Hay cosas que nos guardamos a nosotros mismos de manera que hacemos como si jamás hubieran existido.
Corazón con co-razón.
Cedes bestia, se desvestía, se des-bestía.
El amor jamás existe.
Los ecos son unos mentirosos...osos...osos.
* * * * * * * * * * * * * *
Había cosas que ya no me decías a la cara y que tenía que escucharlas rebotadas en la pared: incompletas y distorsionadas. Así, con las pocas piezas que de ti me encontraba, orientaba mi interpretación de lo que entre nosotros pasaba. Pero como diablos se supone que iba imaginar que aquel rompecabezas, que por ambos trataba de armar, tenía piezas de otras cajas.
Las piezas de otras cajas de rompecabezas. Pasa al texto 28.
Lo que nos guardamos a nosotros mismos. Pasa al texto 41.
Se debe tener cuidado de cuánto y cómo se guardan las cosas, pues siempre existe el riesgo de que, aún confinadas, éstas inadvertidamente crezcan como la espuma. Pasa al texto 14.
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Prométeme que jamás escribirás esto
Short StorySINOPSIS ¿Por qué un collage de microficciones? Por la misma razón que pasan demasiado tiempo las puertas de los refrigeradores abiertas: todos buscamos respuestas, pero quizá no las encontramos por la misma razón que un ladrón no encuentra a un pol...
