Capítulo 18 - "Cama de estrellas."

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-Bien, entonces a empezar con la acción- dijo Crow y Rose, Alex y Kaylor se vieron entre sí sin signos de expresión alguna.

-Lo siento, pero lo mejor será descansar- el equipo 5Ds, como se hacían llamar a ellos mismos, se vieron de reojo sin comprender lo que ocurría.

-¿De qué hablas? Ya estamos aquí, es el mejor momento para ir a investigar y acabar con esto de una vez por todas- Aki vio a Rose furiosa, la mayor alzó una ceja y sonrió de lado, provocando que el rostro de la peli-roja se pusieran igual que su cabello del enfado.

-Ya es tarde y hoy no es el día, yo sé lo que les digo. Ustedes nos contrataron y, aunque vengamos como sus trabajadores, deben confiar en lo que les decimos, sobre todo en mí- ninguno de los cincos signos dijo algo, era claro el por qué estaban ahí y, aunque era más su trabajo, lo mejor era encomendar su trabajo en la chica a la cual le estaban pagando.

-Yusei- Jack le habló a su mejor amigo, quién al parecer era el líder de los seis.


El chico vio a sus amigos por encima de su hombro y vio a Rose directo a los ojos, dejó salir un leve suspiro y negó con la cabeza.

-Será mejor seguir sus instrucciones, ¿entendido?- ni una sola palabra y Rose se dio la vuelta en dirección al hotel.


Una vez que repartieron las habitaciones, quedando Rose con sus hermanos, todos se fueron a cenar y después a tomar una merecida siesta, no sin antes recibir unas últimas indicaciones de parte de Rose. Los gemelos, quienes se quedarían con Aki, estaban preocupados, ya que la chica no dejaba de echar chispas de su cabeza desde el momento en que Yusei y Rose hicieron contacto visual.

Ya en las habitaciones, Rose descansaba sobre su cama viendo por la ventana el cielo, el cual parecía estar lleno de estrellas. Un ruido hizo que su atención se desviara de vuelta al cuarto y se encontró a sus hermanos preparando sus respectivas mochilas que usaban para sus aventuras en el inframundo.

-¿Qué hacen?- ambos chicos se detuvieron al ver que ya su hermana los estaba viendo.

-Vamos a trabajar- la morena sonrió y negó mientras se levantaba de la cama.

-No chicos, hoy ustedes están en otra misión y necesitan dejar a sus cuerpos mortales reposar-.

-Pero...-.

-Nada, Alex- el chico tragó saliva-. Ahora pongan sus cabezas sobre esas almohadas y descansen, es una orden- Kaylor y Alex parpadearon un par de veces.

Sin decir otra palabra, colocaron sus cosas de vuelta a sus respectivas maletas y se acostaron en la cama que estaba cerca al baño y la entrada de la habitación.

-¿No hubieras preferido tener una habitación propia?- dijo Alex después de unos minutos sin lograr dormir, a diferencia de Kaylor, quien en cuanto tocó la almohada, fue como si hubiera muerto por tercera vez.

-Habían muy pocas habitaciones y sabes muy bien que no me molesta compartir cuarto con ustedes- Rose le contestó sin siquiera voltearse a verlo.

-Lo sé- la chica movió un poco su rostro para que pudiera ver que le sonreía en gesto de agradecimiento y siguió viendo la estrellada noche desde su cama-. Deberías seguir tus palabras y dormir un poco también, no dejes el descanso sólo para nosotros-.

-Lo dices como si no descansara-.

-Bueno, tengo más de un año sin vivir en la casa y cada día te noto más cansada- el ambiente se puso helado y Alex cerró su boca.

-No tienes por qué preocuparte, ocúpate de ti, es lo mejor- esas palabras fueron tan filosas que Alex sintió como su podrida alma era atravesada por ellas.

K.A.R.M.A. IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora