- Mags- alguien susurra en mi oído y me mueve por el hombro despacio- Mags, despierta.
Abro mis ojos lentamente y al notar que estoy acostada sobre el pecho de Simon me levanto rápidamente algo avergonzada.
Simon me dedica una sonrisa. Y yo miro a mi alrededor.
- Es de noche aún.- comento al ver el cielo nocturno.
- Si, pero ha dejado de llover y nuestros abuelos deben estar preocupados.
¡Mierda! ¡¡Nuestros abuelos!! En lo último que había pensado había sido en ellos. Seguro estaban preocupadísimos.
- ¡Nos matarán! ¿Cómo es que lo olvidamos?- dije parándome de golpe. Al hacerlo olvide la "carpa" y me choque con la chapa fuertemente en mi cabeza.
- Auch.- dije restregando mi cabeza.
Simon soltó una risita. Tomé mi bolso y la manta y la guarde en el bolso.
- Tranquila, cuando te busqué les avisé que era posible que llegáramos tarde.
- Si, pero no a las- miré mi reloj- ¡cuatro de la mañana!
- Bueno, por eso te desperté. Ya dejo de llover...
- Que observador.- dije sarcástica.
- ... así que será mejor que intentemos volver.
- Bien.- dije desamarrando a Estelita de la rama del árbol.
Simon me imitó y ambos nos montamos en nuestros caballos.
- Yo creo que es por allá.- dijo Simon señalando.
- De ninguna manera, por ahí no vinimos. Vinimos por allá.- digo señalando la dirección opuesta.
- Está bien, pero si nos perdemos es tu culpa.- dice levantando sus manos.
- ¡Simon!- chillé.
- ¿Qué?- dijo inocente.
- ¿Te das cuenta que estamos aquí por tu culpa?- le dije.
Simon se encogió de hombros y comenzó a seguirme.
Luego de veinte minutos por fin encontramos el claro con el lago.
- Te dije que era por aquí.- dijo Simon.
- ¡Yo dije eso!- grité.
- No lo recuerdo.- dijo negando con la cabezas mientras sonreía.
Suspiré molesta.
Al menos quedaba lo más fácil. Había hecho tantas veces el camino del claro hasta la casa de campo que lo sabía casi de memoria.
Luego de otros veinte minutos llegamos a la casa de campo.
- Las luces están apagadas.- dijo Simon mirando desde lejos- con suerte no se dieron cuenta.
- Eso espero.- dije bajando de mi caballo- Ahora hay que guardarlos en el establo.
- Si, vamos- dijo Simon bajando del suyo.
Ambos nos dirigimos a los establos. Realmente había llovido muchísimo, todo el campo estaba inundado y lleno de barro. Y el establo no era una excepción. Llegar ahí fue casi imposible. Tenía barro hasta mis rodillas y estaba empapada por la lluvia.
- Listo.- dije saliendo del establo con Simon siguiéndome atrás.
Justo cuando pensé que todo había terminado y podría dormir en paz en mi cama limpia de una vez por todas, me distraje y caí en medio del barro. Ensuciandome aún más.
- Simon, cuidado con...- no llegué a decir que Simon ya estaba de cara en el piso.
No pude evitarlo y estallé en risas.
- ¿De qué te ríes? ¿ Al menos viste como luces?- dijo Simon parándose.
Aún riendo me pare y... wow. Simon tenía razón. Ambos estamos totalmente sucios. De pies a cabeza.
- No hay manera de que entremos así.- dije mirándonos.
- No me lo digas.- dijo irónico- ¿Alguna idea?
Observé la casa y vi un cuarto de huéspedes que estaba fuera de la casa. Era una construcción reciente y por alguna razón la habían hecho separada de la casa. Tenía una habitación y un baño.
- Si, podemos bañarnos ahí.- dije señalando el cuarto.
- Bien.- dijo siguiéndome.
Entramos al cuarto de huéspedes y dejé mi bolso tirado por ahí.
Me dirigí al baño.
- ¿Nos bañamos juntos para ahorrar agua?- preguntó Simon.
-¿Te pegas un tiro para ahorrar aire?- pregunté.
Simon me miro mal y se sentó en la cama a esperar. Yo entré al baño.
Me desnudé y me metí en la ducha de una vez. Nunca en mi vida había deseado tanto bañarme.Luego de sacarme toda la capa de barro y suciedad que tenía en el cuerpo y el cabello, salí de la ducha. Y tomé una toalla para secarme. Pero... me faltaba algo...
¡La ropa! ¡Había dejado el bolso afuera! Tomé la toalla y me envolví en ella. Ahora sentía que esta era diminuta. Me sentía desnuda con ella. Me armé de valor y abrí un poco la puerta. Miré para ambos lados buscando a Simon pero este no estaba. Con suerte se habría ido. Salí del baño y Simon salió de atrás de un mueble asustándome.
- ¡Ahhhhhhhh!- grité amarrando fuerte mi toalla.
Simon me miró sorprendido y luego me miró con cara pícara.
-¿Qué haces así?- preguntó sonriente.
- ¡Olvide mi ropa! ¡No me mires así, pervertido!- fui hacia mi bolso y lo tomé rápidamente.
Fui al baño y me encerré en el y me cambié con la muda de ropa.
Luego salí y Simon se metió en el.
Luego de diez minutos Simon salió con una toalla en la cintura. Ahora entendía a que se refería con que en Rusia tenían entrenamiento...
- ¿Qué estás haciendo?- pregunté casi gritando.
- ¡No voy a ponerme la ropa toda sucia!
- Que marica.- le dije riendo.
Ambos salimos del cuarto y fuimos corriendo hasta la casa. Por favor que nadie nos vea en esta situación.
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A pesar de todo
Teen FictionMagui ya decidió que debía olvidarse de Simon para siempre luego de que el no diera señales de vida por una año y medio. Las cosas han cambiado pero no demasiado. Podrá Magui cumplir su promesa de olvidarlo de una vez por todas? Y Simon? Cumplirá la...