Los verdaderos problemas son aquellos que jamás han cruzado por tu mente.
Con esa naturalidad que tiene la vida para salirse con la suya, que por más que se le intente simplificar o tratar de engañar —se falla—, ahora que nos hacemos de fotografías tan claras y detalladas, como ni Michelangelo hubiese jamás imaginado, parece nos cegamos aún más en apreciar de lo que se supone se trata todo esto.
Pero como la memoria parece que no nos alcanza y la mente es demasiado celosa como para no meter un poco de su cosecha, la mejor de las suertes sería que de vez en cuando nos topáramos por casualidad con una fotografía traspapelada, de preferencia espontánea o por lo menos mal enfocada que, sin desviarnos más de la cuenta, nos permita replantearnos con la seriedad debida el inconveniente presente.
* * * *
Cada vez que recordamos, reconstruimos desde fragmentos discretos, discontinuos y a veces no representativos, secuencias variables, manipuladas y ficticias de una realidad subjetiva e incompleta. Porque somos mitómanos consumados, a tal grado que nos engañamos hasta a nosotros mismos.
El inconveniente presente. Pasa al texto 61.
El verdadero problema. Pasa al texto 16.
La misión. Pasa al texto 63.
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Prométeme que jamás escribirás esto
Short StorySINOPSIS ¿Por qué un collage de microficciones? Por la misma razón que pasan demasiado tiempo las puertas de los refrigeradores abiertas: todos buscamos respuestas, pero quizá no las encontramos por la misma razón que un ladrón no encuentra a un pol...