|10|Sentimientos

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Pequitas.

Hola... bueno, no sé en realidad como empezar esto. Es la primera publicación que hago por mi propia cuenta, pues las anteriores eran todas en respuestas a las publicaciones de mi chica anónima. Pero esta vez va por mi y por mis sentimientos.

Me gusta alguien, me gusta mucho alguien. Y no sé si estaré enamorado... ni siquiera tengo la certeza de lo que es el amor...

O quizás sí.

Le he puesto a esto el título de "pequitas", porque pequitas fue mi primer amor, o no tan amor.

Quiero contarles una breve historia, que corresponda a la única vez que me sentí completamente lleno.

Conocí a pequitas a los cuatro años, en mi segunda semana de pre-kinder en la que tuve ir porque nadie me podía cuidar en casa. Al verla me pareció la chica más ordinaria de todas, pero cuando me detuve a observarla, me di cuenta que de ordinaria no tenía ni el nombre. Ella irradiaba luz, y todos quienes la rodeaban se contagiaban con su felicidad. Yo era tímido, muy tímido. Y aún así ella se fijó en mí.

Nos hicimos amigos, mejores amigos. Me sentía vulnerable estando a su lado y aún así no podía quejarme. Antes de ella no había tenido nada. Antes de ella no sabía lo que era el dolor por la perdida.

Con ella, en simples palabras, fui el hombre más afortunado del mundo.

Me empecé a hacer amigo de sus amigos, hasta que llegó una etapa que marcó a todos en el colegio.

Pasó algo en quinto básico que enfureció a el que era el líder del grupo, y decretó la tonta ley de que nadie se debía acercar a pequitas porque sus dientes chuecos y su mal carácter eran contagiables.

Y eso fue lo que destruyó nuestra amistad. Así que como un tonto e inmaduro dejé de hablarle solo para quedar bien con el resto. Y ella, que tenía el corazón tan dulce, siguió viéndome a escondidas diez minutos antes de cada clase.

Teníamos una especie de amistad secreta, que pronto me comenzó a confundir. Ella era mi amiga, era la única persona que me hacía sentir cómodo en el mundo. Y la verdad es que yo me sentía feliz siendo solo eso, teniéndola solamente a ella. Le oculté mis sentimientos para no dañar el fuerte lazo que habíamos formado. Sentía que yo era feliz cuidando su espalda sin esperar algo a cambio.

Pero todos tenemos límites, ¿no?

Y los límites de pequitas pronto la colmaron. Se hartó de mi, y de nuestra amistad. Se cansó de esconderse ante todos, así que quiso hacer pública nuestra amistad, y lo que pasó después de eso...

Mejor dejaré la historia hasta aquí, no quisiera que me empiecen a ver como el villano de esta historia. Aunque de todos modos, estas palabras se borrarán de aquí en veinticuatro horas, porque es eso el tiempo que duran las grandes historias que queremos contar, solo veinticuatro horas.

A pequitas nunca le dije que quería ser su amor. Y me gustaría tener las agallas necesarias como para confesárselo a Seven...

Y en conclusión, la definición de amor para mi se basa en lo contrario a lo que le hice sentir a pequitas.

No soy una mala persona, soy alguien de buenos sentimientos. Soy alguien que cuando te ame, lo hará con todo su corazón y aceptará cada uno de tus errores, nunca le fallaría a quien deposita su confianza en mi... o al menos, nunca más.

Y si tú me aceptas, prometo ser todo con lo que siempre has soñado...

Guardado en palabras que jamás serán publicadas...

Yo Te ConozcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora