Iron Man (1/5)

3.7K 355 2
                                    

Sonrió cuando termino los últimos detalles.

Suspiró. No había hombre en el mundo que se comparará con Tony Stark, alias Iron Man.

—Lo que daría por permanecer a los Vengadores. —Peter, a su lado, dejó caer su cabeza en la mesa.

Steve se asustó cuando escucho el golpe y rápidamente checo la cabeza del castaño.

—Primero mantente vivo. —Parker sonrió apenado. A veces, Rogers se comportaba como su papá.

—Lo lamento.

Steve negó divertido para después regresar la vista a su dibujo. Sonrió como lo que era, un tonto enamorado.

—Lo que daría por qué Anthony me mirará.

—¿Dijiste algo? —Preguntó Peter.

Rogers negó de nuevo, está vez sin alegría.

Suspiró... ¿Por onceava vez?

El timbre sonó, dando por terminadas las clases. El castaño sonrió aliviado, y él, él sólo dejó caer su cabeza en la mesa. Ni siquiera puso atención a la clase.

Esta vez, Peter lo checo.

.
.
.

Steve caminaba por el camino distraído.

Todo había comenzado cuando lo vio en conferencias; lo odió, de verdad que lo detesto.

Pero, había algo que llamaba su atención.

Su mirada; triste, decaída, vacía.

Nunca entendió el motivo. Ese hombre daba la imagen de tenerlo todo, dinero, fama, mujeres. Todo menos felicidad.

Y fue ahí que Steve se encapricho por saberlo todo de él.

—Steve...

—Por favor Fury. —El rubio lo miro serio—. Es lo único que te pido.

Nick Fury se hizo responsable de él en cuanto sus padres murieron. Él y el doctor Erskine.

—Es información que no te puedo dar ahora.

—Entonces si necesito estar en tu agencia, perfecto, mañana empiezo como agente de SHIELD. —Propusó el rubio.

Había algo que lo hacía especial. Podía ser un chico de universidad, pero no era cualquier chico.

Erskine le dio la herramienta para no morir y ser el as baja la manga de Nick; el suero.

—Tienes que terminar tus estudios, esa fue la condición que puso el doctor Erskine.

Rogers hizo un puchero.

—Por favor, Fury, nunca más te pediré nada, jamás. —Estaba dispuesto a hincarse con tal de que el moreno le diera la información que quería.

El hombre del parche alzó una ceja y después suspiró.

—Bien.

Fue así, como Steve consiguió toda información de Tony Stark, de Iron Man, su amor platónico.

Poco a poco, notó pistas detrás de sus acciones; era todo lo contrario que aparentaba en las cámaras.

—Es perfecto.

El rubio sonrió una vez más y antes de dar un paso más, una explosión detonó a su lado.

Salió volando del otro lado.

De entre el polvo, salió un sujeto con un arma en mano. Una metralleta.

Tenso la mandíbula.

Los golpes dejaron de dolerle, se centro en el objetivo esperando a que éste soltara el primer golpe.

Un sonido agudo entro en escena.

El hombre con el arma fue derribado momentáneamente.

—¿Estás bien?

Steve casi muere de un ataque al corazón.

Iron Man... Iron Man estaba enfrente de él.

Una y otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora