»Dad

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A la mañana siguiente cuando despierto estoy cubierta por el cobertor de la cama, la alarma apagada y una carta justo frente a mi rostro en la otra almohada. Me desemperezo antes de comenzar a leer:

"Querida Anne; Kennan y yo ya hemos partido a NY. Te veías tan tranquila que preferí no despertarte, no te enojes ¿Quieres? Te traeré un recuerdo de allá y no aceptare reclamaciones sobre el costo. Kennan dice que te extrañara mucho, aunque solo serán cinco días. ¡Es un exagerado! ¿Dime que le diste? ¡En fin! Amanecí mejor de lo que creí, al parecer soy inmune a la cruda. Nos vemos pronto.

-Kia"

Suspire mirando alrededor, ahora si estaba completamente sola. Con dolor de cabeza me levanto y voy hacia el baño, me ducho lo más lento que puedo, disfrutando de cada gota de agua. Me visto igual de lento "admirando" mi cuerpo en el espejo. Mi celular comienza a sonar de repente ¿Dónde lo eh dejado? Corro a la litera, el tocador, el buro ¡Mierda! Haz memoria, recuerda ¡Oh! Mi bolso. Corro, brinco sobre la cama y tomo el bolso que se encuentra debajo de esta.

¿Alo? - Contesto el celular antes de que este corte la llamada - ¿Alo? ¿Qué es eso? ¿Otra palabra mágica, querida Mione? - un nudo se forma en mi garganta y muy apenas logro responder - ¡Papá! - Lo oigo reír tras la bocina - Hola cariño - murmura con su voz tan varonil - ¡Hola! No sabes cuánto me alegra escucharte - y enserio, si me viera ahora mismo, vería mis ojos brillantes, mi boca semi abierta y mi incontrolable andar - ¿Enserio? Quisiera verlo… ¿Por qué no abres la puerta? - ¿Puerta? ¿Por qué tendría que abrir la puerta? Aun y con la duda giro el picaporte - No entiendo por qué quieres que abra la… - y entonces lo veo parado a él. Al flamante hombre de negocios con su traje negro, al igual que su corbata y zapatos bien voleados. Su cabello corto, pero con esos ricitos que siempre ha tenido, de color negro puro y su rostro; poblando por una finita capa de barba y bigote.

¡No es cierto! ¡Estás aquí! - grito a todo pulmón mientras salto a sus brazos, mi padre me coge con seguridad mientras me aprieta contra su pecho. Me separo a regañadientes, tengo que reclamar… decir… pronunciar… ¡Hablar! - ¡Por qué no me dijiste que venias? ¿Cuándo llegaste? ¿Y tú trabajo? ¡Pudiste haber llamado! - Se ríe roncamente y niega con la cabeza - Una pregunta a la vez. ¿Y a ti que te ha pasado Danielle? - frunzo el entrecejo ¿De qué habla? - ¡Tu cabello! ¿Dónde está la melena enmarañada? Y… ¡Tu ropa! - Oh - Si bueno - me echo un mechón tras la oreja - Fueron muchos años - susurro - Ya me di cuenta - suspiro apesaradamente, no quiero hablar de ello, no de nuestra separación.

Bueno; después de que… ya sabes; Eliza… - los ojos azules de mi padre me fulminan con una furia enorme - Mama y tú se separaron - me corrijo a mí misma mientras le doy a tomar asiento. Cierro la puerta y regreso con él. Había olvidado lo mucho que odiaba Anthony que llamara Elizabeth a mi madre, decía que parecía como si ella fuese una extraña para mí; y bueno, prácticamente lo era. ¡Pero da igual! Continuamos - Me convertí en alguien más… rebelde, por así decirlo - el hombre poderoso frente a mí, no dice nada, espera a que continua, aunque se, que algo le debió haber comentado mi madre - Seguía siendo excelente en la escuela ¡Lo juro! Pero en casa nunca estaba, me iba a las fiestas sin permiso y no me importaban los sermones de mi madre…

¿Y…? - Anthony me anima a seguir, pero no estoy segura de contarle todo realmente como es. ¡Imagínense nada mas como se podría enterándose de que dormí con cinco chicos!  No, no, no, mi padre sí que es celoso. Aún recuerdo cuando le "presente" a mi primer novio: tenía 13 años, el chico que me gustaba era tan solo dos años mayor que yo. Ese día, Josh, que era como se llamaba, había decidido acompañarme hasta una calle anterior a mi casa, porque yo sabía que si llegaba más allá mi padre me descubriría y ¡Lo mataba! La cosa fue así: Josh me beso como despedida (fue mi primer beso por cierto) y mi padre, que en ese preciso momento cruzaba en el coche nos descubrió. Me grito, le grite, le grito a Josh  y después me arrastro prácticamente dentro del coche. Fue la peor humillación que eh tenido; el chico me rompió al día siguiente y había quedado castigada supuestamente de por vida. Trágico, lo sé.

Una vez más, ¡Admítelo Preston! ✔✔ [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora