One Shots | Tom Holland

39

Personaje: Peter Parker.
Título: Fría noche.
Advertencia: -
Nota: Es muy corto y no me gusta pero les debo un capítulo así que aquí va, les quiero❤️❤️❤️❤️
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Él la agarró con fuerza, estaba asustada. Su pequeño rostro lleno de lágrimas paseaba por los iluminados y altos edificios de Queens con temor a caer por la altura.

-No te preocupes, ahora estás bien-le dijo él tratando de que se calmara.

Ella lo miró, sus ojos claros se notaron más relajados ante sus palabras. Asintió aún tímida tratando de entender que acababa de pasar, como terminó en los brazos de Spider-Man volando por los aires.

-Esa es mi casa-su dulce voz chocaba en el viento pero aun así el castaño la pudo entender.

Peter soltó su ultima telaraña para terminar en el balcón de una gran casa blanca. Ella miró hacia adentro y confirmó que nadie había notado su ausencia, su habitación seguía intacta. Volvió a mirar al chico que acababa de salvar su vida, su héroe.

-Gracias, si no fuera por ti no sé que me hubiera pasado-Agradeció sintiendo escalofríos al recordar la escena anterior, dos hombres mucho más altos que ella la tenían acorralada en un callejón.

-No tienes porque agradecerme, no hubiera dejado que te hicieran algo-Él también recordó la escena y sintió la ira en su cuerpo, pobre chica.

Una sonrisa tímida salió en el rostro de la joven, mirando sus pies y abrazándose por el frío.

-Creo que deberías entrar, la noche está helada-volvió a hablar el arácnido.

-Si...-ella no quería que se fuera-De nuevo, gracias.

Sin ganas entró a su habitación y el cálido aire la golpeó.

-Adios-susurró mirándolo mientras su figura se iba haciendo más pequeña por las calles.

Mientras tanto, al creer que ya estaba bastante lejos de la casa de la joven, Peter paró en el techo de un edificio. Se quitó su máscara y respiró con fuerza el frío aire. Las lágrimas no tardaron en salir, se sentía tan enojado, tan triste.

-Soy un imbecil-Sus palabras caían como sus lágrimas.

Sintió que era la oportunidad, la oportunidad de decirle a la castaña que el chico que la salvó esta noche era su novio. Pero no pudo, por más que cuando la vio con esos tipos tan débil quiso gritar y llorar de la rabia, besarla hasta volver a verla sonreír. 
No dejaba de pensar en cómo sería el rostro de su novia al enterarse que él era el Hombre Araña, de que esa noche que fue una pesadilla para ella él no tuvo las agallas de decírselo para que se sintiera más protegida.

Ahora mismo, Peter se odiaba.
Mientras que ella sonreía desde su pequeña habitación, sin que Peter supiera que lo había descubierto.

-Deberías ponerte mejor la máscara, amor-soltó ella al vacío.