Una y otra vez

Reconquista (Parte 1)

Steve podía tomar algunos días de su vida y clasificarlos del mejor al peor.

El primero y sin dudarlo; sería el haber conocido a Tony Stark, el amor de su vida.

Ese día, era el que encabezaba la lista. Por que era el mejor, el detonante, el inicio.

El segundo y sin pensarlo; sería cuando Morgan nació.

Era su hija, su tesoro, el mejor regalo que la vida le pudo dar.

El tercero y sin cuestionarlo; sería la primer palabra de su princesa.

"Papá". En ese tono tierno, inocente y completamente puro.

De ahí, la lista iba decayendo.

El cuarto, un error; la primera discusión con su pareja.

La distancia, las inseguridades, las palabras no dichas y el mal uso de tiempo, habían detonado.

El quinto, las consecuencias; el divorcio.

Tony, con la mirada rota y el semblante indestructible, le había pedido de la manera más pacífica el divorcio. Las discusiones eran frecuentes, la desconfianza era en todo momento y la comunicación era nula.

El sexto, el efecto; su hija con lágrimas en los ojos diciéndole que lo extrañaba.

Por qué ya nada era lo mismo.

No tenía una familia completa, no tenía a Morgan corriendo de aquí a allá con Tony riendo detrás de ella y cuidando que nada le pasará.

No tenía a Tony en las noches para mimarlo, decirle que lo amaba y demostrarle, con actos, lo mal que estaba por él, lo mucho que le agradecía a la vida por tenerlo y lo afortunado que se sentía.

—Así qué... Es verdad. —Fue lo único que dijo la pelirroja viéndolo desde la puerta.

Steve carraspeo mientras se arreglaba la chaqueta.

—¿Disculpa? —La mujer le sonrió con picardía, mientras afirmaba para sí.

—Yo te llevó. —Dijo sin más, causando la mirada agradecida del rubio.

Ambos se subieron al auto, siendo seguidos por Scott.

No se perdería al Capitán en acción.

En todo el camino, Rogers pensó lo que podría decir enfrente de su esposo... ex esposo.

Dolía recordarlo.

Aspiro buscando tranquilidad y quitarse los nervios.

—Llegamos. —Romanoff levanto una ceja y le sonrió con burla—. No lo dejes escapar.

—Yo lo apoyo, Capitán. —Scott, con una gran sonrisa, le alzó los pulgares.

—... Gracias.

El soldado cerró los ojos y salió del transporte, para caminar a la casa de apariencia hogareña.

Nada comparada a la gran torre en donde su castaño gustaba de vivir.

"La depresión los atacó a ambos y lo sabes" Le había dicho Bucky.

Era consciente de ello, por esa razón, su espos... ex esposo decidió mudarse a un lugar más tranquilo, junto con su princesa.

Respiro por última vez y miro directamente en la entrada del gran hogar.

Sus neuronas dejaron de funcionar en cuanto vio al genio con la pequeña Morgan riendo.

Era tan... Perfecto.

—¿Rogers? —Tony lo miro con el ceño fruncido, mientras su hija grito con emoción.

Sonrió ante la reacción de su hija y estiró los brazos pidiendo silenciosamente un abrazo.

—¡Papá!

El castaño se cruzó de brazos y suspiro.

Steve iba a recuperar al amor de su vida.