Capítulo 44 - "La despedida y la bienvenida."

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En una oficina silenciosa, en medio de muchos papeles y carpetas apiladas; el joven Naruto leía cada una de las misiones ya cumplidas por los ninjas y los administraba para llevar el conteo de las mismas. Los ojos azules del chico leyeron a gran velocidad el contenido, juntó los papeles y los metió en un nuevo folder, al cual le escribió un par de siglas y lo dejó encima del resto que ya estaba listo.

-Esto es demasiado cansado- se quejó el chico y dejó caer su cabeza en el escritorio de golpe, haciendo que un par de lápices salieran volando al suelo.

-Vamos Sol, no debes darte por vencido tan pronto- Naruto levantó su rostro para encontrarse con la dueña de la voz; una sonrisa tonta se formó en sus labios.

-Luna- le dijo con voz tierna y Rose se acercó a él para dejar una bandeja de galletas, un vaso de té y un tazón con fruta del bosque.

-Que rico- dijo rápidamente tomando el plato de galletas y llevándose un par a la boca de golpe.

-Cuidado, no quiero que te me ahogues- Rose tomó el tazón y empezó a comer de él.

-De verdad que necesitaba un respiro, mi cabeza está a punto de explotar- Naruto vio la galleta en forma de estrella ninja que tenía en la mano y se la llevó a la boca sin muchos ánimos.

-¿Por qué no vamos hoy a comer al lago? Podemos poner una manta, hacemos un picnic y te despejas un poco- le sugirió la chica tomando de su té y los ojos de Naruto se iluminaron-. Además, es sábado y hoy sales más temprano, ¿no es así?- la morena alzó una ceja y el rubio asintió-. Entonces, iré a preparar la comida mientras tú sigues con tu trabajo, ¿está bien?- Rose se comió la última fresa que contenía el plato, tomó su vaso vacío y depositó un beso en la mejilla del chico.

-Bueno...- dijo nervioso por el gesto de la mayor-. Yo terminaré mis tareas de hoy lo antes posible- Rose le sonrió, caminó a la puerta y salió de la habitación, dejando al Hokage nuevamente solo.



-¿En serio tienen que irse?- preguntó Hinata viendo a Alex como metía su ropa en una mochila.

-Sí, ya hace más de seis meses que vinimos aquí por la misión y no hemos vuelto a casa desde entonces. Rose es la maestro del gremio y su ausencia empieza a notarse por los constantes mensajes que hemos estado recibiendo- Alex tomó un par de botellas de plástico del baño y regresó a su habitación, donde Hinata lo veía sentada en su cama-. Además, nuestro tiempo aquí ha terminado, ya no tenemos nada que hacer aquí- su cuerpo se detuvo y su mente le regañó por lo que acababa de decir; vio de reojo a la chica y ella seguía sonriendo, pero en el fondo sabía que sus palabras le habían herido-. Aunque... Claro... Rose y yo extrañaremos mucho estar aquí- intentó corregir su error, volviendo a captar la atención de la oji-blanca.

-¿En serio?- Hinata vio a Alex, quien se dio la vuelta y asintió con una pequeña sonrisa en sus labios.

-Bueno, sabemos que Rose extrañara mucho pasar tiempo con Naruto- dijo entre risas el chico y Hinata dejó salir un bufido, confundiendo a Alex por completo-. Y pues... Yo voy a extrañar pasar tiempo contigo- Alex se acercó a la chica y pudo ver como sus mejillas se sonrojaban.

-Me... ¿Me vas a extrañar?- Hinata tragó saliva nerviosa y Alex llevó su mano hacia la cabeza de ella.

-Tal vez, un poco- el chico le guiñó un ojo, despeinó un poco su cabello y siguió empacando.



-¿Rose?- la morena se sobresaltó y el cuchillo que tenía en la mano se le resbaló de las manos-. ¡Cuidado!- le gritó la chica, pero ya Rose tenía el utensilio de vuelta.

K.A.R.M.A. IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora