Capítulo 19

404 39 201
                                    

—¿Por qué no puedo ir a mi antigua escuela? —preguntó Clau mientras se observaba en el espejo

—Porque te dormiste durante un largo año, ¿lo recuerdas? —respondió Thomas mientras la peinaba, o al menos intentaba hacerlo

—Ustedes tienen la culpa —se cruzó de brazos

—¿Y por qué? —pregunté dejando de leer un artículo en internet sobre adopción

—Porque no me despertaron... ¡AY PAPI! ¡ME DUELE!

—¡Lo siento, amor lo siento! Aún no domino al cepillo

—Deja que mi papá me peine, por fa

—No, quiero aprender

—¡Papá! —se volvió a quejar

—Hazte a un lado Tommy, deja al experto hacer su trabajo —me les acerqué y tomé el cabello de Clau—. Ve a leer lo de la adopción —le susurré y obedeció—. ¿Qué peinado quieres mi vida?

—¡Dos coletas!

—Ok, dos coletas serán

***

—Muy bien, hemos llegado —dijo mi novio deteniendo el auto

—¿De verdad debo quedarme hasta la tarde? —Claudia miraba por la ventana

—Sí corazón, debes seguir nivelación para que no repitas un año, ya hablamos de esto

—Pero ya no los voy a ver

—Solo serán tres días a la semana, Clau —le dijo Thomas sonriéndole

—Ya sé, ya sé, vámonos

Bajamos del auto y caminamos por la acera tomamos de las manos, Claudia caminaba con nerviosismo, podía sentirlo en su manera de caminar y de tomarme la mano, y es que la conozco tanto que sé que cuando está nerviosa o tiene miedo, sus manos aprietan las mías más de lo normal y sudan como si estuviéramos a treinta grados de temperatura. Llegamos a la puerta de acero por donde muchos niños alegres ingresaban a la escuela. Claudia observó la puerta con miedo y retrocedió dos pasos, sin embargo Thomas y yo la detuvimos antes de que huyera.

—Reina —dije su nombre en señal de advertencia y junto a mi novio nos arrodillamos a su altura

—Tengo miedo

—No Clau, tranquila —Thomas agarró sus manos—. Será igual que tu otra escuelita, tendrás muchísimos amigos y jugaras todo el tiempo, ya verás que no es tan malo

—Quisiera que Rose estuviera aquí

—Rose aún te quiere, puedes traerla a la casa cuando quieras, pero prométeme que ya no tendrás miedo de ir

—¡Entonces sí papá! —exclamó contenta

—Ve adentro, ¿sí? Ah y una cosa más. No somos famosos, no trabajamos en Maze Runner, papá y yo no somos pareja, ¿está bien?

—¿Por qué?

—Por las personas malas

—Ah, los parazzis

—Exacto, paparazzis —Thomas besó tu mejilla—. Suerte, te amo

—Yo también papi

—¿No hay un beso para mí? —le sonreí y ella me abrazó—. No hables con desconocidos, ¿ok?

—Sí papá, te amo

—Yo más —besé su cabeza y nos separamos—. Ve

Nos levantamos del piso y Clau fue a la puerta, giró sobre sus talones, y nos sonrió mientras se despedía con una mano.

Dos tontos en problemas (Dylmas) / 2da Temporada de Dos tontos y un bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora