Signum • Jikook

Capitulum XV

Me puse nervioso en un azar de segundos. Mi cuerpo tembló e inmediatamente dejé el vaso con gaseosa sobre la barra, limpiando mis labios con el dorso de mi mano mientras que en mi mente el beso que Jimin y yo nos habíamos dado aquella tarde de febrero en mi departamento, se proyectaba allí como si estuviera burlándose de mí. Aquel mencionado,  seguía distraído mirando el interior de la discoteca mientras que Aerin lo acompañaba con una sonrisa.

Y no era de extrañarse. Jimin vestía un pantalón de vestir beige junto a una camisa blanca, ésta metida por dentro de la prenda superior, el cinturón era demasiado elegante, al igual que sus zapatos bien lustrados. Aerin estaba muy bonita, su cabello negro y largo yacía con ondas sueltas, lucía un hermoso vestido campana de color blanco y sandalias amarillas.

Mi mirada se congeló en mi amigo, observando los pasos que daba hasta que llegó donde nosotros estábamos. Sonrió cuando me vio y me saludó con un abrazo, su aroma a coco hizo temblar a mi cuerpo. Aerin miró a Chaerlin curiosa y luego, a mí.

—Ella es Nae Aerin—Jimin nos la presentó—. Aerin, ellos son Jeon Jungkook y Kim Chaerlin.

—Un gusto—dijo ella con una sonrisa, haciendo una pequeña reverencia con su cabeza. Imitamos su gesto y le sonreímos.

Luego de unos minutos, Jimin se sentó a mi lado y Aerin también, ambos le pidieron cerveza al Barman. Con angustia, tomé de mi gaseosa otra vez hasta terminarla por completo. Solté un eructo disimulado y me limpié la boca, mirando a la gente bailar.

—¿Hace cuanto que está aquí, Jungkook? —Jimin me preguntó cuando terminó de beber su cerveza. Sin mirarlo, sonreí por cortesía.

—Hace un rato llegamos, habrán sido—miré el reloj en mi muñeca—, unos diez minutos aproximadamente.

—Ah, no mucho. Estaba preocupado, creí que habían llegado más temprano.

Negué con mi cabeza.

—Para nada—nervioso, rasqué mi nuca. Jimin me miraba atentamente, haciendo que mis mejillas se sonrojaran. Soltó una risa.

—Y... ¿Qué le parece el lugar?

—Está agradable, tranquilo. No es un ambiente pesado. Me gusta, espero divertirme más tarde—susurré.

—Créame que se divertirá, la música que coloca el DJ es demasiado actual, mucho disco—dijo—¿Nadie se dio cuenta que usted es...o le hicieron algo? ¿Todo bien? —preguntó preocupado. Me giré a mirarlo y levanté una ceja, bufé la hiel de mi pecho.

—Tampoco como si hubiese entrado gritando lo que era, Jimin. No, estoy bien. Al menos que Ibael esté aquí, cosa que no creo—dije con indiferencia. Jimin hizo un puchero y asintió con la cabeza.

—Lo siento, no quería incomodarlo.

—No lo hace, solo...no entiendo como realmente debería actuar un homosexual como para que se note, y no me refiero a andar ligando en frente de todos-

—Perdone, Jungkook—me interrumpió.

Lo miré por unos segundos y suspiré, sonriendo. No tenía remedios.

—No importa.

De repente, observé como Chaerlin se ponía de pie y caminaba hasta Aerin. La miré con confusión y ella solo me guiñó un ojo, graciosa.

—¿Quiere bailar? —ella le preguntó a la acompañante de Jimin.

Bajándose del taburete,  Aerin asintió con una sonrisa. Ambas se fueron a la pista y comenzaron a bailar cuando el DJ puso a los Bee Gees haciendo que los parlantes casi explotaran y el suelo temblara. Moví mi pierna derecha al ritmo de la canción y ladeé mi cabeza. Jimin me miraba curioso, con una sonrisa en sus labios.