Solo el hecho de que yo fuera homosexual, ya era un problema.Decirlo era como si estuviera condenándome a muerte, y por eso Maneol se alejó. El ser diferente para los demás, ya era como ir al infierno. No podía evitarlo. Desde que tenía consciencia, siempre me habían gustado los niños en vez de las niñas.
La escuela era un manicomio, me veían a mí como un señuelo con "cara de estúpido" y se burlaban de mis defectos. Mi madre no aguantó la situación y decidió cambiarme de institución; pero escuela a la que iba, escuela a la que se burlaban de mi.Cuando crecí y decidí seguir a mi tío, entendí el porqué era diferente.
Conocí a Maneol en mi penúltimo año de preparatoria y el ser distinto quedó más que claro para mí, pero yo estaba tan enamorado que no importaba el "que dirán" . Y lo tenía todo preparado, me le iba a confesar y Chaerlin me iba a ayudar. Pero nada de eso sucedió. No le confesé mis sentimientos a Maneol ni mucho menos confesé mi sexualidad.
Mis padres siempre me dijeron que no debía juntarme con homosexuales porque si uno de ellos me tocaba, entonces el virus se transmitía a mi sangre. La verdad no sabía de que virus hablaban, porque mi tío siempre tocaba mi hombro o mi cabello y era la persona más heterosexual que exista.
Yo quería mucho a mis padres, pero no podía decirles que era gay, me obligarían a dejar la universidad y me inscribirían para estar dentro de un retiro budista para sacarme "el mal". Y mi tío...nunca lo escuché hablando de tal tema, así que tampoco sabía como sería su reacción. De todos modos, no sabía porque estaba pensando en estas cosas. Era claro que no iba a confesar mi sexualidad, no cuando dentro de poco tenía una cena con el intendente y mis estudios en la facultad iban bien. Ni mucho menos le haría eso a mi tío, ¿un sobrino gay? Nadie compraría sus cuadros.
Ni los míos.
Sería la comidilla para la prensa en la televisión y el periódico.
Pero Chaerlin no era así, siempre supe que era porque estudiaba psicología. Cuando nos conocimos, aún éramos unos adolescentes y no fue necesario decirle que me atraían los varones ya que ella sola se había dado cuenta. Ella era morigerada. Cuando me derrumbé ante las palabras horribles de Maneol, ella estuvo para mí. "No eres diferente, Jungkook. Ama a quien sea, no importa el género".
Me reí ante ese recuerdo, había sido tan ingenuo, tanto como la nesciencia. Sin embargo, mi corazón seguía doliendo. No le di mucha importancia y me concentré en seguir pintando.
Era un sábado soleado de verano y el reloj apenas marcaba las cinco en punto. Mi estómago gruñó y me quejé de ello mirando las frutas en mi pintura, a la manzana le faltaba un poco más de color. Había pasado una semana desde mi cumpleaños y desde que quedé impactado por la pintura de Jimin que mi tío pintó, qué, por cierto, tuvo más de diez compradores aquel día.
Y también recibí mi regalo del set de pinceles.
No le había preguntado al pintor la razón del cuadro de Jimin, ni porqué se llamaba así y mucho menos en qué se había inspirado para dibujar aquella perfección. La razón: ¿Sería raro? ¿Qué le diría? ¿Qué me atrajo aquel muchacho de ficción? Sería muy extraño y yo era de mandar señales cada dos por tres, quizás más.
—Listo. —Sonreí mirando a mi cuadro. Por fin había terminado este lienzo y mucho antes de la fecha de entrega, tenía tres días de descanso antes de presentarlo en mi facultad para ser evaluado. Me estiré la espalda y suspiré soltando un poderoso gruñido —. Si, Jungkook. Eres un poderoso oso gruñendo así.—Negué poniéndome de pie y sacando el dibujo del taburete.
Uno de los errores que jamás debía cometer mientras estuviese viviendo con mi tío, era dejar los retratos y materiales tirados en la sala de estar, ya que mi pariente recibía muchas visitas a diario y nadie a excepción de nosotros mismos, podían ver el desorden. Así que podía pintar en cualquier lugar, siempre y cuando no fuese anárquico. Mi tío y yo siempre elegíamos el living porque había un ventanal gigante que reflejaba la ciudad entera de Seúl y el rio Han, era un boceto de inspiración para ambos. Luego guardábamos los trabajos en el cuarto de pintura, (sí, había un solo cuarto especialmente para guardar los retratos), a la izquierda mis bocetos y a la derecha, los suyos.
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Signum • Jikook
Fanfiction[No se aceptan adaptaciones de esta historia, no insistan por favor. No hagan PDF, respeten mi trabajo, gracias] Jeon Jungkook está cansado de sufrir por su amor no correspondido que aún no supera y cree que nunca podrá amar a nadie más con la misma...