Capítulo 2:

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- Suerte.- dijo mi hermano mientras me iba bajando.

- Uf, odio el primer día de clases.- bufé de malhumor.

- No seas exagerada, tampoco para tanto...

- Te aseguro que si. Siempre es igual.- dije cerrando la puerta.

- Capaz este año sea diferente.- dijo Pedro por la ventanilla del conductor.

- Si, seguro.- dije irónica.

Acomode mi mochila y me dirigí al interior del colegio. Este iba a ser un largo día...

Una vez dentro del colegio fui en busca de Feli y Sofi. Esto iba a ser difícil, los pasillos estaban llenos de estudiantes enloquecidos por el inicio de clases. Molesta intente moverme por la multitud chocando con varias personas. Decidí que seria mejor ir a mi casillero, a buscar mis libros,encontrarlas sería imposible.

Abrí mi casillero y tome el libro de historia. Si, los lunes a primera hora tenía historia, lo que odiaba ya que me resultaba realmente difícil concentrarme tan temprano y más si se trataba de una materia que me aburría tanto. Pero por suerte, tenía a mis amigas para divertirme un poco más.

Fui al salón de clases de historia y me senté en el medio, tercer banco. El salón ya estaba comenzando a llenarse de alumnos que entraban casi arrastrándose para luego dejarse caer pesadamente en los bancos.

Me entretuve un rato mirando por la ventana hasta que alguien tiró su mochila en el banco de al lado. Era Sofi. No me molesté en saludarla efusivamente ya que la había visto todos los días de las vacaciones de invierno al igual que a Feli.

- Odio los lunes. Y más si se tratan del primer día de clases.- se quejó Sofi.

- Yo también.- dije apoyando mi cabeza en mis brazos.

Vi como Feli entraba en el salón y se sentaba adelante mío. Ella se veía... contenta y emocionada como siempre. A veces no entendía como podía estar tan... tan feliz como siempre. Digo, la vida no era un arcoiris!!

- Hola!!- dijo alegre abrazándome a mi y a Sofi.

Ambas solo murmuramos un "hola".

- Qué les pasa?- dijo aún con la sonrisa en su rostro.

- Nada.- dijo Sofi.

- Es solo que... es lunes y final de vacaciones! Qué pensabas, que era fin de año?- le dije.

- Ay bueno, que malhumor... Ya se eso! Pero vamos! Cada día falta menos para las vacaciones.

A estas alturas yo solo cerré mi boca. Si le contestaba algo seria malo. Así que mejor no hablar, no? Seguía sin entender como era tan positiva o como sea que se diga. Tal vez solo yo fuera un poco pesimista? No, de ninguna manera, ya que sino Sofi también lo seria y también todo el mundo. La única explicación era que Feli era todo lo anti- pesimista. Si es que esa palabra existe. O mejor dicho, ella simplemente era feliz, si justo como su nombre lo decía: F-E-L-I-C-I-T-A-S.

- Silencio todo el mundo.- dijo el profesor de historia entrando en la clase.

Me caía bien, no era mal profesor, pero su clase? Uff, la odiaba. Aunque la palabra odio le quedaba chico.

- Espero que hayan disfrutado sus vacaciones porque... bueno, se terminaron.- dijo sonriendo.

Ja. Que gracioso. No aguanto la risa.

Imbécil.

Retiro lo de "me cae bien".

Bueno, basta, realmente estaba siendo pesimista. Mejor me clamaba un poco y disfrutaba de... de... no encuentro nada por lo que disfrutar. A la mierda, ahora tengo que escuchar lo que dice el profesor.

Luego de ochenta minutos que los sentí como una tortura al fin toco el timbre del recreo. Prácticamente me lancé hacia la puerta donde ahí si espere civilizadamente a mis amigas. Las chicas se rieron al verme.

- Querías salir no?- dijo Feli con sarcasmo.

- Ayy si, no me aguantaba más esta clase! Encima me faltaba el aire ahí adentro? No hay ventilación o qué ?

- A mi también! Me estaba muriendo!!- dijo Sofi.

El celular de Feli comenzó a sonar. Feli miró la pantalla y sonrió.

- Es Matías, las veo después afuera!- dijo caminando hacia un lugar mas silencioso.

Matías tenía nuestra misma edad, pero iba a otro colegio, por lo que se la pasaban el día hablando por el celular. Llegaba a ser molesto a veces.

- Me voy a comprar algo para comer, muero de hambre.- dijo Sofi.

- Bueno, yo voy afuera, necesito aire.- dije dirigiéndome a la puerta.

Me di la vuelta y... ese no era..? No imposible. Aunque...una mano me tomó por detrás haciéndome distraer de mis pensamientos.

Me di la vuelta y ahí estaba, Felipe. Felipe era un chico de mi edad. Pero no era un chico más, el era el capitán del equipo de fútbol y estaba bastante arriba en la...mm...pirámide social? Bueno, si. El mejor dicho era la punta de la pirámide. Por no hablar de su físico, era rubio de ojos verdes y piel bronceada todo el año. No se como lo conseguía. Pero además de todo eso... era un estúpido y si, un mujeriego. Y llevaba molestándome para salir conmigo desde el principio de este año cuando me dijo que estaba cambiada, distinta. Esas habían sido sus palabras. Pero por más que era uno de los chicos más deseados del colegio yo no quería estar con el. Por qué? Porque no quería ser otra de sus chicas de una sola noche. Sip, no pensaba serlo.

- Hola Magui! No me vas a saludar?- preguntó con una sonrisa arrogante.

- Amm... hola?- dije.

Felipe río como si lo que dije fuese gracioso.

- Sabes? Te estuve mirando toda la clase, quería saludarte. Pero parecías muy distraída. En qué pensabas?- preguntó.

- En escapar.

- Que graciosa que eres!- dijo riendo fuertemente- por eso creo que deberíamos salir. Qué te parece?

- Felipe, ya sabes lo que te dije... yo...- el me interrumpió.

- Vamos, no perder nada. Todas las chicas morirían por estar en tu lugar! - dijo superior.

Mire a mi al rededor y pude ver como muchas me clavaban sus miradas.

- Yo no soy "todas las chicas"- le dije cortante.

- Nop, eres mejor. Así que, qué te parece?

- No lo sé...

- Bueno, piénsalo si?- dijo mirándome fijo.

- Okey.

Felipe se acercó y me besó la mejilla. A este que le pasa?

- Nos vemos luego, Magui.

Me di media vuelta para salir de una vez por todas pero el timbre sonó. Maldiciendo me dirigí a mi próxima clase. Este si que seria un laargo día.

A pesar de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora