|39|Traición

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#SEVEN#

El día sábado teníamos un partido importante contra un equipo de una ciudad vecina, y por ende, gran parte de los estudiantes también habían asistido. Se supone que teníamos que rendir al máximo porque teníamos que empezar el campeonato con todo, pero resulta que mi concentración ese día estaba más pateada que la pelota.

Una parte de mí estaba pensando en el beso de Rusher y Camila, y si el pobre de Amori lo sabría. Y otra parte se distraía con los comentarios de los estudiantes en las bancas que comentaban sobre mi supuesta relación con Oliver.

Me llegaron dos pelotazos en la cara, y mi rodilla por poco sufre un esguince. No estaba atenta a las indicaciones del arbitro, ni mucho menos a los pases que me daban mis compañeras. Perdimos dos a cero, y estaba segura que gran parte de eso había sido mi culpa.

-Bien hecho, Gina -Dijo Marla una vez que estábamos en los camerinos-, ¿Estabas muy distraída pensando en Oliver? ¡porque has jugado pésimo! ¿No te cansas de fracasar?

-Ya déjala -Intervino Camila cuando Marla se acercaba provocativa hacia mí-, Solo ha tenido un mal día, nos puede pasar a cualquiera.

-¡Deja de defender al adefesio!

Gina el adefesio, ¿por qué no podía olvidarlo como los demás? De todos modos, no tenía las ganas ni las fuerzas como para defenderme, así que preferí tomar mis cosas y darme una ducha.

Al salir, me encontré con Oliver corriendo en mi dirección. Ya se había bañado, y por lo que podía deducir, también habían ganado el partido de hoy.

-Tres a uno, Ginita -Me dio un abrazo haciéndome dar una vuelta en el aire-, Y yo metí uno, ¿cuál es mi recompensa?

-Sabes que no puedo regalarte los helados.

-Al menos lo intenté.

Nos pusimos a reír, y luego nos fuimos a donde estaban todos festejando en las gradas. En un principio pensé que se trataba de una reunión del equipo, pero después me di cuenta que estaban todos allí, hasta los colegiales. Oliver se integró con facilidad en el grupo, así que yo, para no armar problemas, preferí alejarme de a poco. Pero apenas di un par de pasos, me choqué con Rusher.

-¿Podemos hablar?

-¿De qué hablaríamos tú y yo? -Mantuve mi mirada firme en sus ojos, hasta que me acordé de todos los temas que podríamos hablar él y yo. Ningún caso era bueno.

Rusher se cruzó de brazos, infló sus mejillas,y luego deshizo ambas acciones. Estaba nervioso, pero de igual modo consiguió hablar sin pelos en la lengua.

-¿Estás saliendo con Oliver?

-¿Qué estás diciendo?

-Se rumorea por todo el colegio.

-¿Y eso qué te podría importar a ti?

Lo miré perpleja, y cuando guardó silencio, decidí seguir mi camino.

-Me importa -Dijo volviendo a detenerme-, Tú me importas.

-¿Es en serio, Rusher? Me humillas, me hostigas y me tratas mal, ¿pero te importo?

-Así es, Gina. Y quizás encuentres apresurados mis sentimientos e incluso impropios. Pero han sido por ti todo este tiempo.

-¿Acaso es un nuevo juego que tienes con tus amiguitos? -Me di la vuelta y le señalé al montón de tontos que nos miraban discutir-, ¿Se trata de hacerme creer que todos me aceptaron para luego darme por la espalda otra vez?

Yo Te ConozcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora