-Veo que si han puesto en práctica lo que vimos el día de ayer- Rose se puso frente a todos sus nuevos estudiantes, quienes se encontraban tendidos en el pasto con sus rostros llenos de sudor-. Pero todavía les falta mucho trabajo para lograr nuestra meta. Nos quedan menos de 430 días para la pelea definitiva y no llevamos ni un cinco por ciento del entrenamiento- el cuerpo de Jacob se levantó de golpe y Renesmee le vio sin un rastro de cansancio en su rostro.
-¡¿Estás bromeando?!- sus ojos negros se abrieron por completo y Rose le vio haciendo una mueca-. No puede ser, esto se siente como el cincuenta por ciento o más- Jacob llevó su mano hacia su frente y negó molesto.
-Chicos, quiero que me pongan total atención- todos vieron a Rose sentándose en su lugar y la morena los imitó-. Ustedes se han enfrentado a grandes hechiceros, a los primeros vampiros de la historia, monstruos en una realidad virtual y todo fue con el peligro que casi los llevó a la muerte, ¿no es así?- los presentes asintieron y Rose sonrió de lado-. Bueno, aquí nos vamos a enfrentar a algo más allá de lo que ustedes conocen como peligro. Aquí no sólo nos enfrentaremos a viejos enemigos- Rose vio a Harry y sus amigos-. Aquí nos vamos a enfrentar a la misma muerte- Renesmee vio a Rose confundida.
-Pero... ¿Tú no eres el ángel de la muerte?- Rose vio a un joven peli-negro, quien estaba siendo acompañado por una chica de cabello castaño.
-Tienes razón Kirito. Pero debemos tomar en cuenta que esta persona tiene un poder que es capaz de dejarme congelada- Rose se acercó al espadachín; de pronto, todos sintieron como sus cuerpos eran atrapados por una fuerza sobrenatural que no les permitía moverse y apenas si podían respirar-. ¿Pueden sentirlo?- los ojos rojos de Rose vieron los negros de Kirito y el chico, con mucha dificultad, pasó saliva por su seca garganta-. Así como sus cuerpos están petrificados en su lugar, el aire apenas puede pasar hacia sus pulmones y sus ojos se mueven con dificultad para lograr ver a su alrededor- Rose acercó sus labios hacia el oído de Kirito-. ¿Sienten como la muerte acecha sus corazones sin siquiera recibir un solo golpe?- susurró, pero su voz sonó en la cabeza de todos-. Esa es la fuerza de esa persona, que ha sido capaz de poner de esa forma al mismísimo ángel de la muerte- en un instante, ya todos habían vuelto a la normalidad y Rose ya estaba en su lugar frente a todos los presentes.
-Ya... Entendí...- Kirito tomó su pecho nervioso y la chica que estaba junto a él tomó su mano con dulzura.
-Bien, es todo por esta semana, tomen el fin de semana para descansar y hacer lo que deseen- todos se pusieron de pie emocionados y Rose atrajo su atención una vez más-. Excepto, alejarse del gremio y la ciudad- algunos bufidos y quejas se hicieron presentes, haciendo desaparecer la felicidad de antes.
-Rose- Kirito llamó a la morena y se dio la vuelta, encontrándose con él y la chica de antes.
-Kirito, Azuna, ¿qué tal su primer día?- ambos espadachines se vieron sonrientes y después a Rose.
-La verdad es, que tu entrenamiento es duro- Kirito pasó su mano por su cuello sintiendo un pequeño dolor surgir de ahí.
-¿Estás bien?- preguntó Azuna y el chico simplemente asintió.
-Ven aquí- Rose tomó de la muñeca a Kirito, provocando que sus mejillas se pusieran ligeramente rosas. Azuna los siguió en silencio hasta una de las bancas de metal del jardín; su rostro se oscureció al ver como lo sentaba y ponía sus manos en el área de su nuca-. Debes tener mucho cuidado con este tipo de entrenamiento, no es igual al que haces para poder jugar en SAO-.
-¿Qué haces?- Azuna por fin se atrevió a intervenir con lo que estaba haciéndole Rose a su pareja, al ver que le había pedido que se quitara la camiseta.
-Le hago un masaje relajante algo improvisado, para quitarle el dolor del cuello- Rose movió ágilmente sus dedos por el área de la nuca, hombros y parte de los brazos del chico, haciendo presión y algunos movimientos de fricción con fuerza.
ESTÁS LEYENDO
K.A.R.M.A. II
FanfictionEn un mundo sin existencia, en un lugar sin vida misma, mis manos se tocan. Todo a mí alrededor está oscuro, todo está perdido, ya no hay nada. Todo por lo que luchamos, todo por lo que vivimos, todo ha dejado de ser. Lo que una vez llamamos vida ha...