Hoy era viernes, mi día favorito. Pero hoy había dejado de serlo. Hoy había pasado a ser uno de los peores días de mi vida. Uno nunca sabia como podía cambiar la vida de un momento para otro. Un día podías ser la persona mas feliz de todo el mundo pero al día siguiente o simplemente al segundo, podías dejar de serlo. En tan solo un segundo podían pasar muchísimas cosas...desde la muerte de un ser querido, hasta estar gravemente enfermo. Si, creerán que estoy exagerando o me volví loca, pero no es así. Uno nunca se pone a pensar en estas cosas hasta que le pasan. Y a decir verdad, suele pasar más a menudo de lo que creemos. Pero a mi no me había pasado nada de esto. Me había pasado otra cosa.
Todo había empezado ese viernes por la mañana...
Estaba caminando por el pasillo con Feli.
- Hoy venís a casa no?- le pregunté.
- Si, obvio.- me dijo.
- Genial.- dije y me detuve en mi casillero.
Me quede quieta mirando el casillero abierto. Como cuando vas a la cocina y sin razón alguna abrís la heladera? O cuando estabas buscando algo y ya no recuerdas que cosa? Bueno eso me pasaba.
- Biología y Filosofía.- me dijo Feli indicándome que libros debía tomar.
- Ah, si claro.- dije confundida.
Cerré mi casillero y nos dirigimos a la segunda clase del día: Biología.
Mientras caminábamos vi un cartel en el piso. Este decía "Cuidado, suelo..."
No pude seguir leyendo porque me fui de culo al piso."...mojado" leí desde el piso.
Feli comenzó a estallar en risas mientras yo seguía tirada en el suelo.
- Jajajajajaja...ay...n-no- dijo entre risas- puedo...respirar... me voy a-a mear...encima.
- Auch.- me queje estirando el brazo para que Feli me ayudase a pararme- me podes ayudar?
Feli se calmó un poco y me ayudó a pararme.
- No lees?- dijo riendo- No viste el cartel?
- Si, lo vi. Lo vi tarde- dije- ay, me moje todo el culo! Parezco meada!
- Nah, ni se nota.- dijo.
- Segura?
- Segurísima.- me aseguró. Aunque yo lo dudaba ya que tenía puesto un pantalón rojo en el que seguro se notaba.
Entramos al salón y me fui a sentar en mi banco. Pude escuchar murmullos y risas a mis espaldas.
- No era que no se notaba!?- le susurré molesta a Feli.
- Solo... un poco.
Me estaba por sentar cuando mi profesora de biología me llamó. Mierda.
- Señorita, puede venir un segundo?- me preguntó.
Me dirigí a su escritorio y me hizo señas para que me acercara.
- Me parece que tiene su período.- me susurró al oído- si quieres te puedo prestar toallitas.
Esto si que era vergonzoso.
- Em... no no. No es lo que cree, solo me caí al suelo y este estaba mojado. Y... bueno, me mojé.- le explique. Eso parecía estúpido.
- Cariño, no tengas vergüenza. Puede pasar. Además, no olvides que soy profesora de biología, ni mucho menos que también soy una mujer.- dijo buscando en su bolso.
Me di la vuelta desesperada en busca de ayuda de Feli y Sofi. Pero Sofi no estaba y Feli se encogió de hombros. No solo eso, sino que tenía la mirada de todos clavada en mi.
- Toma.- dijo extendiéndome un paquete entero de toallitas- ve al baño y a la enfermería.
Ay. Esto. Si. Que. Era. Incómodo.
Todos empezaron a reír.
- Profesora... yo no...- me interrumpió.
- Vamos, no debes sentirte avergonzada.- luego se dirigió a todo el salón- chicos, de que se ríen? Estamos en biología! Esto es algo normal por lo que todas las chicas pasan, deben saberlo para ayudar a sus esposas en algún momento.
Todos rieron mas fuerte. Tierra, trágame. Tome el paquete a regadientes y salí prácticamente corriendo del salón.
- Ah, y, señorita?- me gritó la profesora.
Metí mi cabeza en el salón.
- Si?
- Puede buscar a Sofía que no esta aquí?- me preguntó la profesora.
Asentí y me fui lo más rápido que pude.
Me dirigí al baño y una vez allí use el seca manos para secar mi culo. Una chica de primero entro al baño. Genial, ahora creería que estaba loca. Me miro con cara extraña.- Eh... hola, yo solo estaba... ya sabes, secando mi...
La chica retrocedió unos pasos y luego se dió la vuelta y salió corriendo del baño. Bien, Magui, así se hace, asustaste a la pobre chica. Que día de mierda.
Terminé de secar mi pantalón y salí del baño. Ahora, antes de buscar a Sofi, debía deshacerme de estas toallitas. Estaba caminando por el pasillo cuando vi un cuarto de limpieza. Sonreí maliciosamente y, luego de mirar a ambos lados del pasillo que nadie me vea, abrí la puerta.
Me quedé en estado de shock. Frente a mi, en el cuarto de limpieza estaban Sofi y Simon. Besándose. Ellos se detuvieron al notar mi presencia. Ambos tenían el pelo alborotado, las mejillas rojas y sus labios hinchados.
Sofi se puso pálida al igual que Simon. Mi vista comenzó a nublarse por culpa de las lágrimas que comenzaban a asomar.
- Magui- dijo con su voz rota- yo... yo... no es lo que crees..
- Mags.- susurró Simon.
- Cállense los dos.- dije con lagrimas corriendo por mis mejillas- no quiero escucharlos! Los odio!! Los odio a ambos!!
Salí del cuarto pero me detuve. Me di la vuelta y les tire el paquete de toallitas en sus caras.
- Son una mierda de personas! No se como te pude considerar alguna vez mi mejor amiga!- dije mirando a Sofi- y tu- mire a Simon- y tu... no quiero que te acerques nunca más en tu vida a mi!
Salí corriendo mientras escuchaba el llanto de Sofi a lo lejos y a Simon persiguiéndome. Pero ya no me importaba, ya no me importaban una mierda.
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NOTA DE AUTORA: Holiiis! Bueno, que capítulo!!! Supongo que esto explica como estaba Sofi últimamente. Mañana voy a subir otro capítulo, pero hoy ya no! Espero que les haya gustado y que me digan que les parece!
Los quiero, lolaboa.
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A pesar de todo
Teen FictionMagui ya decidió que debía olvidarse de Simon para siempre luego de que el no diera señales de vida por una año y medio. Las cosas han cambiado pero no demasiado. Podrá Magui cumplir su promesa de olvidarlo de una vez por todas? Y Simon? Cumplirá la...