Capítulo 14

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Dylan:

—Pero... vivirá, ¿n-no? —le pregunté con dificultad debido al llanto

El doctor permaneció en silencio mirando el suelo, suspiró y nos miró entristecido.

—Ustedes sabían el riesgo de la operación, es poco probable que sobreviva

—No —musitó Thomas con un pequeñísimo hilo de voz—. No, no, no, no —se lanzó a mis brazos y lloró sobre mi pecho, lo abracé fuertemente y recosté mi quijada sobre su hombro mientras sollozaba

—Los dejaré solos para darles un poco de espacio —dijo el doctor y salió sin decir palabra alguna

—Dyl... Dyl... Dyl... no se puede ir —levantó su mirada—. Apenas la estaba conociendo

—Tranquilo, tranquilo —lo volví a abrazar y sollocé fuertemente

Automáticamente, después de separarnos, arrastramos un par de sillas hacia ella para sentarnos al lado de su cama y mirarla. Tomé su pequeña mano y la besé y acaricié, estaba muy helada, como si hubiese metido las manos al refrigerador.

—Claudia, Dios mío no nos hagas esto —susurré—. Tienes que despertar, por favor pequeña, papi y yo te necesitamos

Pero nada, su cuerpo seguía inmóvil, sus ojos cerrados me ponían cada vez más y más tenso. Su respiración entrecortada y débil me llenaba de estrés. Ahora sí no podía estar tranquilo, ella moriría y todo era mi culpa.

—Es mi culpa —susurré sin despegar mi mirada sobre ella

—No... Dyl no te culpes —comenzó a acariciar mi espalda—. No es tu culpa

—¡Claro que lo es! ¡Primero se ahogó por mi culpa! ¡Ahora la dejé sola por ir contigo! ¡Debí cargarla o algo!

—Calma Dyl

—No, no puedo calmarme, Thomas, no puedo, soy un mal padre —mi respiración comenzaba a agitarse—. Si muere no me lo voy a perdonar, no me lo voy a... —no pude seguir hablando ya que me interrumpió con un beso y entrelazó nuestras manos

Cerré los ojos y apreté sus manos, solté un sollozo sobre sus labios y lo atraje hacia mí para consolarme con un abrazo.

—Escúchame, no eres un mal padre, eres mejor padre que yo, tú te encargaste de cuidarla y salir adelante por ella, mal padre soy yo, por haberme ido. Todo estará bien, ¿ok? —susurró acariciando mi mejilla—. Ya verás que despertará y los tres nos iremos a casa, pero primero debes calmarte, porque si tú te pones mal, será peor para mí. Estamos en esto juntos, ¿ok? Y juntos debemos afrontarlo

Asentí con un puchero en mi boca y él sonrió y limpió mis lágrimas.

—Ahora intenta dormir

—No Tommy, no puedo

—Hombre te ves muy mal, ¿dormiste el viernes? —negué con la cabeza

—No muy bien, pasé preocupado y estresado, porque Britt perdió el bebé y se fue de mi casa, ah y tú te ibas a casar

—Ve el lado bueno, ahora estamos juntos —comenzó a acariciar el dorso de mi mano y sonreí

—Es lo único que me mantiene bien, no me imagino afrontar esto sin ti

—Ya no me iré, lo prometo —me susurró, en su voz se evidenciaba la culpa

—Creo que tu madre ya no nos molestará más

—No —sonrió y recostó su cabeza sobre mi pecho mientras acariciaba el brazo derecho de Clau—. Tampoco se lo permitiré

El cansancio no tardó en dormirnos a ambos, solo bastó de cerrar los ojos para quedarme dormido sentado, con Thomas sobre mi pecho, ambos con nuestras manos sobre la de Claudia, esperanzados que ella moviese algún dedo y nos despertara en cualquier momento.

Dos tontos en problemas (Dylmas) / 2da Temporada de Dos tontos y un bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora