Prométeme que jamás escribirás esto

65 PERDONE USTED, MR. REDUC AL ABSUR

Cuando no es posible distinguir las flores de la mala hierba, quizá lo mejor sea arrasar con todo.

Fastidiado de la nausea mental provocada por el excesivo contenido de ideas por doquier, decidió limitar su exposición reduciendo sus actividades a exclusivamente aquellas que pretendieran acercarlo a dominar el tema en su totalidad.

Comenzó por renunciar a su trabajo y abandonar algunos de sus actividades recreativas, hasta quedarse tan solo con la lectura. No contento con aquella circunscripción, fue deshaciéndose de textos que no consideraba valiosos. Aquel ejercicio de poda parecía culminar al ya no haber más que un solo texto en el estante, sin embargo continuó por ir arrancándole una que otra hoja hasta, con el tiempo, acabar con una sola página. Encaprichado en esa misma inercia, siguió su depuración hasta quedarse con un par de frases, a cuales pronto les fue descartando hasta a una sola llegar. Luego siguieron las palabras...

Entonces, justo antes de accionar el mecanismo que detonaría la bomba que acabaría con todo el planeta, con una sonrisa catártica de gata satisfecha, pronunció en voz alta: Fin.

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El aterrizaje fue un tremendo espectáculo. Vuelos cancelados, barricadas policiacas, equipos de auxilio, reporteros, familiares de los pasajeros, el aeropuerto acordonado por todos lados... No entendía el por qué de tanta faramalla.

Tras una entrada dramática del equipo especialista en explosivos y los semblantes boquiabiertos, cuan momias, de los demás pasajeros, se escuchó por el altavoz: ¿Qué lleva en la maleta?

—Su cabeza, señorita, su cabeza.

Aunque tal vez nada esté exento de ser malinterpretado, hay formas de decir las cosas para que, por más que se les manipule, su mensaje jamás cambie. Pasa al texto 45.

Arrancar la mala hierba y renovar raíces. Pasa al texto 6.

Losmotivos de Reduc Al Absur. Pasa al texto 27.