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Personaje: Tom Holland.
Título: Cuando una puerta se cierra, otra se abre 2/2.
Advertencia: -
Nota: Hola! Necesito que me digan en los comentarios si les gustó este one shot. Si es así subiré dos capítulos más!
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Su auto era muy lindo, tenía olor a nuevo.

-Y bien, ¿A dónde te llevo?-me preguntó.

Dejé de ver el auto para comenzar a pensar que responder, no tenia ni idea.

-Solo llévame al hotel más cercano que veas-dije segura.

-¿No tienes dónde ir?-su preocupación hacia mi me confundía, ¿Por qué preocuparse si ni siquiera me conocía?

-Bueno, mi ex novio está en nuestro departamento así que claramente no puedo ir ahí-dije pensando en que en algún momento debía ir para retirar mis cosas, maldita sea.

-¿Que hay de tus padres o amigos? ¿Nadie puede hospedarte?

Muchas preguntas.

-Mis Padres viven muy lejos y mis amigos también son amigos de mi ex así que estoy segura que si voy con ellos John será el primero en aparecer para buscarme-le contesté apoyando mi cabeza contra el asiento aun disfrutando del rico aroma.

-Puedes dormir en mi casa, si quieres-dije casi en un susurro.

Fruncí el ceño.

-¿Qué?-respondí confundida-Tom, acabamos de conocernos hace minutos. Tranquilamente podrías ser un asesino.

-Pero sabes que no lo soy, porque sino no estarías en mi auto contándome sobre tu día-aclaró.

Tenía razón, había algo en Tom que me hacía darme cuenta que era un buen chico. Ese tipo de persona que sabes que puedes confiar.

-Es verdad, está bien. Gracias-respondí logrando una sonrisa en él que me hizo sentir feliz.

Comenzó a conducir y yo solo me aferraba al asiento disfrutando de la calefacción. Cerré los ojos sintiendo como el cansancio venía hacia mi.

-Vivo un poco lejos, así que puedes dormir si quieres-dijo él notando mi agotamiento.

-¿Si vives lejos por qué fuiste a comer a un lugar que está en el centro de New York? Te hubieras ahorrado gasolina-pregunté aún con los ojos cerrados.

-Veo que alguien también es bastante observadora-respondió entre risas-Fui a ese lugar porque de chico mis padres me llevaban ahí cuando alguno había tenido un día duro o habíamos tenido alguna pelea. Por alguna razón, la comida y el ambiente lograban que todos termináramos con una sonrisa. Entonces...creí que si iba ahí terminar con ella sería más fácil.

Abrí los ojos y lo miré mientras el mantenía la vista fija en el camino.

-¿Y lo fue?

-La verdad que no, no fue nada fácil-río al igual que yo-Pero tuve la suerte de encontrarme a alguien que lograra subirme el ánimo.

Sonreí.

-Pienso igual-dije admirando su perfil, si que era lindo.

(Una hora después)

-¿Sofi? Sofi, ya llegamos.

Escuchaba como Tom me llamaba pero estaba tan cansada que no podía ni abrir los ojos.

-Mmm-contesté aferrándome más al asiento.

No respondió pero escuché cómo abrió la puerta y salió. A los segundos sentí como abría mi lado y el frío entraba.

-Mmm, está muy frío-dije adormilada.

-Lo sé, lo siento-contestó. Sentí como pasó sus brazos por mis piernas y espalda logrando alzarme y sacarme del auto. Estaba tan frío que no me quejé, solo me aferré a él buscando calor.

No necesitaba ver para saber que ya habíamos entrado a su casa. Tom me acostó en algo suave que supuse que podría ser el sillón. Me estiré y traté de abrir los ojos. Cuando pude admiré su casa, era muy linda y grande.

-Que sillón tan cómodo-dije sin pensar.

Río.

-Lo sé, también me gusta-dijo.

Vi cómo cerró la puerta con llave y se acercó a su chimenea para prenderla.

-¿Te molesta si me tomo una ducha?-Le pregunté.

-Para nada, es por el pasillo. Última puerta a la izquierda.

Me levanté siguiendo sus indicaciones y entré al baño.

-Carajo-susurré.

Su baño era enorme, tenía un jacuzzi y todo. ¿Acaso es narco o que?
Con una sonrisa prendí la enorme ducha y esperé a que el agua se calentara. Me miré al espejo y me arrepentí de no haberlo hecho antes, me veía horrible. Pobre Tom, tuvo que verme así todo este tiempo.
Tomé un poco de jabón y me limpié el rostro volviendo a tenerlo limpio, también me quité la ropa y entré a la ducha sintiendo como el agua caliente iba relajando todos mis músculos.
Luego de un rato sentí que tocaron la puerta.

-¿Tom?-pregunté.

-Si, soy yo. Perdón por molestarte es que recordé que no tienes ropa y te traje algo de la mía para que puedas dormir.

Miré a mi alrededor dándome cuenta que la ducha es de vidrio así que no había manera de que me pudiera tapar.

-¡Está bien, pero entra con los ojos cerrados!-le grité para que me escuchara bien.

La puerta se abrió dejándome ver a Tom con su mano sobre los ojos y la tanda de ropa en la otra.

-Esto es más difícil de lo que pensaba-confesó al ver que no podía encontrar un lugar para dejar la ropa.

Comencé a reír, se veía tan gracioso.

-Un poco más a tu derecha.

Siguió mis pasos pero la alfombra le falló ya que cayó de espaldas al suelo.

-¡Mierda!

-¡Tom!-salí de la ducha y me agaché frente a él-¿Estás bien?

-Si, estoy bi-estaba levantándose pero quedó sentado totalmente perplejo. Su vista estaba dura en mis senos y vi como su rostro estaba rojo como un tomate.

Al instante me di cuenta de la situación y me cubrí los senos totalmente avergonzada.

-¡No me mires!-chillé igual de roja como él.

-M-Muy bonitos-respondió aún shockeado.

-¡Tom!-le golpeé en el hombro pero me di cuenta que había sido un error ya que volví a destapar mis pechos-¡Mierda!

Tom comenzó a reír nervioso y trató de concentrarse en mirar mi rostro.

-De verdad, eres muy hermosa-dijo mirándome a los ojos.

Su mirada penetrante logró que mi cuerpo sintiera un calor de punta a punta. ¿Acaso estaba mal sentirme así después de haber cortado hoy con John? Nos quedamos mirando por unos segundos mientras que yo pensaba si dar el primer paso o no.

-A la mierda.

Me avalancé hacia él logrando volver a estar ambos tirados en el piso. Uní nuestros labios en un intenso beso que ambos sentíamos necesario.
Y al instante noté que jamás me había sentido así, Tom logró un sentimiento en mi que nadie lo había hecho. Ni siquiera John.

One Shots | Tom Holland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora