Dylan:
—Antes de entrar, necesito que utilicen estos —explicó un policía dándonos un par de chalecos antibalas, los cuales nos colocamos debajo de nuestros suéteres, de esta manera estaríamos seguros
—Diablos, Kaya no me contesta el celular —musitó Thomas con dicho objeto en la oreja
—A mí tampoco y los demás peor —dijo el sheriff muy preocupado
—Vamos solo los cuatro, suerte o muerte —hablé decidido
—Hijo, ¿sabes que ir los cuarto es un suicidio?
—Suicidio o no, no dejaré que mi hija siga en ese lugar tan horrible, quien quiera venir conmigo, bienvenido drs —en cuanto dije eso, Thomas se me acercó y se colocó a mi lado
—Ah, está bien —bufó el sheriff
De pronto, el celular de Thomas comenzó a sonar, provocando un ligero salto en ambos.
—Es Kaya —susurró y llevó el celular a su oreja—. ¿Kaya? —mi novio colocó el altavoz, y de inmediato se escucharon unas respiraciones agitadas
—Tom... no vayan al edificio... Lucy ya sabe que están ahí. ¡Los matará! ¡A nosotros nos tiene encerrados y cada vez envían a más de nuestros amigos aquí!
—¿Dónde están? —pregunté
—En el edific... —y la llamada se cortó
—Diablos, ¿y ahora? —miré a los demás preocupado
—Tú lo dijiste, hijo, no dejarás que la niña siga ahí arriba, así que tomen un par de pistolas y vámonos
El miedo se apoderó de mi cuerpo, Thomas me miró de la misma forma y me abrazó para luego besar mis labios.
—Te amo Dylan, si algo me pasa, no quiero que te quedes conmigo, solo busca a Claudia y sálvala a ella, ¿sí? No he sido tan buen padre y no merezco su cariño
—No digas eso hombre, me haces tener miedo, no quiero perderte —coloqué mi brazo en su hombro y lo acaricié—. Eres un buen padre, no vuelvas a decir eso, ¿ok? —él asintió levemente y una lágrima se escapó de su mejilla—. No llores, vamos por nuestra pequeñita
Besé por última vez sus labios y junto a los policías nos acercamos a la puerta. El sheriff tomó un martillo muy grande y lo azotó contra la puerta para romper la cerradura y en cuanto esta cayó al suelo, rápidamente los cuatro entramos sin vacilar. Una alarma provocó que mis nervios aumentaran, una luz roja parpadeaba al ritmo de esta, sin duda esto parecía una escena de alguna película de acción.
—¡No se queden parados, corran! —exclamó el sheriff adentrándose en el lugar
—¡Ay que separarnos! —le grité a mi novio bajo el fuerte sonido de la alarma
Thomas me miró aterrado y de inmediato negó con la cabeza, al parecer sentía mucho miedo al igual que yo, y quien no en una situación así. Decidido, tomé su mano y asentí con firmeza para darle a entender que iríamos juntos y así todo estaría bien.
Aparentemente.
Juntos caminamos a lo largo de un pasillo oscuro si no fuese por la tintineante luz roja cuyo sonido llegó a fastidiarme, subimos algunas escaleras y llegamos al segundo piso, donde tuvimos que tirarnos al suelo porque vimos a un montón de hombres disparando a los policías. Con mi cuerpo intenté cubrir a Thomas para que ninguna bala lo lastimara, sin embargo, él se levantó del suelo y torpemente apuntó a los hombres y disparó tantas veces hasta que logró derribar a uno. Sonreí y lo felicité con un beso en la cabeza, su acción fue suficiente para tomar valentía y disparar a los enemigos también hasta acabar con todos y continuar con nuestra misión. El sherrif pateó algunas puertas y buscó en varias habitaciones junto al policía, al no encontrar nada continuamos hacia el tercer piso. Llegamos sanos y salvos hasta que un montón de hombres de igual manera armados, se lanzaron contra el sheriff y el policía, de un rápido movimiento logré tomar a Thomas de la camisa y alejarlo de ellos, comenzamos a disparar para que los dejaran libres, sin ellos no teníamos autoridad y Lucy no cedería tan fácil, además necesitábamos su ayuda, los dos solos no lograríamos conseguirlo. Algunos hombres se percataron de nuestra presencia, ya que giraron y corrieron hacia nosotros, Thomas logró esquivarlos, pero yo no. Automáticamente fui a parar al suelo, la pistola que traía en mis manos salió volando, pude escuchar en el fondo a Tom gritando mi nombre e intentando ayudarme a quitar a todos los idiotas que se encontraban sobre mí y me golpeaban. Cansado, sacó su pistola y disparó a diestra y siniestra, soltando varios gritos para que me dejaran libre. Todos ya hubiesen muerto si tan solo a su pistola no se le hubiesen terminado las municiones. Ya quedaban cuatro hombres sobre mí, a quienes golpeaba, pateaba o empujaba para librarme de su agarre, sin embargo, cuando derribaba a uno, otro se me montaba y me soñaba con un golpe, dando a entender que estaban muy bien entrenados, yo quedaba como tonto a su lado con mis golpes de niña. De pronto escuché un grito proveniente de mi novio, lo poco que alcancé a ver fue a él acercándose con un tubo muy grande, con el cual atacó a los hombres que más parecían caníbales por su comportamiento. Para cuando logró derribar a todos, no sentía la cabeza, mi vista estaba nublada y todo lo que podía ver eran figuras borrosas.
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Dos tontos en problemas (Dylmas) / 2da Temporada de Dos tontos y un bebé
Hayran KurguATENCIÓN: Si no has leído la primera temporada, no leas esto, posiblemente te confundirás o te harás spoiler. ... Con el regreso de Thomas, Dylan experimentará más de mil emociones además del odio y la confusión, las cuales intentará ocultar para no...