Una vez más, ¡Admítelo Preston! ✔✔ [Terminada]

»Twitts.

Era un jueves por la mañana, Melissa y Devon se habían encargado de preparar el desayuno mientras papá tenía una video conferencia con los socios Neoyorquinos y yo, simplemente me dedicaba a vagar por internet entre a Twitter y como si el mundo me odiara en su totalidad, las primeras imágenes en aparecer eran las de Harry y Swift fuera del restaurante de la noche anterior.

Las frases que más se destacaban eran "¡Esto es estupendo! Mis dos ídolos juntos de nuevo" "Odio a esta tipa, que se joda" y muchas más. Verlos tomados de la mano y tan juntos hizo que una punzada me diese justo en la boca del estómago, como la primera vez, las arcadas llegaron a mí y tuve que contenerlas. No tenía que perder los estribos, llevaría su tiempo conquistar al cabezota de Styles, pero no me rendiría tan fácilmente, tenía toda una vida por delante, mientras él no se comprometiese como Malik. Y esperaba con ansias que eso no sucediera. Respire hondo varias veces y elimine cualquier publicación de la "romántica" parejita de mi muro o notificaciones. No dejarían de aparecer, lo sabía, no por ahora, pero era mejor así. Fui directo al perfil del rizado y comencé a escribir.

Me derrumbo por dentro cuando te veo con alguien más...

La envié esperando al menos por quince minutos, pero sin respuesta alguna. Bien, como había dicho, no tenía prisa - ¡Danielle! - mi padre asomo la cabeza por el marco de la puerta. Cerré rápidamente la laptop solo por si las dudas y le mire, al parecer terminaba su video llamada - Melissa llama a desayunar, apresúrate ¿quieres? - asentí y él se perdió por el pasillo rumbo a las escaleras. Apresure a cepillar mi cabello y aun con pijama y pantuflas fui directo a la planta baja. El desayuno ya estaba servido, así que di los buenos días y me senté a merendar sin hacer ruido alguno. La noche anterior había sido bastante extraña y entendía que no se volviera a hablar del tema, aunque la verdad, era muy divertido.

¿Saldrás hoy Danielle? - inquirió mi padre después de tragar su bocadillo. Picotee mi tocino y encogí los hombros suavemente. No tenía mucho que hacer. Solo trabajaba viernes y sábados en la librería y ahora que Kiara estaba ocupada con la mejora de Kennan y Katy al parecer seguía enojada, no tenía como distraerme fuera de casa - No lo sé, no tengo planes aun - confesé con voz distraída. Me estaba volviendo una amargada de lo peor - ¿Por? - enarque una ceja algo más consiente de la pregunta de mi padre. ¿Me quería controlar o qué? ¿O tenía planeado otra cosa en "familia"? esperaba y no. Todavía no estaba del todo repuesta.

Esperaba que pudieras darle un tour turístico a Devon. Han llamado de Wachovia, quieren hacer negocio y pues... ¡Quien soy yo para negarme! Así que, Melissa me acompañara y... - Wachovia era una sede en Charlotte que funcionaba como agencia o servicios financieros, haciendo famosas a diferentes empresas y ganando dinero. Una de las cuatro mejores empresas independientes de Estados Unidos. Me sorprendía que hasta ahora desearan hacer negocios, Anthony tenia años en ello- Puedo hacerlo si quieres, no hay problema - o mejor dicho, plan.

Después del desayuno, corrí a mi habitación a encerrarme de nueva cuenta. Abrí la laptop y finalmente había recibido mi respuesta, literalmente.

@Harry_Syles; quería gritar y destrozar todo...

Otra de las características del rizado, como sus fans lo decía, eran lo twitts sin sentido y este seguramente sería uno de ellos. Aunque para mí, significaba tanto, que me daba dolor de pecho ¿Así era como él se sentía? ¡Dios! ¿Qué diablos le está haciendo? El ya nudo tan conocido en la garganta apareció de repente, así como las lágrimas ahogándome la vista poco a poco. La puerta fue golpeada y me obligue a tragar con dificultad todo mi sentimentalismo - Danielle, nos vemos más tarde, le eh dejado dinero a Devon para los taxis y eso. Me hubiese gustado dejarte el auto, pero bueno, también lo necesito. Creo que tú necesitas uno, mañana mismo iremos a la agencia, no me gusta que estés por ahí sin algo en que moverte - sorbí la nariz discretamente y rodé los ojos. Ya le había dicho miles de veces que no necesitaba un carro lujoso, ¿Por qué era tan terco? Uno de segunda no era mala idea - Ve sin cuidado papá - me miro durante un par de segundos llenos de incomodidad, como replanteándose la posibilidad de que algo me sucediera, pero vencido, asintió y se fue cerrando la puerta.