Capítulo 56

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Un mes fue el tiempo que se quedaron, al principio habían cambiado de idea sobre irse pero los comentarios desagradables sobre la pequeña Luz Marie, y preguntas absurdas hicieron que decidieran irse con tal de evitar incomodidades, no solamente pa...

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Un mes fue el tiempo que se quedaron, al principio habían cambiado de idea sobre irse pero los comentarios desagradables sobre la pequeña Luz Marie, y preguntas absurdas hicieron que decidieran irse con tal de evitar incomodidades, no solamente para ellos si no que también para la pequeña.

Doña Ernestina y don Flavio regresaron a su casa. Don Flavio se había esforzado lo suficiente para poder juntar siquiera la mitad del dinero que le debía a Rodolfo y así este le devolviera las escrituras. Fue muy claro en advertir que no pasarían tres meses sin que hubiera cancelado el total de la deuda. 

Todo parecía que iba mejorando, incluso doña Ernestina se mostraba más amable con Linda de lo que lo había estado haciendo desde que se enteró de su secreto. Aunque no estaba de acuerdo en lo absoluto con aquella barbarie que tanto Linda como William habían cometido.

Gena se había refugiado todo ese tiempo en su amiga Regina, había preguntado algunas veces sobre Ricardo a Rosario quien seguía trabajando con su hermana, pero no había ninguna noticia. Incluso le preguntó a Joaquín en una ocasión que se lo encontró y nadie daba noticias sobre él, y las pocas que recibía se limitaban a decir que se encontraba de viaje junto a don Eladio.

Derbyshire, Inglaterra, Reino Unido. Era su destino.

—¿Hablas enserio? —preguntaba Gena.

Estaba completamente atónita.

—Si, es muy enserio. Creo que es una gran oportunidad, sabes que mi padre antes de morir extendió sus negocios y el condado de Derbyshire es uno de ellos. Además, los niños van a poder aprender otro idioma y eso es bueno para ellos.

—Lo sé, es un sueño prácticamente. 

—Así es —sonrió Rodolfo.

—Está al otro lado del mundo, pero me agrada.

—Pensé que me culparías por alejarte de tu familia.

—No, claro que no. Supongo que en tú elección tuviste en cuenta que dos veces al año debemos venir para que Luz Marie conviva con sus abuelos.

—Sí, tomé en cuenta todo eso y por eso mismo compré una casa lo suficientemente grande para recibir visitas. Los abuelos de Luz Marie podrán ir a visitarla una vez al año y nosotros vendremos dos meses al año ¿Está bien para ti?

—Por supuesto. Especialmente porque cuando la dejaron, lo hicieron porque estaban en otra situación y creyeron que no podrían cuidarla. Pero dado a que vencieron el cáncer, porque no dudo que lo hicieron juntos, realmente creo que lo minimo que podemos hacer es permitirles que convivan con su nieta. 

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