Porque eres mi mejor amigo - logro decir - Pero yo quiero ser mucho más - y entonces, me besa. Me niego a aceptarlo, me revuelvo incomoda, pero una parte de mi acepta aquel contacto como si… lo necesitara. Sus labios insisten y los míos cansados; terminan cediendo a su control. Ni siquiera me importa seguirle el ritmo, solo me dejo llevar por lo que él hace. Cuando el beso se vuelva más intenso me aferro a sus brazos con fuerza y el sus manos a mis mejillas y cuello. "Que buena distracción encontraste" murmura la vocecita en mi cabeza y después se va. Es mejor así, pero entonces, alguien más interrumpe aquel momento - ¡Ey Kennan te estamos esperando aba…! - Kennan y yo nos separamos bruscamente al escuchar aquella voz. Me apresuro a llevarme la mano hacia la boca, creo que hay un hilillo de saliva en ella. El mellizo también lo hace, aunque se ocupa igualmente de fulminar al otro con la mirada.

Yo ah… lo… lamento chicos… - balbucea el chico realmente incomodo - tan solo… ah… continúen en los suyo - sugiere con total naturaleza que me dan ganas de lanzarle lo primero que encuentre cerca. Cuando la puerta se cierra el silencio se hace presente. Mis dedos bailan sobre la cama bien tendida. Me muerdo el labio - Creo que… debo irme - me reincorporo y voy hacia la puerta - ¿Piensas olvidar lo que paso? ¿Así sin más? - me frena Kennan. Paso saliva, no tengo valor para verlo a los ojos. Ciento como camina hacia mí, me rodea y se interpone entre la puerta y yo - ¿Qué acaso no significo nada para ti? - No debí haber venido, no debí, me repito - Kennan, esto, yo… - insisto en morderme el labio y ahora también; rascarme la nuca - Anne quiero que seas mi novia - la respiración se me corta, no era lo que me esperaba - Yo…también quiero ser tu novia - susurro. Me mira y sonríe intensamente; es imposible no devolvérsela. Me rodea la cintura y vuelve a besar mis labios con delicadeza. Mis pies se ven obligados a ponerse de puntillas para afianzar sus labios, así como mis manos envueltas en su cuello para obligarlo a bajar.

Es como si, como si ya lo hubiese vivido antes. Me recuerdan a… Él.

Una vez más, ¡Admítelo Preston! ✔✔ [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora