ᛞᛁᛖᛊᛁᛟᛏᛃᛟ

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─ ¡Vaya viaje que nos has dado, macho! ¡Además de que nos secuentras... Estoy mareado! Debes perfeccionar ese conjuro de teletransportación, y no lo digo yo... ¡Lo dicen mis ganas de vomitarte encima!

Pero las quejas de Hyeongjun no surgieron efecto en el secuestrador, que los había encerrado a él y a Eunsang en una celda fría y oscura, hecha de piedra natural. Parecía todo una cueva gigante habilitada para servir de cárcel, aunque de un modo estrafalario con intento de parecer siniestro.

Había cientos de aquellas pequeñas salas con seres de toda clase de especies. Sin embargo, muchos de ellos solo eran los cadáveres.

Tras cerrar la puerta y marcharse de allí, dejando solos a ambos, los dos comenzaron a pensar que morirían ahí dentro.

─ Bueno, veamos el lado positivo ─empezó Eunsang─. Aquí podremos dormir mucho.

─ Tú eres tonto. ¿Y si mañana mismo nos matan, qué?

─ Pues dormiremos eternamente.

Hyeongjun soltó un bufido. No quería morir allí dentro, era demasiado joven y guapo como para eso.
Se dirigió hacia la puerta e intentó forzarla, pero no había manera, ni siquiera se veía una cerradura, ya que se trataba de un hechizo mágico que la mantenía cerrada.

Pasaron las horas en silencio. De vez en cuando se oían gritos de agonía y dolor venir de aquí y allá, y la tensión de pensar si ellos serían los próximos simplemente daba escalofríos.

De repente, escucharon un fuerte golpe en la mazmorra de al lado, cosa que los alertó.
Si iban matando en orden, ellos serían los siguientes.
Pero nada más lejos de la realidad, solo se escuchó de nuevo cerrar la puerta de al lado, por lo que, al parecer, habían traído a un nuevo recluso.

─ ¡Eh! ─gritó Hyeongjun acercándose a la respectiva pared─ ¿Me oyes? ¿Hay alguien ahí? ─pudo escuchar como algo se removía al otro lado, así que siguió insistiendo─ ¡Holaa!

─ ¡Hola! ─gritaron con una voz bastante grave y fuerte desde el otro lado.

─ ¡Soy Hyeongjun y mi compañero se llama Eunsang, ¿tú quién eres?!

─ ¡Soy Hangyul!

─ ¿Podéis dejar de gritar? ─intervino el gólem─ No puedo dormir.

─ Si no grito, no podrá oírme.

─ Estas rocas son débiles, te lo digo yo, que soy una roca, mira.

Eunsang se levantó perezosamente y propinó un golpe a la pared que daba a la celda de Hangyul, rompiéndola, uniendo ambas salas.

─ Pero... ¡¿Por qué no has roto la pared antes para salir de aquí?! Bueno, no importa. Ahora que sabemos que tenemos oportunidad de huir, habrá que idear un plan para hacerlo. Hangyul, ¿te vienes?

El titán se sorprendió al ver que, aunque se acababan de conocer, lo había incluido en el proyecto, cosa que lo conmovió bastante y, obviamente, aceptó la propuesta.

─ Bien, este será el plan. Eunsang rompe la puerta y salimos corriendo. Si intentan detenernos, como vosotros dos sois enormes, les pegáis y yo huyo. ¿Qué os parece?

Al gólem le pareció bien, pero no tanto al titán, aunque no quería decir nada, no fuese a ser que lo dejasen ahí abandonado por bocazas. Y, es que, no le había gustado esa parte de que ellos se ocuparían del trabajo sucio de luchar, mientras el centauro huía. Pero no tenía porqué pasar eso, ¿no?

Aunque dos de tres ya estaban listos, Hyeongjun se tenía que preparar mentalmente por "lo que pudiese suceder", así que tardaron algo más en llevar a cabo la hazaña.
Finalmente, el golpe empezó.

Eunsang tiró abajo la pared, y consigo, la puerta, armando un fuerte estrépito que, al ser unas cuevas, retumbó el doble.

─ ¡Sí, hombre sí! ¡Haz más ruido si puedes!

─ Vale ─el gólem comenzó a saltar, causando que algunas piedras del techo se soltasen─ ¿Así?

─ ¡Era una forma de hablar! Pero no importa, ya nos han descubierto.

Un grupo de personas encapuchadas, equipados con báculos, los cuales parecían ser bastante pesados, corrían hacia ellos por la parte norte.

Empezaron a huir hacia el lado contrario, obviamente, a pesar de que iban a ciegas y no sabía donde acabarían.

Parecía que iban en ascensión, hasta que llegaron a un punto en el que la cueva se terminaba y comenzaba lo que parecía el subsuelo de algo que antaño fue un castillo.

Pero aún así, realmente habían convertido ese lugar en una prisión.
Más y más a lo largo de aquel pasillo y todos los encarcelados los miraban con asombro.
Por un momento pensaron que llevaban a sus perseguidores detrás, pero parecía que les habían dado esquinazo.

Continuaron caminando hasta que llegaron a un lugar que en su momento álgido fue una cocina, mas ahora era un sitio deplorable, con algo que parecía una sustancia pegajosa de un color gris oscuro esparcido por el suelo.
Los muebles se estaban pudriendo a causa de la humedad del lugar, haciendo del sitio una sala todavía más lamentable.

Justo en la puerta de la cocina, la cual estaba cerrada, escucharon unas voces al otro, parecía que alguien estaba teniendo una discusión acalorada.

─ ¡Eres un estúpido por rechazar semejante oferta!

─ Hábleme con más respeto, plebeyo. Soy el rey de Wërohir.

─ Rectifico. Eres el rey de un reino fantasma.

─ ¿...Cómo?

Los tres chicos que estaban en la cocina escuchaban atentamente la conversación, la cual parecía haber terminado cuando se oyó un fuerte estrépito al otro lado.
Pensaron que habían matado a aquel rey, ya que no se oía su voz.

Abrieron la puerta con cuidado y Eunsang empujó a Hyeongjun para que saliera él primero.
Lo único que vieron fue un recibidor en las mismas condiciones que la cocina, mal iluminado y un elfo con el rostro marcado por el terror, quien sostenía uno de esos báculos que llevaban los guardias de aquel lugar y uno de esos soldados tendido en el suelo, sobre un charco de sangre.

⌗ TALES OF WIND ♡̷̷%՞˖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora