No importa que tan cercanos seamos, en el fondo seremos siempre extraños.
Cuando empecé a escribir desaté una fascinación insaciable por relatar todo lo que pasaba por mi mente, sin importar cuán descabellado fuera. En ese acto de llevar a papel mi imaginación mediante palabras, me induzco, a veces un poco más de la cuenta, en un trance por encarnar todo tipo de tramas y personajes.
Dicho esto, querido vecino, usted algo sangrante y aturdido por mis martillazos, quizá esté buscando en mi diálogo algún resquicio que lleve a la lógica del por qué una persona como yo, a quien consideraría un buen vecino, de pronto se pone como objetivo deshacerse de todos y lo elige a usted como su primera víctima.
La cosa es que me ha dado por contar sobre un escritor loco que disfruta de la narración visceral sobre hacerle daño a la gente; y con ello me refiero a cosas realmente brutales, como golpearlos hasta quebrarles todos sus huesos, o mutilarles poco a poco cada una de sus extremidades.
Pero no hay razón para alarmarse, pues preocupado por el gozo emanado de tan macabros textos, el protagonista se ha decidido a dejar la escritura y guardar todos sus textos al fondo de un cajón, como un pirómano esconde un mechero.
Solo que quizá un mal día reencuentre ese mechero y lo encienda pensando: —toda gran aventura empieza con un pequeño paso.
Ahora me he quedado sin ideas para continuar el texto y, para su mala fortuna, mi puerta queda a lado de la suya.
* * * *
En nuestra mente jugamos muchos papeles, a veces cediendo a la tentación de inmiscuirnos en peligrosas extrapolaciones entre la vida que llevamos prestada y la que nuestra mente cree, o finge, estar llevando.
Todo va bien hasta que desatendemos demasiado el camino. Pero como todo tiene su lugar, tarde que temprano, nos volvemos a encontrar en dónde y con quién tenemos que estar; ojalá haciendo lo que debiéramos hacer.
¿Tiene alguna idea de dónde puede estar? Pasa al texto 7.
El pequeño paso. Pasa al texto 16.
Todos somos unos mitómanos. Pasa al texto 20.
YOU ARE READING
Prométeme que jamás escribirás esto
Short StorySINOPSIS ¿Por qué un collage de microficciones? Por la misma razón que pasan demasiado tiempo las puertas de los refrigeradores abiertas: todos buscamos respuestas, pero quizá no las encontramos por la misma razón que un ladrón no encuentra a un pol...