Una vez más, ¡Admítelo Preston! ✔✔ [Terminada]

»Besieged...

Por el enorme ventanal del restaurante, observe como Katy estacionaba -para nada bien- su auto nuevo en el aparcamiento. Azotaba la puerta, se despojaba de sus gafas y desde su lugar me daba un saludo para comenzar a caminar hacia mí. Juguete un momento con la pajilla del frappe hasta que el cuerpo de Katya se dejó caer en el asiento de enfrente me hizo elevar la mirada - Cuéntame lo que pasa - ordeno y entonces supe, que sería una larga platica con ella. Después de todo, Struditgy amaba los detalles.

Le explique todo con tal lujo de detalle que a mí misma me sorprendió. Su cara estuvo seria desde que comencé y entonces comprendí que mi amiga comenzaba a madurar un poco. El mesero vino en un momento dado y ella pidió solo un pastelillo para mallugar con sus dedos, pues nunca probo bocado alguno.

Cuando finalice de explicar ella finalmente comió una cucharada de pastelillo, se limpió la comisura de los labios torturándome de apoco con su silencio. Bebió de mi frappe y se dignó a hablar o mejor dicho… gritar tan alto que todos se volvieron a vernos - ¡Por dios esto es maravilloso! - su chillido me taladro los oídos dejándome aturdida y desorientada. Fruncí el entrecejo; creo que había hablado muy pronto con eso de madurar. Me hundí en mi asiento y mustie.

Eso no es maravilloso Katya. ¿Acaso no escuchaste todo lo que dije? - ella asintió dejando sus gafas de un lado y cruzando los brazos sobre la mesa - Mira Danielle… está bien. Lo que ellos hicieron estuvo realmente mal, te entiendo; hasta para mí sería algo terrorífico; pero… - ¡Merlín! siempre tenía que haber un pero - No me niegues que algo movió en tu interior ¿Verdad? - Me quede callada - Ellos te quieren Preston… ¿Tú crees que eso lo hubiese hecho cualquier persona? Cruzar el enorme y estúpido Océano solo para encontrar a una chica. Eso es… ¡Tan Romántico! - suspiro como adolescente enamorada y echo la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados.

¡Genial! Aunque quisiera negarlo, realmente parecía romántico. Arg. Sabía que Katya me haría dudar ¡Y miren! Lo estaba haciendo ahora mismo. ¡Maldita perra convenenciera! - Mira, te la pondré Fácil. ¿Quieres denunciarlos si o no? - se irguió e inclino en mi dirección, acongojada me anime a negar - ¡Lo vez! Ya deja de ser un capullo por favor - me cruce de brazos mirándola mal. Ella también me miro de igual manera - Y entonces… ¿Qué debo hacer? - mustie como no queriendo - Enfrentarlo, es obvio ¿No? - Cuchareo su pastel - Tienes que volver a ver a Louis y Harry.

Los nombres hicieron eco en mi cabeza - No puedo - me negué - Claro que puedes - gruño con sobras en la boca - Pero entiendo. No te presionare; no quiero que vuelvas a escapar - una sonrisilla ladina se asomó en la comisura de su boca. Le fulmine con la mirada; no era un buen chiste - Ay bueno, pero no te sulfures querida. Mejor explícame ¿Cómo está eso de que ya trabajas? - Cuestiono llamando al mesero quien rápidamente corrió hacia su dirección - Coctel de frutas grande por favor - le ronroneo con voz provocativa.

Observe como el mesero de nombre 'Wenceslao"  se ruborizaba hasta las orejas y partía lo más rápido asintiendo. Sonreí negando; pobre chico. Lo que le esperaba cuando saliera de su turno. Katy se volvió después de verle el trasero descaradamente y se encogió de hombros como si no le importase que medio restaurante le hubiese descubierto lanzando lascivas miradas al pobre muchacho, el cual no tendría más de 17 años.

Pues sí. Creo que es hora de que me valla siendo responsable de mi misma a estas alturas ¿No crees? - ella negó energéticamente. Si, era de suponerse - ¡Eres sumamente rica Preston! No tienes por qué trabajar - suspire - Yo no soy rica de ninguna manera Katy. Y claro que tengo que trabajar. No deseo que mi padre me mantenga por el resto de mis días - gire la mirada admirando el restaurante. Era bastante elegante ahora que lo apreciaba - Ahuché.

Gracias por el golpe "AMIGA" - se sobo la cabeza como si acabara de propiciarle un zape y se rio haciéndome a mi también reír. El chico mesero; alto y moreno de cabello desordenado regreso prácticamente temblando con el pedido en manos. Katya se removió en su asiento apretando los labios en una línea recta para no soltar una risita. Le dedique una mirada lastimosa al muchacho.