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Personaje: Tom Holland.
Título: Cuando una puerta se cierra, otra se abre.
Advertencia: -
Nota: Hola! Quería contarles que en la parte de conversaciones de mi perfil voy a empezar a escribir y tirar bastante info sobre ciertas nuevas novelas. También me gustaría conversar con mis lectoras/lectores y escuchar que les gustaría para los siguientes capítulos.
Por último, les agradezco mucho que lean mi novela. Escribir para mi siempre fue un espacio para poder salir de mi vida por un segundo y respirar. Son lo mejor.
Besos y disfruten del capítulo!

-Desconocida.
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-No sabía que cocinaras tan bien, esta es la pasta más rica que haya probado-le confesé al castaño.

-¿De verdad?-preguntó emocionado-me alegra que te haya gustado, la hice con amor.

¿Amor? Eso es nuevo.
Me quedé en silencio comiendo lo que Tom me había preparado pero sentía su mirada en mi todavía.

-¿Qué, tengo salsa en el rostro?-pregunté comenzando a tocarme el rostro.

-No, no es eso-contestó-Es solo que...¿Que te pasa?-sus ojos me veían como si tratara de analizar mis emociones.

-Nada, ¿Por qué me pasaría algo?-respondí ignorándolo mientras movía mi tenedor entre los fideos.

Él siguió mirándome esperando respuestas.

-Bien-suspiré dejando la comida a un lado-Pasa que hoy debo ir a mi antiguo departamento para buscar mis cosas, y no quiero ver a John.

-Oh, entiendo-Tom se quedó un rato pensando-¿Y si vas por las cosas en algún momento que él no esté?

Eso no se me había ocurrido.

-Entra a trabajar a las tres, tal vez podría ir a esa hora-pensé en voz alta.

-Perfecto, ahí estaremos-Dijo Tom metiéndose un bocado de pasta a la boca.

Lo miré con cierto brillo en los ojos.

-¿Me acompañarás?-le pregunté-¿No tienes trabajo hoy?

-No iré, no pienso dejarte sola en esto.

Sonreí con ternura. No me gustaba el hecho de que faltara al trabajo por mi pero en cierta parte me aliviaba saber que no iría sola.

Estos días que me vengo quedando con Tom han sido increíbles. Hay veces que me siento una molestia pero él no para de recordarme todos los días que le hace feliz tenerme aquí, y también una parte de mi no tiene ganas de dejarlo.
Nuestros días son muy activos, él se va a trabajar y cuando vuelve a la tarde se queda conmigo viendo películas o charlando hasta que anochezca. A veces también salimos a dar una vuelta o vamos al parque. También nos ayudamos mucho con nuestras recientes rupturas, y debo decir que ambos estamos bastante avanzados con eso. Hasta podría decir que lo hemos superado.
Con respecto a lo que pasó la última noche la verdad es que no lo volvimos a repetirlo, ni siquiera nos hemos besado. Por más que es lo mejor para ambos siento que hay una gran tensión entre nosotros, como que necesitáramos darnos ese cariño. Él logró un sentimiento en mi que jamás había vivido. No sé si es amor o que, pero no quiero dejar de sentirlo.

-Está bien, gracias-dije con cariño-De verdad.

-No tienes que porque agradecerme, haría lo que sea por ti.

Ambos nos quedamos viéndonos el uno al otro por un tiempo hasta que su celular sonó.

-Es el trabajo, ya vuelvo.

Asentí y vi como Tom se iba por el pasillo. Miré mi plato, ¿En qué momento terminé mi comida?
Levanté mi plato y el de Tom que también estaba vacío y los lavé al igual que los vasos.

One Shots | Tom Holland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora