Una vez más, ¡Admítelo Preston! ✔✔ [Terminada]

Especial Año Nuevo.

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 Le dolía el cuerpo, se sentía cansada y cada roce con las sabanas le provocaban un estremecimiento que llegaba a cada terminación de sus dedos. Lanzo fuera la pereza y cuando abrió los ojos, tuvo que parpadear cinco veces antes de lograr enfocar la mirada en el techo blanco y limpio que se alzaba sobre ella.

Cuando todo fue más nítido, ellos divagaron entre las cuatro paredes. Tenían un tapizado Lanzarote de color marfil y escasos cuadros de superhéroes pintados a carboncillo incrustados en la tela. Desde donde se encontraba, Danielle no pudo distinguir de quien era la firma grabada a la esquina inferior derecha de cada dibujo. No llevaba los lentes de contacto.

En la pared frente a la cama, había un sencillo espejo y tocador con una considerable cantidad de botellitas de perfumes. La puerta estaba dos metros más allá. Y también había un sillón de espuma en forma de balón con una chaqueta encima. Danielle se reincorporó tan abruptamente que todo a su alrededor giró. No fue hasta ese momento, mirándose al espejo, que iba desnuda. Con temor, aparto ligeramente las sabanas y observó lo innegable. Completamente desnuda. Su cabeza trabajo apresuradamente para recordar, se enredo en la sabana y buscó sus ropas esparcidas en el suelo: interior, camisa, jeans, flans. Estuvo envuelta en la seguridad de su ropa en un instante.

Mientras decendía, todavía falta de coordinación, las voces se hicieron más intensas. Alguien se rió. Otro más se ahogó y maldijo entre dientes. La música sonaba de fondo, una sombra apareció desde la otra habitación— ¡Ey! Alguien finalmente decidió despertar —Niall le sonrió abiertamente. Como de costumbre, Preston no pudo no corresponderle. El pequeño duende le agradaba de una manera bastante especial— Hola Ni —Zayn tambien apareció, llevaba un cigarrillo entre los dedos de su mano derecha— Vaya. ¿Tú y tu bastardo novio se divirtieron mucho anoche en mi recamara? —se le subieron los colores hasta las orejas. ¿Cómo no la había reconocido antes?— ¿Yo y mi qué...? —Malik se rió y sacudió la cabeza al mismo tiempo en que la ceniza de su cigarro salía desprendida hacia el piso. Le palmeo un hombro a Niall al estar junto a él— Pobrecilla, tuvo que embriagarla para que sucediera —ella parpadeo— Envíen las sabanas a la lavandería, el colchón al basurero, ni loco vuelvo a dormir ahí. Tantos fluidos...—.

—¡Zayn! —la voz de Liam voló desde la cocina. Danielle sacudió la cabeza, se toco la sien debido a una pulsada en ese costado y siguió hasta donde el grito de reprendimiento. El aroma a mantequilla emanado de los hot cakes inundo sus fosas nasales; pronto se dio cuenta que en verdad moría de hambre— Perdonalo. Ahí donde lo vez, Zayn es incluso más idiota que Louis hablando de sexo —.

—Lo conozco, no tienes que decírmelo Li —su voz salio inclusive más clara de lo que pensó llegaría a ser. Payne, atento y servicial, le otorgó el primer platillo, aunque por como el rubio se refregaba la panza, parecia ser la segunda en recibir la atención del castaño. Le dedicó una sonrisa en agradecimiento. Por alguna extraña razón el comentario amargo de Zayn acerca del sexo con su novio, no le parecía fuera de lugar o sorpresivo. Algo en su interior -o quizás la desnudez pocos minutos atrás- le decían que en efecto, acababa de tener sexo con su novio. Busco en su cabeza el rostro de aquel chico, en los recuerdos de la noche anterior, pero no hubo nada; ni siquiera una alarma por no reconocerlo. Comenzó a comer.

— ¿Alguien sabe en donde esta Harry? —inquirió Liam colocando dos platos más sobre el comedor; fue ese momento en el que Z volvió a aparecer en la cocina— Se fue con Louis muy temprano —Danielle esperó mas información acerca de la pareja de amigos— ¿A donde? —el moreno encogió los hombros— No tengo idea. Pero escuché que Louis quería hablar con Richard antes de que la gira comenzará —Richard era el manáger de los chicos, Preston lo recordaba. Un mal tipo en toda la extensión de la palabra— Supongo que Styles se ofreció en acompañarlo para que Louis no cometiera un asesinato —la castaña sintió como si alguien le golpeara de lleno en el estómago. Tomlinson odiaba al tipo; si ellos dos se enfrentaban, Harry tendría que intervenir y probablemente sufrir estragos de una pelea que ni siquiera era suya. Liam agitó la cabeza resignado. Pero ella no pudo continuar comiendo con tranquilidad.