Yo Te Conozco

|13|Destinados

Sin saberlo.

Hablé con la chica, por fin hablé con la chica. Y sin saberlo.

Aún no puedo procesar bien lo ocurrido, pues aquella chica anónima estudia en mi colegio. Estuvo cerca de mi todo este tiempo. Y yo no la noté.

Prometí alejarme de ella y darle su espacio, pero, ¿por qué justo tiene que aparecer? ¿Será una señal del destino? ¿Será que estamos destinados a ser? ¿Destinados a estar juntos?

¡No puedo hacer esto! Ella no quiere que nadie sepa de ella, y estoy seguro de que ni siquiera ella quiere saber quien es.

Pero, de todas las personas en el mundo, en el país, en la ciudad, y en el colegio, ella tenía que estar cerca de mi. Y sin saber nos encontramos, o mejor dicho, sin saber ella me encontró llorando en donde nunca nadie había estado. Sin saberlo se acercó a mi, a su más grande enamorado. Sin saberlo me platicó y lloró conmigo. Sin saberlo...

Ahora tengo su móvil, me pide un patrón para poderlo desbloquear pero ni siquiera he hecho el intento de adivinarlo. Y es que tengo que respetar su privacidad.

No pude dormir por la noche, ha sido todo muy de locos. Me gustaría tanto que aquella chica me aceptase en su vida. Pero la conozco y sé que es algo imposible, porque ni siquiera ella se acepta. Ella cree tener mil errores, y las personas que más quiere le han fallado tanto que teme sufrir otra desilusión.

¿Con qué derecho voy yo y le digo que es mi chica ideal? ¿Cómo le digo que estoy enamorado de ella? Y que no me importan sus defectos, ni físicos ni de ningún otro. Que sus palabras me han hechizado, y la amaré pese a todo. ¿Cómo le digo que quiero ser solo felicidad en su vida? Quiero ayudarla a dejar atrás todo lo malo y ese pasado que la atormenta. Quiero verla sonreír y que sus ojos lloren de tanto reír. Quiero oírla cantar por haber tenido un día tan alegre. Quiero escucharla hablar sin parar de todo aquello que la apasiona. Y quiero ser el pecho sobre el que se recueste cada vez que quiera llorar.

Quiero ser eso que sin saberlo necesita.

Su mejor amigo.

Su compañero de vida.

Ser quien le haga ver ese enorme valor que tiene. Y nada de ocultarse por miedo al rechazo. Nada de llorar frente a un desconocido porque no tiene a nadie más. Nada de sentir presión en amar a alguien que en realidad no ama. Nada de pasar tanto tiempo a solas las veinticuatro horas. Nada de sentirse vacía.

Y sobre todo, nada de pensar que no tiene a nadie en quien confiar. Ahora me tiene a mi, y me tendrá siempre que me necesite.

No me puedo rendir tan fácilmente esta vez, porque ella está sin saber que la amo.

Ella está sin saber que es el posible amor de mi vida...

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