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Personaje: Tom Holland.
Título: New York. (2/2)
Advertencia: Hot. (Muy explícita)
Nota: -
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Las copas habían pasado entre ambos jóvenes. La primera botella se había terminado logrando sacar la segunda y así hasta llegar a una cuarta.
Ambos estaban muy borrachos pero totalmente contentos. Habían estado hablando demasiado y el hecho de que estén ebrios los había ayudado a ser más confiados y divertidos.

-Sin duda tu vista a la ciudad es mejor que la mía-comentó Tom sentado en la cama junto a Nicole, admirando como la gente aun paseaba por las calles siendo las cuatro de la mañana.

-No puedo contradecirte, aun no he visto tu departamento-Dijo Nicole seguido a un eructo que hizo a ambos reír.

-Puedes ir cuando quieras, mientras lleves más de este vino-Tom levantó su copa casi vacía.

-Hecho.

Ambos se habían quedado mirándose, durante toda la noche habían tenido esos choques de miradas y coqueteos pero todavía no había llegado a nada.
Hasta ahora.

-¿Sabes que pensé apenas te vi? Que eres muy sexy-confesó Tom a lo que ella río.

-¿Sabes que pensé yo? Que eres muy gritón y dices muchos insultos.

Ambos jóvenes rieron al unísono.

-Si, lo soy-dijo Tom entre risas-Oye.

-¿Si?

Él castaño miró hacia los hermosos ojos de la joven y juro haberse perdido en ellos.

-¿Puedo besarte?-preguntó.

-Lo he estado esperando toda la noche-Dijo Nicole.

Tom se acercó con una sonrisa y unió sus labios juntos a los de ella. Sostuvo sus mejillas dándole leves caricias mientras Nicole pasaba sus brazos por su cuello.

 Sostuvo sus mejillas dándole leves caricias mientras Nicole pasaba sus brazos por su cuello

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Tom comenzó a tirar su peso hacia ella para lograr recostarla abajo de él. Separó sus labios para comenzar a bajar sus besos hacia su cuello a lo que Nicole suspiró con fuerza.

Ella aprovechó sus manos libres y comenzó a levantar la remera de Tom hasta quitarla de su cuerpo, dejando a la vista el trabajado abdomen que tenía

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Ella aprovechó sus manos libres y comenzó a levantar la remera de Tom hasta quitarla de su cuerpo, dejando a la vista el trabajado abdomen que tenía.
Bajo sus pequeñas manos hasta su cinturón para desabrocharlo al igual que su pantalón. Las prendas de Nicole también cayeron al suelo quedándose ambos desnudos.
Tom posó sus manos sobre los senos de ella, los masajeó lentamente hasta llevar sus dedos pulgares a sus pezones y pellizcarlos. Nicole soltaba pequeños gemidos disfrutando el tacto.
Los labios del castaño chocaron con uno de sus pezones y lo lamió con deseo aumentando los gemidos de la joven.
Nicole movió a Tom logrando ahora ella estar arriba de él. Besó sus labios para luego comenzar a bajarlos hasta llegar a su miembro. Lo sostuvo entre sus manos y lo masajeó lentamente logrando que Tom comenzará a soltar fuertes soplidos.
Su lengua lo lamió de Arriba a abajo hasta adentrarlo todo a su boca.

-¡Mierda, Nicole!-gimió Tom.

Ella aumentó sus movimientos y admiraba el rostro excitado del castaño.

-Me voy a venir-avisó.

Ella paró y volvió a atacar sus labios. Lo besó con desesperación mientras las manos de él viajaron a su clitoris. Comenzó a mover sus dedos en suaves y definidos movimientos logrando volver loca a Nicole.

-Oh, Tom-gimió Nicole.

-Eso, di mi nombre hermosa.

Ella gimió en su oído haciendo que el miembro de Tom se pusiera cada vez más duro.
Nicole se levantó y se posicionó en cuatro ya necesitada de tener al castaño dentro suyo.

-Porfavor, hazlo.

Tom sonrío ante la desesperación de ella y se arrodilló ante su trasero para penetrarla lentamente. Comenzó despacio pero luego fue más y más rápido.
Ambos jóvenes no paraban de gemir y gemir como locos, era el mejor sexo que habían tenido en su vida.

-¡Me voy a venir, Tom!

-¡Yo igual!

Soltaron juntos un fuerte y último gemido.
Luego de unos segundos de descanso Tom salió de ella y se recostó en la cama al igual que Nicole.
El joven abrazó a la chica por la cintura y la atrajo a su pecho.

-Debo admitir que fue increíble-confesó él.

-Mentiría si dijera que no-Comentó la joven-Fue la mejor forma de estrenar departamento.

Ambos rieron y se dieron un corto beso.
Y ahí se quedaron en silencio.
Disfrutando de la compañía del otro.
Y lo que ellos creyeron que sería solo una vez se volvió en algo constante.
Y lo que pensaron que sería una amistad se volvió en el encuentro de dos almas gemelas.

One Shots | Tom Holland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora