Insomnio//Tom Holland y tú

Cap 30. Beso.

Me remuevo y abro los ojos poco a poco. Cuando los ojos se me acostumbran a la oscuridad miro la hora en mi reloj.

3:26 am

Enciendo la luz de la lamparita que hay en la mesita de noche. Al mirar a mi alrededor me doy cuenta de que no estoy en mi habitación. Un pensamiento se me pasa por la mente. Ayer no volví a mi habitación, estoy en la habitación de Tom, pero él no está.

-¿Tom?- pregunto sentándome en la cama. No recibo repuesta.- ¿Tom?- repito saliendo de la cama y poniéndome de pie.

Camino por el pasillo hasta llegar a la sala. Al pasar la mirada por la sala consigo ver a Tom, a través de los ventanales, en el balcón.

Salgo al balcón y una corriente de aire fresco hace que me abrace a mí misma. Tom está apoyado en la barandilla de espaldas a mí.

-Otra vez en un balcón, Sr. Insomnio- digo y él se gira rápidamente a verme, suelta una leve risa por mi comentario.

Le sonrío mientras me acerco hasta ponerme a su lado. Fijo la mirada en el paisaje y sé que él está haciendo lo mismo.

-¿Qué haces despierta?- me pregunta sin apartar la mirada.

-Me he desvelado- digo de la misma forma.

Nos quedamos un rato así, viendo el paisaje sin decir nada.

-Espera un momento- le digo mirándolo. Llamo su atención haciendo que gire la cabeza para mirarme.- Nat.

-Tranquila, está en tu habitación- me dice.

-¿Cómo?- digo sin entender.

-Te quedaste dormida cuando no llevábamos ni media hora de película. A las 11 y algo Hazza entro a la habitación. Me explicó que fueron a tu habitación y picaron, llamaron y enviaron mensajes pero no contestabas. Lo tenías en silencio por eso no lo escuchamos. Como no contestabas vino a ver si yo seguía dormido para preguntarme si Nat se podía quedar a dormir, pero no hizo falta. Al verte entendió por qué no contestaste. Le di tu tarjeta y se fue con Nat a tu habitación. Se quedó a dormir allí, ya que no ha vuelto.- me explica.

-Bueno, me alegro de que no tuvieran que dormir en el pasillo- digo soltando una leve risa y vuelvo mi mirada al paisaje.

Tiemblo un poco por el frío así que me abrazo más, pero, aun así, no se me pasa. Parece que Tom se da cuenta, ya que pasa un brazo por mi espalda y me acerca a él para abrazarme.

-Gracias- le susurro.

-No hay de que- dice separándose un poco para mirarme.

Nuestros ojos se encuentran y nos quedamos mirándonos fijamente. Abro levemente mis labios y mi respiración empieza agitarse. Puedo notar como mi corazón late más rápido. Tom baja su mirada a mis labios, pero yo no dejo de mirarlo a los ojos.

Se inclina y yo me pongo de puntillas. Nuestros labios se rozan y puedo notar que su respiración está igual de agitada que la mía. Tom recorta la poca distancia que queda uniendo sus labios con los míos. Al instante cierro los ojos.

Tom pone sus manos en mi cintura y yo apoyo mis manos en su pecho. Nuestros labios se mueven lenta y tiernamente. Nos besamos hasta que la falta de aire nos hace separarnos.

Vuelvo a mi posición, dejando de estar de puntillas. Sin abrir los ojos apoyo mi frente en la suya. Una sonrisa se forma en mi rostro.

Me separo de él y al abrir los ojos lo veo mirándome fijamente. Los nervios empiezan a aflorar por lo que me aparto para volver a apoyarme en la barandilla, fijando la mirada en el paisaje.