Capítulo 31:

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- Bien, te reto a comer un huevo.

Cachetada mental de nuevo.

Simon me miró sonriendo.

¿Porque carajo se me había ocurrido ese reto? Ahora el me pagaba con la misma moneda y además, ¿Por qué carajo había elegido reto? Mejor dicho, ¿Por qué carajo acepte jugar a este juego de mierda?

- ¿Es muy feo?- pregunté arrugando mi nariz.

- Asqueroso.

Me dirigí resignada a la cocina. Simon abrió la heladera y tomó un huevo. Luego se acercó a mi y me lo extendió con su palma abierta hacia arriba.

Tomé el huevo y lo miré de mala forma.

- Mejor hago esto rápido.

Rompí el huevo y con una mueca de asco me lo acerqué a la boca.

- Vamos...- dijo Simon riendo.

Lo metí en mi boca y lo tragué con cara de asco.

Luego fui corriendo a la canilla y me puse agua en la lengua.

- Iu Iu Iu... eto ez azquedoso!!!- dije con la lengua afuera.

- Ya lo se.- dijo sonriendo.

Lo fulmine con la mirada y luego de sacarme el gusto de la boca me dirigí al living de nuevo.

Me desplomé en el sillón. Ya estaba cansada. Simon llegó y se sentó a mi lado.

- Verdad.- dijo el.

- ¿Eh?

- Elijo verdad.- repitió Simon.

- Ah bien.- dije tranquila.

Ya había pensado en la pregunta. Y no podía esperar por saber la respuesta. Me encontraba nerviosa e inquieta. Me las arreglé para formular la pregunta sin titubear mucho.

- ¿Seguís enamorado de mi?

Simon me miró por unos segundos. Y luego alzo las cejas en señal de pregunta.

Me decepcioné de que tardase tanto. Ahora había quedado como una idiota. Era obvio que su respuesta era no. Lo único que había conseguido en este estupído juego era avergonzarme.

- Si es taaaaaaaan difícil responder, mejor ni lo hagas.- dije parándome.

No quería estar ahí cuando el me dijese que no. Prefería no oírlo. Prefería no escuchar nunca su respuesta.

Simon me detuvo poniendo su brazo frente a mi obligándome a sentar.

- No, no lo es.- dijo serio negando con su cabeza.- Es solo que...- y ahí venía su "no", tendría que haberme ido antes- pensé que ya lo tendrías que saber, que ya lo sabías.

Estaba roja de vergüenza. Agaché mi cabeza intentando ocultar mi rostro con mi pelo. No quería escuchar, no quería, no quería estar ahí.

Por más que tenía mi cabeza agachada podía notar sus ojos mirándome.

- Si Mags, sigo enamorado de vos. Siempre lo estuve, jamás deje de estarlo.

Algo dentro de mi se retorció al escuchar sus palabras. Después de todo, a pesar de todo, el...¿Seguía enamorado de mi?

- ¿Y vos?

Levanté mi cabeza de una vez con una pequeña sonrisa inevitable.

- Todavía no elegí...

Simon negó con la cabeza sonriendo.

- Bueno, y ¿qué eliges?

Sabia que no podía dejar que me preguntase eso. Antes de hablar enserio con Simon sobre todo esto debía arreglar las cosas con Sofía.

- Reto.- dije sorprendiéndome hasta a mi.

- Te reto a besarme.- dijo rápido.

Ups.

Mierda.

Esto era peor.

No podía besarlo.

No ahora.

No hoy.

No hasta que no arreglé las cosas con Sofía primero. Me lo había prometido.

- Eh... eh... ¡se termino el juego! Vos empezaste así que...SE TERMINÓ. Hasta mañana...digo hoy...digo...mejor me voy a dormir.- dije y salí corriendo.

Pude escuchar la risa de Simon mientras me iba corriendo. Me detuve de golpe y volví hacia donde estaba Simon. Me acerqué a el y le di un beso en la mejilla.

Y salí corriendo de nuevo.

Me acosté en la cama y me puse a pensar.

Ayer, cuando habíamos salido del galpón y Simon se había acercado a mi, me había dado cuenta de una cosa. No iba a poder estar con Simon hasta que no arreglase todo con Sofía.

A pesar de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora