A veces es necesario dejar que se enfríe la piel para evitar que se carbonice para siempre el corazón.
Ha sido un proceso bastante largo pero lo importante es que, además de haber sido declarada inocente, así como antes de amarlo a él, amaste antes a otro, ahora ya estando resuelto todo entre los dos, tal vez podrás amar de nuevo a alguien más. Lo bueno es que diste con la manera de quedarte con lo mejor de él; aunque tuviera que ser de una manera poco convencional.
Mezclando la emoción con el miedo, hiperventilas. La frecuencia de tus pulsaciones aumenta, coqueteando adúlteramente con la taquicardia. El estremecimiento se propaga hasta las yemas apergaminadas de tus dedos, donde baila incierto el escalpelo; aun así tratas de tener mucho cuidado y desfigurarle lo menos posible la cara. No tienes por qué estar nerviosa. Te quedará la conciencia tranquila. Él ya no los necesita y a ti siempre te encantaron sus ojos.
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En el amor, como en el resto de las cosas en la vida, hay que aprender a tomar lo mejor de cada cosa y seguir adelante. En el mismo sentido, hay que entender que a veces se parte sin hacer maletas. Porque así como puede ser fácil abandonar cuando ya no nos importa, del otro lado es difícil dejar ir cuando aquello lo es todo en la vida.
Estando dicho eso, el día en que por fin logre enaltecerme, a tal grado que me convierta en un ser plenamente iluminado, aprovecharé para, a mis anchas, ajustar alguna que otra cuenta pendiente y electrocutar a unas cuantas personas.
Aprender a seguir adelante a como dé lugar. Pasa al texto 22.
Dejar que se enfríe la piel. Pasa al texto 21.
Ajustar alguna que otra cuenta pendiente. Pasa al texto 40.
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Prométeme que jamás escribirás esto
Short StorySINOPSIS ¿Por qué un collage de microficciones? Por la misma razón que pasan demasiado tiempo las puertas de los refrigeradores abiertas: todos buscamos respuestas, pero quizá no las encontramos por la misma razón que un ladrón no encuentra a un pol...