Insomnio//Tom Holland y tú

Cap 58. ¡ERES UN IMBÉCIL!

(___)
Te echo de menos

Te echo de menos

TE ECHO DE MENOS

Poco a poco abro mis ojos, me cuesta, ya que mis párpados me pesan pero consigo abrirlos. Lo primero que veo es una pared blanca.

Bajo mi vista y ahí está, él, Tom. Tienes los ojos cerrados fuertemente y lágrimas salen de ellos, me destroza verlo así.

-Tom- digo y mi voz sale rota. Él abre los ojos rápidamente y se gira a verme.

Su rostro muestra sorpresa pero en cuestión de un segundo también felicidad. Intento sonreír, pero un dolor en el labio me lo impide.

-___- dice con un suspiro mientras se acerca y me agarra la cara con las dos manos.- Estás despierta- dice sonriendo, pero lágrimas siguen saliendo de sus ojos.

Con dificultad levanto mis manos y las acerco a su cara para secar las lágrimas que le salen.

-No... llores- digo con dificultad, cosa por la que me manda callar.

-Ssh, no hables- me dice y aparta sus manos, un frío envuelve mis mejillas dónde estaban sus manos.- Iré a avisar al doctor.

-Tom- lo llamo antes de que se vaya.

-¿Qué?- dice mirándome con la mano en el pomo.

-Yo también te he echado de menos- le digo lentamente. Él solo sonríe y sale por la puerta.

Dirijo mi mirada al techo, blanco también, y me pongo a pensar. Cierro los ojos y respiro hondo. Imágenes de mis padres golpeándome hacen que apriete los ojos.

-¡TATAAAAAAAA! ¡AAAAAAAAAAAAHHH!- oigo la voz de Dyl gritando.

Abro de golpe los ojos sintiendo una opresión en el pecho y unas ganas enormes de llorar.

-Dylan- digo sollozando. Comienzo a llorar sin control.

-Ey, ___- dice alguien agarrándome la cara y haciéndome verlo, pero yo cierro los ojos y sigo llorando. Él rápidamente me abraza.- Sssh, está bien. Tranquila.

Sus brazos, su pecho, su voz... me calman. Lágrimas siguen rodando por mis mejillas, pero consigo controlarme.

-Todo estará bien, te lo prometo- me susurra a lo que me encantaría asentir, pero no creo que eso pase.

Después de un par de minutos se separa de mí y, como yo hice antes, me seca las lágrimas con sus pulgares.

-___, este es el Dr. Smith, tu médico- me dice mirando a un hombre que está a los pies de mi cama.

-Perdón- me disculpo por lo que acaba de ver.

-No pasa nada, es normal estar angustiada en estos momentos- dice él, no digo nada solo asiento.- ¿Cómo te encuentras?

-Me duele todo- le digo, mi voz sigue ronca.

-Toma- dice el doctor mientras me extiende una pequeña botella de agua.

Tom le da a un botón de la camilla que hace que quede recostada, lo suficiente como para poder beber agua. Tengo tanta sed que casi me acabo la botella.

-Es normal que te duela el cuerpo, has sufrido unos golpes muy duros- continúa diciendo el doctor.- Te hemos estado administrando medicamentos para que te recuperes, pero eran débiles, ya que en el estado que estabas no podíamos darte medicamentos más fuertes. Ahora que ya has despertado comenzaremos con ellos. ¿De acuerdo?

-Claro- digo simplemente, ya que no entiendo a qué se refiere. ¿Mi estado?

-Bueno, si me disculpáis yo iré a certificar el cambio de medicamentos- nos dice dirigiéndose a la puerta.