Capítulo 29 - "Comportamientos extraños."

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-Buenos días nee-san- la mejor amiga de Rose le saludó desde la barra y Shoto apareció detrás de ella.

-¿Nos vamos?- dijo el chico mientras se acomodaba su chamarra gruesa de color azul; para ese entonces, el clima había descendido y se acercaba el fin de otro año.

-Claro- la chica de cabello esponjado se acomodó su chamarra de piel negra y su bufanda rosa.

-¿A dónde van?- preguntó Rose aflojándose su bufanda tejida de color morado.

-Tenemos una misión, espero no te importe. Shirou y Sebastian se harán cargo de atender a los clientes- le contestó Bayo saliendo de la barra y tomando el brazo de su pareja.

-No, ustedes también tienen derecho de hacer misiones. Que les vaya bien, se cuidan- Bayo le sonrió ampliamente a Rose, asintió en agradecimiento y la pareja salió del gremio rumbo a las heladas calles de Magnolia.

-¡Jefesita!- escuchó la voz de Mike desde el segundo piso; la mayor se giró sobre sus talones y vio como el susodicho bajaba las escaleras a gran velocidad-. Megumin y yo tenemos una misión especial, espero no te importe que te deje el trabajo de los correos- le dijo el oji-azul una vez estuvo frente a su hermana y la pequeña bruja, quien ahora traía puesto un elegante saco rojo que le llegaba hasta las rodillas, se puso a un lado del chico.

-Claro que no, se cuidan- Mike y Megumin se vieron con una enorme sonrisa, le agradecieron a Rose con una pequeña reverencia y salieron del local.


Rose, extrañada por lo que estaba pasando, se quito la prenda morada que protegía su cuello del frío, lo colgó en su brazo y avanzó por la sala principal de su apreciada edificación. Efectivamente, Sebastian y Shirou estaban trabajando en atender los clientes, los chicos de Fairy Tail aún no hacían su aparición y todo estaba demasiado tranquilo.

Sin darle mucha importancia, Rose subió las escaleras y avanzó hacía su oficina; tenía muchos pendientes que revisar y sellar ese día.

-¡Rose!- sintió como dos manos firmes la tomaban de los hombros y vio los ojos café de Alex frente a ella-. Oye, tengo una misión y debo irme de inmediato, pero tengo problemas con el transporte, ¿puedo usar el espejo de tu oficina?- Rose hizo ligeramente atrás su rostro al sentir como sus narices se rosaban por la cercanía; al parecer, el chico no se había percatado de lo que había hecho.

-Pero, ¿qué pasa con el espejo de abajo?- el chico hizo un pequeño puchero y dejó salir el aire con pesadez.

-Digamos que está un poco ocupado- Rose vio de reojo a través del barandal y, efectivamente, vio que varios de sus demonios estaban cruzando el portal.

-Es cierto, el consejo mágico quería hablar con los demonios- Rose llevó su mano hacia su frente y asintió ligeramente-. Bien, pero ten cuidado con...-.

-¡Gracias!- Alex revolvió el cabello de Rose y salió corriendo hacia la oficina.

-¿Qué está pasando?- se preguntó a sí misma y comenzó a desabotonar su abrigo negro.

-¡Hermana!- su mano se detuvo antes de tocar la perilla de la puerta, rodó sus ojos y se giró sobre sus talones para ver a su hermano Kaylor frente a ella-. Hinoka y yo nos vamos a una misión, te queremos- sólo dijo eso, la peli-roja y el castaño bajaron las escaleras y salieron sin más.


Rose, sin comprender lo que acababa de suceder, simplemente negó con disgusto y entró por fin a su oficina.

-¿Shirou?- el chico le vio de reojo y sonrió.

-Hola, oye, se que dije que me quedaría a trabajar con Sebastian, pero me acaba de llegar una misión- el chico le mostró la hoja de color café a su hermana y lo leyó rápidamente.

K.A.R.M.A. IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora