Al día siguiente, después de salir de clases; Yuya, Yuza y Rose salieron de la escuela y se dirigieron al parque del área central que estaba ubicado cerca de ahí. Yuya y Yuzu se encontraban muy animados, saltando de un lado a otro y pensando en cómo pedirían sus helados. En cambio, Rose permanecía con la vista en el suelo y en silencio.
Una vez que llegaron al nuevo puesto de helados, Yuya pidió un enorme cono con tres bolas de nieve de diferentes sabores, Yuzu no quiso arriesgarse y pidió uno mediano de sabor fresa, y Rose simplemente pidió un vaso de helado de vainilla con granola y chocolate en trozos.
Después de pedir, el trío se sentó a la orilla del parque y viendo el mar que se abría paso frente a ellos. Yuya y Yuzu platicaban animadamente sobre el sabor de sus helados y Rose se mantenía callada escuchando atenta aquella calurosa conversación.
-Iré a tirar esto, ¿necesitan que tire lo suyo?- Yuzu se levantó de su lugar y señaló la basura que tenía en sus manos.
-Sí, esto- Yuya le entregó un par de servilletas hechas bola y Yuzu le vio con asco.
-¿Rose?- la morena le vio perdida y negó-. Bien...- la chica se fue sin mucha confianza del comportamiento que estaba teniendo su amiga desde que habían salido de la escuela.
Al irse Yuzu, ninguno de los dos dijo una sola palabra y permanecieron en silencio un buen rato. Rose levantó sus rodillas y abrazó sus piernas, recargando su barbilla en ellas. Yuya le vio de reojo y notó que la mirada de la morena estaba perdida.
-¿Te encuentras bien?- le preguntó y la chica simplemente asintió en silencio-. Rose- la morena se puso de pie de golpe y vio en la dirección que se había ido Yuzu-. ¿Ocurre algo?- Yuya imitó la acción de la morena y Rose salió corriendo, tomando por sorpresa al peli-rojo-. ¡Oye! ¡Espera!- el chico fue detrás de ella-. ¡Rose!- la chica no dio señales de bajar la velocidad o siquiera contestarle.
Sus pies corrieron por entre la orilla de la ciudad y sus ojos veían la playa con cuidado. Yuya, quien pudo alcanzarle después de acelerar el paso, dejó de preguntar lo que ocurría al ser ignorado todo ese rato y trataba de adivinar lo que su amiga buscaba.
-Rose- se quejó al chocar contra la espalda de su amiga.
Frente a ellos se encontraban unas enormes bodegas de metal y Rose tragó saliva. Tranquilamente la morena entró, sin importarle que hubiera un guardia dormido en la caseta de la entrada principal. Yuya le siguió a la par.
-Rose, en serio, ¿a dónde vamos?- preguntó al ver que cada vez se adentraban por aquel siniestro lugar.
Rose levantó su dedo índice para indicarle que guardara silencio y así lo hizo. A lo lejos, escucharon lo que posiblemente era un duelo y Yuya vio a Rose, quien veía la bodega frente a ellos con el ceño fruncido. Al escuchar un grito de una chica provenir desde adentro, Yuya no dudó en moverse y abrir aquellas pesadas puertas.
-¡Yuzu!- gritó desesperado y viendo como el cuerpo de la chica yacía en el suelo débil.
-¿Yuya?- Yuzu vio a su amigo confundido y después frente a ella-. Pero tu... Él...- Yuzu señaló en la dirección que veía y se podía ver una figura de baja estatura cubierta por una capa negra.
-¡Oye tú! ¿Quién eres y que le hiciste a mi amiga?- la figura cubierta por aquella tela negra se acercó a ambos y dejó a la vista a un hombre sin conciencia en el suelo.
-La salvé, idiota- le respondió molestó y se agachó para ver a Yuzu mejor-. ¿Te encuentras bien?- la chica ni siquiera le vio a los ojos, simplemente asintió.
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K.A.R.M.A. II
FanfictionEn un mundo sin existencia, en un lugar sin vida misma, mis manos se tocan. Todo a mí alrededor está oscuro, todo está perdido, ya no hay nada. Todo por lo que luchamos, todo por lo que vivimos, todo ha dejado de ser. Lo que una vez llamamos vida ha...