A la semana siguiente, comencé a deslindarme un poco de mi vida dramática y amorosa para así poder dedicar atención de nueva cuenta a la universidad. Las vacaciones se habían ido volando, al menos para mí y todos aquellos que pertenecieran a la carrera de Licenciatura en Lingüística y Literatura donde debíamos ocupar nuestros últimos días de parranda y desvelo para elaborar un mego escrito de enseñanzas y aprendizajes proporcionados a lo corto de nuestra vida. Lo más sencillo del mundo, o al menos, eso parecía hasta el momento en que abrí Word y observe estática la página blanca.
¡No puedo hacerlo! ¡Es imposible! – vocifere enfurruñada mientras cerraba de golpe la laptop y me dejaba caer en la cama. Las hojas llenas de garabatos de mi amiga Katy salieron volando en ese preciso instante lo que provoco un buen golpe de su parte con una acolchonada almohada – ¡Por una mierda Preston! Deja ya de hacer eso. ¡Claro que puedes hacerlo! Por dios, haces los ensayos más perfectos, detallados y únicos del mundo, una simple historia de ti y tu asquerosa vida no puede frenarte. Además, también hay más personas aparte de ti en esta habitación que necesitan concentrarse – de cabeza, la observe acomodarse el rebelde mechón que se le escurría entre los ojos y le dificultaba la visión una y otra vez. Ya debía habérselo cortado – ¡Conoceré a la banda o artista que nos tendrá como teloneras en menos de siete días y no puedo lograr los estúpidos acordes!
Kennan entro por la puerta, cargado de trastos con palomitas de maíz, bolsitas de golosinas y latas de soda y se dirigió directo a la de enormes ojos a mi lado para arrebatarle la guitarra y plantarle un beso en la mejilla – Debiste escoger la carrera de modelaje, preciosa – me eche a reír con la cara de estupefacción que ponía – No es mi culpa no saber tocar ningún instrumento. Nunca creí que lo necesitaría. Soy músico vocal, no instrumental. Mi atributo es mi melodiosa voz. Por supuesto, además de otras cosillas – agh, mas vanidosa no podía ser. Pero debíamos admitirlo, Katy era muy buena cantando y al parecer solo en ello. Me gire y repose sobre mi estómago para así lograr alcanzar las golosinas al estirarme – Y tu – alguien me dio un manotazo cuando me disponía a introducir la gomita en mi boca – Deberías estar escribiendo, ahí se encuentra la mayor parte de tu calificación y ni siquiera has iniciado – volví a bufar – No es tan sencillo como parece Ken...
Danielle tienes una estupenda historia horneándose justo frente a ti en estos momentos ¿No lo hace eso mucho más sencillo? – Arquee una ceja subjetiva hacia Kiara que por un momento había olvidado que se encontraba el sofá junto al ventanal tecleando y revisando papeles de contratos familiares como loca– ¿Hablas de mi familia disfuncional? –me reí entre dientes. Ya me imaginaba hablando de Melissa y Devon, si como no "Eh aquí, una familia feliz, la madrastra no me maltrata y mi hermanastro gracias al cielo no quiere robarse a mi príncipe azul" ¡bah! – No. Hablo de esos cinco a quienes tanto amas – se le soltó la lengua y yo desee en ese instante arrojarla por las escaleras. Por primera vez en todo aquel momento en que llevábamos encerrados en la habitación de la Universidad, Kiara levanto la mirada llena de arrepentimiento y la fijo en su mellizo el cual se había quedado muy serio y quieto con los brazos enroscados entre Katy y la despampanante guitarra roja – Lo lamento – se disculpó rápidamente y yo me excuse con mi gaseosa. El chico encogió los hombros desinteresadamente, casi logro convencerme.
Me da igual, pero solo te digo, si decides escribir sobre ellos, no omitas mi buena participación al romperle el labio a Louis Tomlinson, eso fue épico –coloque los ojos en blanco – No quiero escribir de ellos, saben lo que esto ocasionaría – demasiadas preguntas – Siempre existe la opción cambio de nombre – argumento Di sin soltarse de mi compañero. La observe fijamente ¿Y esta que se traía ahora? Últimamente no se separaban ni un segundo. ¿Sería que...? ¡Imposible! Ellos solo eran amigos – No lo sé – termine mi soda, eleve el celular a la altura de mi rostro y note la hora – Diablos, tengo que irme. Prometí estar ahí para la cena y ya voy diez minutos tarde ¿Nos vemos mañana? – inquirí a nadie en particular mientras me colocaba el saco y me echaba la mochila detrás de la espalda– Espera, yo te llevo – Kennan salto provocando el tambaleo de mi amiga en el borde de la cama que apenas y logro sostenerse para no caer. Alce mi palma para frenarlo – Esta bien, tomare un taxi. Hasta mañana.
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Una vez más, ¡Admítelo Preston! ✔✔ [Terminada]
Novela JuvenilPorque nada sucede del mismo modo dos veces: la segunda si es posible, será aún peor. Los cinco idiotas más famosos del momento y una chica luchando por volver a la "normalidad". ____________________________________________________________________...