⌗ TALES OF WIND ♡̷̷%՞˖

ᛒᛖᛁᚾᛏᛁᛊᛁᚾᚲᛟ

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─ ¡¿Cómo es posible que no haya hecho efecto?!

Jungmo volvió a lanzar aquel haz de luz que surgía de su tridente hacia Minhee, hasta el punto de casi electrocutarlo, pero el hechizo seguía sin funcionar.

─ Qué extraño ─comenzó Seungwoo viendo todo aquello─. Todos los conjuros lanzados por alguien superior a un mortal funcionan.

─ A lo mejor no es un mortal normal... ─añadió Dongpyo, quien ya se estaba cansando de estar allí, pero aún así, le parecía interesante la situación.

Sihoon, al escuchar lo que el duende dijo, recordó una antigua profecía que solo los eruditos como él conocían, aunque era bastante improbable que fuese cierta, no era imposible.
Sin embargo, prefirió no decir absolutamente, grave error.

Jungmo, cada vez más enfadado, lanzó el mismo conjuro una y otra vez y, por fin, surgió efecto. Aquella luz envolvió al tritón y cuando se disipó, pudieron comprobar que se había vuelto humano.

─ Espíritu del Agua ─soltó Dongpyo─. ¿No podría haberlo transformado con ropa? Esto es incómodo.

El recién nombrado resopló molesto e hizo aparecer en Minhee unos ropajes que parecían sacados de alguna era pasada por el estilo y la forma.

─ Uy, qué hortera ─se quejó el duende─. Estaba mejor antes.

─ ¡¿Acaso llevas tú la ropa, enano?! ¡No, ¿verdad?! ¡Pues deja de quejarte!

─ Dongpyo, es la ropa típica del desaparecido reino de Octagonia. Su divinidad, aquí presente, era de allí antes de convertirse en Espíritu Elemental ─explicó Sihoon.

Por eso, Jungmo se había molestado tanto cuando escuchó que la ropa de su antigua patria era hortera.
Aunque aquello, en ese momento, no era de suma importancia.
Minhee ya estaba convertido en humano y su plan de vengar la muerte de Yunseong, porque sí, ya lo había aceptado, o quizá, encontrar una forma de resucitarlo, no había hecho más que empezar.

─ Bueno, ¿ahora cómo salimos de aquí? ¿Por el mismo camino o qué?

El Espíritu del Agua, al escuchar eso, chasqueó sus dedos, haciendo desaparecer a Seungwoo, Minhee y Dongpyo, devolviéndoles a tierra firme.

─ Sihoon, necesito hablar contigo ─comenzó, aprovechando que estaban solos.

─ ¿Qué ocurre?

─ Toma esto ─Jungmo se acercó a la orilla de aquel pequeño río donde se encontraba el tritón y le tendió una esfera semi-transparente, de un color que parecía mezclar violeta, azul y verde. En su interior se podía ver como agua y cosas brillantes flotando en ella─. Es el Corazón del Océano, necesito que lo protejas.

Sihoon no podía creer lo que le estaba pidiendo. Ese objeto fue creación de los antiguos dioses y ahora debía cuidar de él.

─ No puedo hacerme cargo, solo soy un simple mortal.

─ Serás un simple mortal, pero eres demasiado inteligente y muy capaz. Sabes que pronto él vendrá a por mí. Si muero, el Corazón del Océano morirá también si me tiene a mí como dueño. Así que ahora es tuyo. Tan solo... Procura no morir.

Mientras tanto, en la superficie, Minhee no hacía más que caerse y levantarse, intentando aprender a andar.
Dongpyo y Seungwoo le habían ofrecido su ayuda, pero había sido negada, argumentando que así no podría nunca.

Tras unas horas pudo mantenerse en pie y caminar un poco, por lo que decidió ya emprender su viaje.

─ Bueno, me voy, ¡hasta luego!

─ ¿A dónde vas? ─preguntó Seungwoo, preocupado de lo que pudiese pasarle yendo solo.

─ Pues... A buscar al tío raro ese. Sabéis quien os digo, ¿no?

─ Sí, y por eso mismo no vas a ir solo. Aunque, nuestro plan era entrar en Somnia para ir a Nadiria, pero es casi imposible.

─ ¿Casi?

─ El portal de más fácil acceso es el de Adrestia, pero básicamente está destruido ─Seungwoo, tras decir eso, comenzó a pensar alguna otra forma de llegar hasta ahí y solo se le ocurrió una─. Debemos ir a Tveir.