La Alpaca

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"No sirve de nada imaginar a tu persona ideal, a veces, la persona que estará en tu vida, será la que menos pienses".

Steve ahora entendía las palabras de su madre.

Tenía tanta razón.

—¿Qué se supone que es está vez? —El rubio alzó una ceja mientras se cruzaba de brazos, haciendo resaltar su buen físico.

Anthony Stark sonrió igual que un niño travieso.

—Esta vez te encantará.

El castaño salió corriendo, y a los 5 minutos, entró con una alpaca.

Dios ¿Una alpaca?

—¿En serio?

—Es hermosa. —Al castaño le brillaron los ojos.

El cuadrúpedo se encontraba mirando por todos lados, reconociendo su nuevo hogar.

—Tony...

—No iba a dejar que la mataran, Steve eso sería inhumano. —El castaño defendió al animal.

—Pero Tony, es una alpaca, no es lo mismo que un gato o un perro, incluso un ave sería menos raro. —Rogers negó ante las locuras de su amigo.

Aunque en el fondo le parecía tierno.

—Vamos Steve, deja que se quede, serán dos días o una semana. —El chico de cabellos oscuros puso ojos de súplica.

Por Odín, todo menos esos ojos.

—Tony, no...

—Por favor, por favor... —Tony estaba dispuesto a todo por que la alpaca se quedará.

Steve pareció pensarlo.

Sino le gustará tanto...

—De acuerdo. —Anthony sonrió triunfante—. Pero con una condición.

Tony frunció el ceño; lo sabía, había sido demasiado fácil.

—¿Cuál?

—Por cada día que esté aquí, tú tendrás que besarme. —La sonrisa del rubio ahora era la triunfante.

—¿Qué? —Stark imaginó todo menos eso.

—Esa es mi condición. Tómalo o déjalo.

El castaño abrió y cerró la boca varias veces.

Era estúpido sonrojarse a estás alturas.

—Yo... Lo tomó.

Rogers cerró los ojos esperando su pago.

Tony miro a la alpaca y después a su compañero.

Bueno, era un precio justo.

Parándose de puntas –porque el maldito era una cabeza más alto–, alcanzó sus labios y lo beso castamente.

—Bien, entonces... —El rubio fue interrumpido por unos labios ansiosos.

Anthony se aferró al cuello del chico y comenzó a intensificar la caricia.

Steve correspondió.

Bienvenida sea la alpaca.

Una y otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora