ᚲᚢᚨᛏᚱᛟ

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No recordaba nada de lo que había ocurrido. No entendía qué estaba haciendo en aquella gruta a la que juró no volver jamás.
Quería hacer tantas preguntas... Pero simplemente, no podía.

─ Vaya... Veo que has despertado ─y justo, al oír esa voz, sus peores temores se hicieron realidad─. Tenía la esperanza de que no despertarses nunca. Qué mala suerte.

─ Sigues siendo igual de imbécil, Junho.

─ Una divinidad como tú no debería usar ese vocabulario, ¿sabes, Yohancito de mi corazón?

─ ¿Qué hago aquí y por qué vuelvo a ser humano? Explícamelo, ahora.

Junho, que se encontraba removiendo una pasta con un color sospechoso, se giró hacia el Espíritu del Viento allí presente, en su forma humana.

─ ¿Ahora? Ahora no quiero explicártelo.

El chico dragón continuó con sus quehaceres sin darle mayor importancia a la importante herida de Yohan.

─ Bueno... ¿Y cómo has estado este tiempo? ─intentó preguntar para romper el incómodo silencio que allí había, pero no obtuvo respuesta─ ¿Junho?

─ Ah, que me estabas hablando a mí. Pensaba que hablabas solo. Y para tu información, he estado mejor que nunca.

─ ¿Sin salir de aquí?

─ Exacto. ¿Para qué quiero ir al exterior? Aquí tengo todo lo que me hace falta y me hace feliz. No necesito ni nada ni nadie más.

─ ¿Y no te has sentido solo?

─ Me gusta estar solo.

Yohan se quedó pensativo por culpa de las respuestas que había recibido. Realmente, Junho había cambiado de forma muy drástica desde la última vez que hablaron. Pero claro, de eso había pasado demasiado tiempo.

Si bien es cierto que nunca solía ser demasiado cariñoso ni hablaba mucho, no era tan borde ni cortante como lo estaba siendo en ese momento.
Quizá él mismo tenía algo de culpa en que su carácter cambiase, pero no debía pensar en eso, más bien, no quería pensarlo.

─ Y... ¿me vas a explicar ya qué hago aquí o no?

─ Deberías insistir primero. No a todo el mundo le confío información privilegiada de ese tipo.

Yohan soltó un suspiro. No podía creer que de verdad le estaba pidiendo algo así en una situación como esa, que fuera la que fuese, no era buena en absoluto.

─ Por favor, Junho. Cuéntame qué hago aquí, por favor, por favor, aaaah me muero de ganas por saberlo.

─ Vale, vale. Si insistes tanto, te lo contaré. Se ve que te atacaron y un ent acompañado de un mago venido a menos y un duende gritón te trajeron aquí para que te curase. Como no quería gastar mi tiempo contigo, decidí convertirte en humano, puesto que la recuperación es más rápida y no sé, ya.

─ ¿¡Y luego cómo volveré a mi forma anterior!?

Junho se encogió de hombros al oír esa pregunta.

─ Eso ya es tu problema.

─ Preferiría haber muerto a recibir tus cuidados.

─ Yo también lo hubiese preferido, pero al menos agradece que te esté ayudando después de todo lo que pasó entre nosotros, mierda.

Y de nuevo, silencio. Ninguno de los dos estaba en condiciones de decir algo, ya que seguramente acabaría molestando al otro.
Su relación era muy difícil y después de todo el rencor acumulado durante años, se complicaba todavía más.

─ ¿Puedo salir fuera un rato? ─preguntó el espíritu con miedo de recibir una respuesta negativa.

─ Por mí como si no vuelves.

Tomó eso como un sí y salió afuera.
Aunque no fue una buena idea debido al frío que hacía. Su ropa, que al parecer era de Junho, no abrigaba lo suficiente como para estar mucho tiempo a la interperie.
Pero cualquier cosa era mejor que seguir en aquel ambiente hostil.

Paseó por los helados caminos que bordeaban la capital de Óguðleg, aún sorprendido por la belleza que aquel sitio le presentaba.
Inexplicablemente, le encantaba el paisaje totalmente nevado y decrépito.
La ciudad era exactamente igual al paisaje, siempre llamándole la atención aquellas curiosas casas gigantes en formas de cacerolas puntiagudas ─o eso le parecía a él─ en la que los dragones vivían.

Continuó su paseo tranquilamente, ya ni siquiera sentía el frío, cuando de repente un temblor muy fuerte comenzó a sacudir la tierra. Parecía que, de un momento a otro el suelo fuese a abrirse y partirse en mil pedazos, hundiéndose en un abismo sin fin.

Decidió que debía regresar con Junho, pero pensándolo mejor, él vivía dentro de un volcán. ¿Y si en realidad aquel temblor era debido a que iba a entrar en erupción? Allí estaría en peligro.
No sabía qué hacer, por lo que decidió ir a la ciudad en busca de ayuda, pero en seguida vio como cientos de dragones salían volando de allí, como si estuviesen huyendo de algo.

Fuera lo que fuese que estaba pasando allí, no era nada bueno.

⌗ TALES OF WIND ♡̷̷%՞˖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora