Mi mente había estado apagada los últimas dos días, al parecer él que gobernaba ahora mi cuerpo, era mi corazón. Este último no había parado de latir tan rápido, recordando aquella noche mágica y las fotografías de los sucesos llegaban a mi alma con velocidad. Me sentía tan expuesto a esas caricias, que incluso todavía seguía sintiéndolas por toda mi piel. Y temblé, llevando una mano por mi cuello y tocando mi garganta como si la sola idea de acariciar ese lugar, mis dedos se remplazarían por los labios de Jimin y oh, no podía dejar de pensar en aquel encuentro.En Jimin frotándose contra mi cuerpo. Jimin encima mío mientras me besaba con tanta pasión y sus manos jugaban con mi miembro, a la vez que los jadeos salían sin parar de mi boca, y él los callaba con un beso ahogado y apasionado. En Jimin haciéndome el amor, aferrándose a mis caderas y hundiéndose cada vez más dentro de mi cuerpo. Una y otra vez, hasta que quedábamos saciados por la belleza orgásmica que el universo nos había regalado. Y en Jimin, despertándome a suaves besos, sonriéndome mientras que sus ojitos brillosos se perdían en una sola línea. Oh, que perfecta pintura. Yo no podía dejar de temblar.
—¿Ya sales?
La voz de mí tío detrás de mí, me hizo volver al presente. Quité mi mano de mi pecho y la metí dentro del bolsillo de la chaqueta rosada que llevaba puesta. Me di la última mirada en el espejo que estaba en la sala y acomodé mi cabello. De acuerdo, suponía que estaba bien. Mis aretes brillaban en mis orejas y por esa razón, sentía que mi atuendo resaltaba un poco más. Aunque me sentía un poco extraño, nunca solía usar accesorios allí, mis perforaciones estaban al vicio desde que Chaerlin me las hizo cuando apenas tenía dieciocho años y me impresionaba el hecho de que nunca se cerraron.
Chisté mi lengua después, decidiendo que ya era hora de marcharme y que estaba impecable. La mirada de mí tío detrás de mí comenzó a impacientarme, por lo que giré y levanté una ceja, caminando hasta la salida.
—Sí — le respondí, levantando las llaves del mueble y acomodándome el pantalón —. Puede utilizar lo que quiera, después de todo sigue siendo su piso también — murmuré, levantando ambos de mis hombros.
Mí familiar tenía pensado utilizar el cuarto de pinturas para poder terminar un cuadro que no podía dibujar en su departamento, ya que el llanto de la niña pequeña y el estrés acumulado, no lo dejaban tranquilo.
—Bien, gracias Jungkook — me dijo, sonriéndome —. Cuídate mucho en tu cita con Jimin.
Mis mejillas se sonrojaron y fruncí mis cejas, lo miré avergonzado.
—No es como si fuéramos a tener relaciones en medio de la sala del cine, tío. Solo iremos a ver una película y luego a comer — puse mis ojos en blanco y negué con mi cabeza —. A parte, no somos una pareja aún.
—Viniendo de ti, ya no sé que pensar y oh, ¡lo olvidaba! — exclamó, acercándose rápidamente a mí —, ¿ya has ido al médico?
—Cierto —choqué mi puño cerrado contra la palma de mi otra mano. Había olvidado por completo que no le había contado la situación respecto a mi salud y que tenía pocos días para llamar al médico y confirmar la operación. Vaya, lo había desatendido en lo absoluto. Cerré mis ojos y solté un suspiro —. Sí, sí fui hace como una semana. Pero estoy bien, sólo tengo que regresar para hacer unos papeleos — mentí, abriendo la puerta.
No era una buena idea contarle todo lo que estaba ocurriéndome ahora, mí tío se veía bastante estresado, no quería hacerlo preocupar y que no pudiera terminar su cuadro. Además de que nos quedaríamos a charlar por un buen rato y retrasaría mi salida con Jimin. Por lo que inseguro de mis palabras, mi pariente asintió.
Tiempo después, yo estaba bajando las escaleras para pasar a buscar a la persona que me tenía en la luna desde que lo conocí. Sonreí un poco, porque la invitación a esta salida había sido demasiado aleatoria. Quería decir, no había visto a Jimin otra vez luego de aquella noche y sólo habíamos hablado una sola vez por teléfono, ayer, cuando dijo que estuvo lleno de trabajos por las nubes y que no tuvo tiempo de visitarme. Realmente yo no lo culpaba para nada, no lo había llamado tampoco. Sentía que lo iba a distraer de sus cosas y no me gustaba para nada esa idea. Nunca me había gustado ser insistente como un satélite constante, a pesar de que quería — por supuesto — estar todo el día a su alrededor como si fuera una mosca, pero respetaba su espacio por completo. Y debía contenerme. La idea de la película había salido cuando Jimin me dijo que el día de hoy estaría libre, y tomando la oportunidad junto a mis ansías de volver a verlo, le pregunté si quería ver una filmación en el cine y después de ello, podríamos ir a cenar. Soltando una risa contagiosa, Jimin aceptó demasiado contento.
ESTÁS LEYENDO
Signum • Jikook
Fanfiction[No se aceptan adaptaciones de esta historia, no insistan por favor. No hagan PDF, respeten mi trabajo, gracias] Jeon Jungkook está cansado de sufrir por su amor no correspondido que aún no supera y cree que nunca podrá amar a nadie más con la misma...