One Shots | Tom Holland

23

Personaje: Tom Holland.
Título: Nuevo amor.
Advertencia: -
Nota: -
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-¿Y qué opinas de éste? Me parece más bonito que el anterior. ¡De seguro Emily envidiará mi vestido!

La voz chillona de la novia de Tom hizo que él sintiera el deseo de arrancarse los oídos. Giró los ojos con solo verla parada en el probador de la sexta tienda a la que lo había obligado a ir.

-Todos te quedan bien, Alice-respondió de mala gana-Solo escoge uno, ya es de noche y necesito regresar a casa.

-¡No puedo solo escoger uno si estoy dudando, torpe! Además, no es algo que se decide al instante.

-¡Tienes cientos de vestidos, para que mierda quieres otro!-Tom gritó exasperado.

Tom ya estaba cansado, cansado de tener a alguien que sea tan diferente a él.
Alice le gusta salir de fiesta todos los días, a Tom quedarse en cama viendo películas. A ella le encanta llamar la atención de la gente y presumir que sale con un famoso, a Tom le importa un carajo la gente. A Alice le repugna la gente de "baja clase", a Tom le repugna sus actitudes tan estúpidas.

-¡Porqué no tengo uno con corte corazón!-chilló la rubia antes de entrar al probador hecha fuego-¡Y tú me pagarás esto, por mal novio!-gritó del otro lado.

Tom se apoyó contra el sillón de espera y cerró los ojos.
Estaba harto, harto de ella.

-Disculpa.

El castaño abrió los ojos con pesadez al sentir como alguien tocaba su hombro, pero su actitud cambió al instante al ver quien estaba a su lado.

-Perdona, ¿Puedes hacerte a un lado? Es que quiero probarme estos zapatos.

Tom no tenía palabras, estaba shockeado con la belleza de mujer que tenía junto a él. Una castaña de sonrisa y ojos brillantes lo miraba amablemente con unos tacones rojos en sus manos. Es así como reaccionó y se hizo a un lado dejándole espacio.

-Gracias-sonrió ella.

La castaña se sentó a su lado y se quitó sus zapatillas blancas para sustituirlas con esos brillantes zapatos rojos. Una mueca se posó en su rostro cuando los vió en sus pies.

-¿No te gustan?-Tom le habló por primera vez.

-No es que no me gustan, son bonitos...pero no es lo mío usar estas cosas, no los puedo caminar-respondió ella.

-¿Y por qué te los prueba entonces?

-Mi madre quiere que los use para una cena familiar, dice que me veré más elegante-dijo con fastidio-Es una mierda, me veré exactamente igual que siempre.

Una sonrisa se posó en los labios del castaño al escucharla hablar, por alguna razón estaba encantado con lo que le había dicho.

-Yo creo que se te ven muy bonitos, pero si no quieres usarlos no debes hacerlo. Que tu madre se ponga todos los tacones que quiera, tú ve como quieras.

Ella lo miró sorprendida, era la primera vez que un chico le decía eso. Estaba acostumbrada a vivir en un ámbito en donde los chicos amaban a las chicas bien arregladas y de aspecto bien femenino.

-¿Eso crees?-preguntó ella con emoción.

-Claro.

Tom admiró su rostro deslumbrante y ambos se miraron a los ojos por un largo tiempo, sintiendo una pequeña chispa entre los dos.

-Soy Tom.

-Soy ____.

-Y yo soy Alice.

Ambos castaños miraron a la rubia y Tom sintió que habían pinchado la burbuja de la cual se había metido, sus minutos de paz se acabaron.

-Ya terminé, amorcito-Alice le habló a Tom con recelo-Ya saca tu tarjeta, este es mi regalito de tu parte.

Tom miró a ____ quien miraba a Alice con asco, ambos tenían el mismo sentimiento hacia ella.

-Espero volver a cruzarte, ______-él le habló con un brillo en los ojos.

-Yo también lo espero, Tom.

Él sonrió conmovido.

-¡Oye, estoy aquí! ¿Acaso estás coqueteando con ella?-Alice gritó echando humos.

Pero _____ y Tom estaban en su mundo, mirándose a los ojos sin parar.

-A la mierda con todo-pensó Tom.

-¿Ésta perra es tu novia?-preguntó ____.

-Ya no-contestó Tom.

-¿¡Qué!? ¡¿Me estás dejando?!

Tom rodó los ojos y tomó la mano de la castaña que tenía frente a él.

-Te gustaría salir a tomar un café.

-Me encantaría, Tom.

Y así ambos salieron de esa tienda.
Ella sin sus incómodos tacones rojos.
Él sin su molesta y actual ex novia.
Pero ambos con un nuevo amor.