|44|Gordiver

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#SEVEN#

-Buenas tardes, ¿helado de qué va a pedir?

-Triple chirimoya alegre.

¡Alegre! ¿Qué había de alegre en estos días? Tres malditos días habían pasado y mi celular aún no aparecía. Y para colmo, las personas compraban helado de chirimoya alegre a propósito. ¡Estamos alegres y tú no!

Oliver entró al local igual de agitado que siempre. Había estado ayudándome a buscar mi celular durante estos días, pero al ver la expresión en su cara, asumí que otra vez no había obtenido nada. Me acerqué a él aprovechando que no había nadie y lo abracé.

-Gracias por intentarlo.

-Me gustaría lograrlo. Has estado triste estos días y yo no he podido hacer nada -Me separé un poco de él y le sonreí.

-Estoy bien con que lo intentes.

Oliver revolvió mi cabello y antes de decirme cualquier cosa, su mirada se desvió al mesón de pedidos-, Creo que tienes un nuevo cliente.

Me separé por completo de Oliver y fui a medio correr para atender al cliente.

-Buenas tardes, ¿qué helado va a pedir?

-Chocolate con chispitas.

Levanté la mirada asustada cuando oí su voz. Era Rusher, con su poleron azul favorito, su cabello desordenado y la cara con moretones que se mantenían intactos.

-¿Qué haces aquí?

-¿En una heladería? -Me sonrió-, Compro helado.

Me retuve a responder de mala gana solo porque estaba en el trabajo. Le serví su helado, que por suerte no era de chirimoya, y se lo entregué.

-¿Cómo estás, Rusher? -Preguntó Oliver.

Ambos chocaron los puños y se sonrieron. Nunca antes me había detenido a pensar en la amistad que esos dos se tenían. Los dos formaban parte de un grupo, Oliver porque era el chico perfecto del colegio, y Rusher porque era el más tonto y astuto. Oliver pareció emocionarse al saber que Rusher era diez, eso significaba que le agradaba. ¿Y qué pensaría Rusher de Oliver? Como diez me confesó que no tenía amigos verdaderos, y quizás Oliver entraba en esa descripción.

-Estoy bien, como siempre.

-¿Y qué estás haciendo aquí? -Rusher le miró mal-, Además de comprar helado, claro.

-Quise pasar a ver a Gina -Ahora me miró y yo enrojecí-, ¿Te molesta?

-¿Por qué preguntas? -Oliver rascó su nuca.

-Porque ustedes dos están saliendo, según comentan todos por ahí.

-¿Y eso qué podría importarte a ti? -Cuestioné sin querer quedar ajena a la conversación.

-Me importas, Gina, ¿cuántas veces más tendré que repetirlo para que me creas?

-Sí estamos saliendo -Dijo Oliver pasando sus brazos por sobre mis hombros-, Hace unos días.

-Ustedes dos no están saliendo -Afirmó Rusher. Se mordió el labio conteniendo su emoción y luego apretó mis mejillas-, Sé que no te fijarías en él de un día para otro.

-No es de un día para otro.

-No me digas a mí como funciona el amor -Echó su cono de helado en un vaso que estaba sobre el mesón-, Chocolate con chispitas -Se echó una cucharada a la boca y soltó un sonido de satisfacción-, Está casi tan dulce como Gina.

Yo Te ConozcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora