|42|Ausente

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#SEVEN#

Domingo

@Seven: Rusher, ¿podemos hablar?

Gina: Diez, ¿podemos hablar?

@Seven: Por favor, ya van quince mensajes el día de hoy que dejas en visto.

Gina: Mi madre me contó que simplemente se confundió, que no eras tú con quien se besaba Camila, que era el mismo Amori.

@Seven: El sábado exploté, era demasiado para mí saber que tú me querías mientras que mi cabeza solo reproducía las palabras de mi madre.

Gina: ¿Crees que puedas perdonarme? Le hice daño a Camila, mi amiga. También a Amori, aunque se lo merezca por ser un tonto. Y sobre todo te lo hice a ti, sé que te quedaron moretones por la cara, y espero verlos mañana.

Lunes

Llegué diez minutos antes ese día, y estuve esperando a Rusher en nuestro lugar secreto, pero no llegó.

-¡Amori! -Grité cuando lo vi bajando las escaleras-, ¿Cómo estás? -Se veía bien, sin ningún rasguño-, Lo siento mucho, lo que dije el sábado fue todo un mal entendido. Camila y Rusher no se besaron, ella te quiere a ti, eso es seguro.

-¿De qué me sirve saberlo ahora? -Sonrió como si todo esto fuera un mal chiste que yo le contaba.

-Sé que si le pides perdón a Rusher, él te entenderá. Y lo mismo con Camila, ambos pueden salir adelante.

-Lo sé, pero el problema es que me acaban de suspender por agredir a un compañero bajo una instancia recreativa -Se cruzó de brazos-, De todos modos, agradezco tu sinceridad.

-¿Qué? -Seguí caminando a su lado, aunque él ya había dado la conversación por terminada-, ¿Cómo que te han suspendido? No te puedes ir, vamos a hablar con el director ahora mismo, le explicaré todo.

-No te preocupes tanto, Gina. Será solo por una semana, dado que Rusher no presentó quejas al respecto.

-Lo siento mucho -Volví a decir-, ¿Rusher vino hoy?

Amori me miró, observó y analizó. Luego soltó un poco de aire y negó.

Martes

-¿Qué ocurre, Ginita? ¿A quién estás esperando? Tenemos clases por si no lo recuerdas.

-¿Has visto a Rusher el día de hoy? No contesta mis mensajes y tampoco vino a clases ayer.

-¿Y te preocupa McCarthy? -Oliver pasó sus manos por mi cara fingiendo que tomaba mi temperatura-, ¿Estás bien o me perdí de algo?

-Le debo unas disculpas.

-¡Pero es Rusher! Lo odias con todo tu pequeño cuerpo, y por poco sonreías mientras que lo humillabas frente a todos el sábado.

-Nunca me reiría por hacerle daño a alguien.

-No tiene ningún otro sentido.

-Rusher es diez.

Oliver guardó silencio, sus ojos se llenaron de lagrimas y luego pegó un salto de la emoción-, ¡Lo sabía!

Miércoles

-Siempre tengo la razón.

-¿Puedes dejar de repetirlo?

Yo Te ConozcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora