Signum • Jikook

Capitulum V

—Vi a Maneol—murmuré, las manos en mi frente y mis codos contra la mesa. Oí el bufido de Chaerlin y  como se recargaba en la silla.

Estábamos merendando en la pequeña cafetería que había en la universidad, ambos habíamos salido de clases temprano. También, trascurrieron tres días desde que Jimin y yo nos juntamos en Busan a beber café.

—¿Y que sucedió? —preguntó la castaña.

Suspiré pesado y froté mis ojos, no había podido dormir desde aquel entonces y tenía mucho sueño. Segundos después la miré cansado y con un mohín en mis labios.

—No ocurrió nada. El iba con su novia, ella está embarazada. Tendrán un hijo. Maneol será padre y...

—Ya lo entendí, Jungkook—me interrumpió—. Han pasados años, mírese como está—me señaló—, todo devastado y sufrimiento por algo que sucedió hace mucho tiempo. Haga el esfuerzo de cerrar ese pasado y avanzar. —Chaerlin bebió de su café.

Mi pecho se oprimió.

—Usted no tiene noción de cuanto lo he intentado—hice una mueca desesperada— ¡Pero es difícil! Todavía siento sus labios en mi boca y sus manos acariciando mi cuerpo—susurré despacio—, mi corazón duele y lo anhela a él.

Ella negó con la cabeza, dejando la taza en la mesa.

—Si tanto su corazón lo anhela, ¿entonces por qué no lucha por él?

—No puedo, Chaerlin—miré mis manos, mis ojos comenzaron a aguarse—. No es gay y solo jugó conmigo, fui un experimento y no me corresponde, está esperando un hijo y está junto a la mujer que ama con toda su alma.

—Así como usted lo ama a él.

Mordí mis labios, apretando mis puños.

—No sé que decirle, Jungkook. Mi único consejo que podría darle es que tome una decisión y decida por si mismo, para su bien: el de seguir aferrado a un pasado incierto o el de avanzar. No puede seguir así toda una vida, demacrado, amargado y triste por un amor no correspondido.

Ciertamente, asentí y bebí del jugo de naranja que había en el vaso.

—Gracias, Chaerlin—le sonreí—, sé que siempre podré contar con usted.

—Y Jungkook, siempre puede confiar en mí y contarme lo que le ocurre, estaré aquí escuchándolo para apoyarlo. —Sonreí, sintiendo un enorme peso salir de mi pecho. Aquello me hizo sentir relajado y a gusto con la decisión que tendría que tomar. Charlin tenía razón. Por más que mi corazón se negara a dejarlo ir, yo debía avanzar. —Antes de dar por finalizada esta charla, quería preguntarle algo.

Salí de mi burbuja en cuanto la mano de Chaerlin se posó contra la mía sobre la mesa. Ella me miraba un poco confundida y con las cejas juntas, como si tuviera miedo de algo. Su pequeña mano tembló sobre la mía. Podía notar el cristal de su anillo balancearse ante el temblor de sus músculos.

—Claro—dije mirándola. Chaerlin se puso rara, y su extrañez me hizo sentir incomodo y eufórico. Suponía que lo que quería preguntarme resultaba ser algo serio. Fingí estar relajado por un momento—. ¿Por qué ese cambio en usted?

Ella quitó la mano sobre la mía y la escondió sobre la mesa. Negó varias veces con la cabeza y suspiró.

—Lo siento, no quería hacerlo sentir incomodo...solo es que no sé como preguntarle esto...—fijó su mirada sobre la rebanada de pastel a punto de ser terminanda y como si se hubiera decidido, levantó su cabeza para mirarme—¿Usted ha tenido relaciones sexuales con Maneol? —preguntó.