Capítulo 14:

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- Estoy bien?- nos pregunto Sofi por milésima vez desde que habíamos abandonado su casa.

- Si!!- les dijimos Feli y yo.

- Bueno, es que...

Sofi dejo de hablar cuando nos abrieron la puerta de la casa donde era la fiesta.

- Hola señoritas, pasen.- dijo un chico que no conocía abriendo la puerta. Aunque yo creo que solo se lo dijo a Sofi ya que no quitaba su vista de encima de ella.

Las tres pasamos y la música invadió nuestros oidos. Estaba lleno de gente bailando, tomando, besándose... Casi ni había espacio para moverse.

- No puedo ni caminar!- grité para que las chicas me escucharan.

Me di la vuelta para verlas... y, nop, ya no estaban. Me encogí de hombros e intente ir hacia un lugar mas tranquilo.
Me encontré con Simon que parecía tan desorientado como yo.

- Hola.- lo saludé- Pensé que no venías!

- Mags! Hola! Si, yo pensé que vos no venias. Te ves genial.- dijo sonriendo.

- Gracias.- le sonreí.

- Qué haces sola? Ya se que no tenés amigas pero...

Le pegue en el hombro.

- Auch.

- No se donde están,desaparecieron apenas llegamos.- dije encogiéndome de hombros.

- Entonces vení.- dijo tomándome de la mano y arrastrándome entre la gente.

- Simon, para! Tengo unos ladrillos en el pie, no puedo correr!- dije dando tropezones.- Voy caer!

- Tranquila, no te voy dejar caer.- dijo sonriendo.

- A dónde vamos!?

- A bailar! Sabes todo lo que extrañe no bailar con vos por más de un año!

Me llevó hacia la multitud que bailaba.
Ambos comenzamos a bailar al ritmo de la música.

- Así que piensas que bailo bien?- pregunte divertida recordando la carta que me había dejado.

- No recuerdo haber dicho eso jamás.- dijo aunque una sonrisa asomó por las comisuras de sus labios.

Negué con la cabeza divertida.

Seguimos bailando por un rato largo hasta que cambiaron la música poniendo algo mas lento. Me sentía incomoda en pensar en la idea de bailar con Simon. Busqué una excusa.

- Vamos a tomar algo?- pregunté al mismo tiempo que Simon dijo- Quéres tomar algo?

Ambos reímos y nos dirigimos hacia una barra improvisada en la cocina. Nos sentamos en unos taburetes altos.

Había un chico sirviendo las bebidas.
Tenía el pelo negro y ojos azules. Llevaba puesta una camisa y unos pantalones negros.

- Hey, tu eres Magui? Magui Brinker?- me pregunto el chico de ojos azules.

- Eh si...- contesté confundida.

- Wow, ya se porque esta tan obsesionado contigo. Ya sabe el que estás aquí?- al ver mi cara de desconcierto el chico se explicó.- me refiero a Felipe. Ya sabe que viniste?

- No se, no lo vi.- dije negando con la cabeza.

- Se va a poner loco cuando te vea, espera que voy y lo...- Simon lo cortó.

- Bueno, bueno, bueno. Vas a traer nuestras bebidas o voy a tener que ir y buscarlas por mi mismo?- preguntó impaciente.

- No no.- dijo sin apartar su mirada de mi y sonriéndome- ya se las busco- dijo y me guiñó un ojo.

- Quien carajo era ese?- preguntó.

- No tengo ni la menor idea.- dije.

- Y de que mierda estaba hablando!?- volvió a cuestionar.

- No se, al parecer Felipe me estaba buscando...- dije encogiéndome de hombros.

- Para qué? Quién se cree que es ese?- dijo como si fuese obvio.

- ESE tiene nombre.- le dije.

- Si, pero le va mejor "ese"- dijo y luego me tomo de la mano haciéndome parar- vamos, este no nos va a traer más las bebidas.

Lo seguí entre la gente. Pero el iba muy rápido y se me hacia difícil seguirle el rastro.

Una mano me tomo por detrás y me aparto de todas las personas llevándome a un rincón de la casa.
Me di la vuelta y era Felipe.

- Magui! Viniste!- dijo sonriendo. Parecía bastante... borracho.

- Si, si. Por qué me agarraste así?- dije tocándome el brazo que el había tomado con demasiada fuerza.

- Perdón, es que hay muchas personas y...- río. Si, definitivamente estaba en pedo.

- Esta bien.- dije mirando mis pies.

- Me dijo James que habías venido. Te había buscado pero no te encontraba.- dijo Felipe.

- James?- pregunté levantando la vista.

- Ya sabes, morocho, ojos azules. El chico de la barra.- me explicó.

- Ah, si si.- conteste recordando a ese chico.

- Me alegro que hayas venido. Ya se que lo habías prometido pero... pensé que no ibas a venir.- concluyó.

Me puse a jugar con mis pulseras nerviosas. Tenía mi mirada clavada en ellas. No se porque pero estaba incomoda. El estaba muy cerca mío y podía oler su aliento a alcohol.

- Magui, podes mirarme? Me pones mas nervioso de lo que ya estoy.- dijo el.

Levante la vista despacio.

- Nervioso por qué?- le pregunté.

- Porque vos me pones nervioso Magui, sos diferente al resto de las chicas, tu no intentas ser algo diferente para agradarle al resto, eres como eres y me encanta que seas así. Me gustas Magui.- dijo él mirándome fijo.

Esto si que era incómodo. No es que no me cayera bien Felipe, sino que yo solo lo quería como un amigo y solo a veces. Además Feli tenía razón, todabia me gustaba Simon. Además estaba
borracho y posiblemente no quería decir todo esto. Me apoye en la pared que tenía detrás y miré hacia la multitud en busca de ayuda o una excusa. Pero obviamente no había nadie.

- Felipe yo...- no pude seguir porque sus labios se aplastaron con los míos. Esto había sido tan repentino que no había podido reaccionar. Me alejé como pude de el. Y mi vista se encontró con unos ojos azules, con los de Simon. Mierda, mierda, mierda.

- Que pasa?- preguntó.

- Estas borracho.- me excusé. Debía exicarle a Simon que había pasado.

- Magui.- me sonrió- ni aunque
estuviese sobrio me arrepentiría de esto.

- No es solo eso, es que no puedo estar contigo.- dije y me fui a buscar a Simon.

A pesar de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora