ᛒᛖᛁᚾᛏᛁᛊᛁᚾᚲᛟ

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─ Iremos a S'warkii y allí despertarán a Yunseong, ¿verdad? Los seres marinos son los mejores sanadores de Zenithia, qué suerte.

Minhee iba a la cabeza junto a Sihoon y el cuerpo sin vida del pirata, seguidos por Seungwoo y Dongpyo, quienes no nadaban tan rápido, además de que les resultaba extraño el hecho de respirar bajo el agua.

─ Seungwoo ─susurró el duende─, ¿ese tritón está loco o algo?

─ ¿Por qué lo preguntas?

─ Piensa que ese chico sigue vivo.

─ Dudo que lo piense, creo que más bien quiere pensar eso para no entristecerse más. Seguramente era alguien muy importante para él.

Lo pensó bien y quizá tenía razón, sería eso, pero si era de verdad por aquel motivo, debía estar muy triste para no aceptarlo.
Quería preguntarle sobre el tema, aunque probablemente no era un buen momento ni tenían la confianza suficiente como para hablar de algo tan delicado.

El otro tritón, en cambio, lo veía como algo natural, y así era, todos nacían para acabar muriendo, según él.
Aún así, le seguía la corriente a Minhee para no hacerle daño, diciéndole que en S'warkii lo cuidarían bien. Mas, lo único bueno que tendría llevarlo allí sería que el cadáver no acabaría pudriéndose tan rápido gracias al agua.

Una vez que acabaron todo lo que tenían que hacer ambos tritones en la ciudad submarina, regresaron junto a los dos terrestres, que se encontraban a las afueras para evitar llamar la atención. No querían más problemas.

─ ¡Sihoon, tienes que guiarnos hacia el Templo de los Mares! ─comenzó Minhee con demasiada emoción, parecía que había dejado de lamentarse por fin y volvía a ser el de siempre.

─ Ah, pero que iba en serio...

─ ¡Pues claro! ─empezó a nadar hacia el primer lado que se le ocurrió, sin saber exactamente a dónde iba. Por suerte, escuchó a Sihoon decirle que era hacia el otro lado y dio rápidamente la vuelta.

Tras un buen rato de nado sin parar en ningún momento, llegaron a un abismo, del cual no se veía el fondo.

─ ¡Yo por ahí no paso! ─exclamó Dongpyo yéndose hacia atrás.

─ Vamos, duende ─le espetó Sihoon─. No es peligroso, es un lugar sagrado, así que está protegido por los dioses.

Dongpyo no estaba seguro de aquello, seguro que tenía razón y no sería peligroso, pero estaba todo muy oscuro, así que no le inspiraba confianza.
Sin embargo, aceptó ir por no quedarse solo, únicamente con la condición de que a Seungwoo no le molestase llevar a un duende agarrado a su brazo todo el rato.

Comenzaron a descender mientras Sihoon explicaba que aquel abismo se llamaba "El Camino de las Profundidades" y llevaba a una dimensión al fondo del océano donde vivía el Espíritu del Agua. Era el único de los cuatro que no residía en la propia Zenithia, ya que si alguien lograba hacerle daño y llegar a matarlo, la tierra se vería engullida por el mar, mientras que otras zonas hundidas, resurgirían de las aguas, provocando un caos tremendo en la geografía del mundo y a sus habitantes.

Aunque después de la erupción de todos los volcanes y terremotos en toda Zenithia, ya no quedaban muchos seres a los que matar.
Mas, si morían los dos últimos espíritus, sería totalmente devastador y no quedaría nadie en pie.

Ya habían descendido un buen trecho cuando una especie de brillo comenzó a verse al final, hasta llegar a una salida, del mismo aspecto como si hubiesen regresado hacia la superficie.

Salieron de debajo del agua, por fin en la otra dimensión.

No era más que una ostentosa sala con ríos por los que poder nadar para los tritones y suelo para los que tenían piernas, además de una frondosa vegetación y varios grabados por las paredes de todo el lugar.
Se podía apreciar un altar con un enorme trono hecho de algo parecido a la obsidiana, donde se encontraba sentado un hombre sobrenaturalmente alto, equipado con un tridente, de piel brillante y escamosa, pudiéndose distinguir branquias. Su pelo estaba totalmente húmedo y su aspecto era como el de un pez humano, básicamente.

Sihoon comenzó a hablarle en el antiguo idioma del mar, una lengua muerta que solo los eruditos conocían, pero era la que se empleaba para hablar formalmente con aquella divinidad.

─ Ha aceptado hablar en la lengua actual, aunque sea más informal ─dijo finalmente el tritón.

El Espíritu se levantó del sitio y ofreció a Seungwoo y Dongpyo salir del agua tendiéndoles la mano, aceptando ambos.

─ Bienvenidos al Templo de los Mares, viajeros ─comenzó la divinidad─. Mi nombre es Jungmo, más conocido como el Espíritu del Agua, si habéis venido hasta aquí, es porque necesitáis mi ayuda, ¿qué puedo hacer por vosotros?

Sihoon empujó a Minhee para que hablase, aunque estaba algo nervioso, ya que nunca pensó encontrarse cara a cara con ser divino y tener que pedirle algo.

─ Ehm, me gustaría... ─empezó, intentando buscar las palabras adecuadas para decirlo─ Yo, es que... Quiero ser ¿humano?

Jungmo se quedó mirándole fijamente con el semblante muy serio, pensativo. En sus años de existencia, nunca lo habían visitado para hacer semejante petición.

─ No preguntaré el porqué, ya que tendrás tus motivos para tomar una decisión tan drástica, pero sí quiero advertirte de que una vez convertido, no podrás volver al océano nunca más ni ser un tritón de nuevo.

Entonces, Minhee empezó a dudar de su decisión, no podría volver a ver a su familia ni a Sihoon, ni a ninguno de sus amigos de allí, pero en el fondo, era lo que quería.

─ No importa, quiero hacerlo.

─ De acuerdo. Humanos ─exclamó dirigiéndose hacia Seungwoo y Dongpyo, a pesar de que ninguno de los dos lo eran─, sacadlo del agua y traedlo aquí.

Ambos obedecieron al instante y agarrándole cada uno de un brazo, lo sacaron de allí. Jungmo le apuntó con su tridente, del que salió un haz de luz que impactó contra el tritón. Una vez que se hubo disipado la luz, pudieron darse cuenta de que absolutamente nada había sucedido.

⌗ TALES OF WIND ♡̷̷%՞˖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora