El viento de un verano caliente golpeaba mi rostro y hacía a mi cabello danzar con él. El sol iluminaba el gran río Han dejándome ver lo cristalina que era su agua y mientras pedaleaba la bicicleta, tomé la certeza de que invitaría a Jimin subir a una canoa y así tocar las aguas del gran río mientras yo lo dibujaba en mi libreta.Sonreí como un idiota, no debería seguir ilusionándome más de lo que ya estaba con mi amigo. Entendía que las cosas entre ambos jamás resultarían y yo había tomado una decisión definitiva. Durante la última semana, pensé mucho en las palabras que le había dicho a mi tío y a Chaerlin; ellos decidieron apoyarme en todo, sin embargo por más que haya tomado aquella decisión, me sentía inseguro de hacerlo ahora.
Pero ya nomás.
Yo no podía seguir fingiendo que todo estaría bien y que me olvidaría de mi amigo mañana o el próximo año. Con el pasar de las horas, estos sentimientos parecían trascender con el tiempo e incrementaban con los segundos. Ya había vivido esto, lo llevé hasta el final y resulté herido, llorando en la calle con el frío y el corazón roto. No dejaría que mi persona volviera a pasar lo mismo que pasó en el pasado. Tampoco me volvería a humillar otra vez. No le lloraría y tampoco le entregaría mi corazón herido. Demasiado le había dicho lo que sentía y sabiendo la respuesta, me rechazó para después escribirme una carta y dejarme besarlo, confundiéndome. No quería perder nuestra amistad y nunca tuve la intención de hacerlo, pero todavía sentía amor propio por mi mismo y por más egoísta que sonara, eso era más importante que una relación que me hacía daño.
Jimin y yo no podíamos seguir siendo amigos.
Quizás, esta era la última salida que ambos tendríamos. Yo necesitaba un tiempo para mí mismo. Tenía la certeza de que mis sentimientos morirían y así, volvería a ser el Jungkook desaliñado que podía hablar con Jimin sin sentir nada más que un simple aprecio.
—Oh, ¡Aquí está!
Le sonreí, bajándome de la bicicleta y llevándola al lado mío. Jimin vestía muy elegante el día de hoy, llevaba una boina con cuadros marrones, camisa corta color blanca como la mía y pantalón de vestir café, zapatos negros. Me sonrió, poniéndose de pie y acercándose a mí. ¿Cómo era que podía verse tan lindo siempre? Sus ojos brillaban con los rayos del sol al igual que sus dientes blanquecinos.
—Lo siento por haberlo hecho esperar—me disculpé, tendiéndole mi mano para saludarlo. El la tomó y temblé a la caricia de su piel con la mía, me sonrojé y rompí el agarre acomodándome el cabello—. Y también por haber cambiado el encuentro, sé que quería pasar por el departamento, pero como pasaríamos por aquí para ir a la ciudad, le acorté el camino.
—No hay problema, Jungkook—me sonrió y comenzamos a caminar. Me perdí en sus labios tan llenos y rojizos, pero giré mi cabeza cuando me di cuenta de que lo estaba mirando tan intensamente. Hacía mucho tiempo que no lo veía, su recuerdo de la última vez todavía seguía fresco en mi memoria, parecía haber sido ayer. Lo eché de menos y lo extrañé. Mi corazón se volvió loco y sentí como mi cuerpo me reclamaba sentirlo, atiné a que me sentía así por aquel toque de manos. Debía contenerme, pero incluso hasta aquí podía sentir el aroma a coco que emanaba—. Lo eché de menos, estoy feliz de verlo—y si me sonreía de aquella manera, entonces yo volvería a cometer otra locura. Tuve que apretar mis labios para no soltarle lo mucho que yo había echado de menos su sonrisa y lo tanto que lo quería. Asentí con mis orejas rojas y suspiré, ¿qué me estaba ocurriendo? Parecía que mis hormonas el día de hoy estaban felices por basilar.
—Yo también lo eché de menos, realmente pasó mucho tiempo—le dije escondiendo todo lo que estaba sintiendo, otra vez—. Es bueno verlo, ¿Cómo ha estado?
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Signum • Jikook
Fanfiction[No se aceptan adaptaciones de esta historia, no insistan por favor. No hagan PDF, respeten mi trabajo, gracias] Jeon Jungkook está cansado de sufrir por su amor no correspondido que aún no supera y cree que nunca podrá amar a nadie más con la misma...